Fotograma: Google |
Acabo de visionar una modesta
película, cuyo título no me llamaba la atención en principio. La adquirí por
‘dos duros’ como dicen en España, pero por dos pesos locales (25 céntimos de
euro). Estaba de liquidación en un puesto pirata, porque ya se sabe que en
Latinoamérica sólo vende el cine de Hollywood, a veces los coleccionistas
tropezamos con este tipo de gangas. Lo compré porque la tapa llevaba la leyenda
de ‘seleccionada al Oscar mejor película extranjera’, nunca había oído acerca
de su director, por el nombre me parecía otro japonés loco. Tampoco se trata de
adquirir cualquier film raro.
Yendo al asunto, el director
finés Aki Kaurismaki, ofrece en esta
cinta, un retrato descarnado de la sociedad moderna, sin detenerse a dar
mayores explicaciones, dejando que la ‘acción’ fluya sin más. Los que queráis ver paisajes idílicos, con
bosques de coníferas, cabañas y lagos límpidos, ‘perded toda esperanza’, como
decía el gran Dante.
Todo rezuma en la película a
soledad absoluta, a un fatídico nihilismo del protagonista que acepta sin
rechistar todas las maldades que le impone la sociedad. A todo esto añadámosle
un entorno invernal, unas grises y horribles locaciones de la capital
finlandesa, que terminan por derribar toda la imagen icónica que se tiene de
los paisajes y ciudades escandinavos. Vamos, que no dan ganas de visitar ni
vivir alguna vez en el país de los mil lagos.
Pero el film, caería en el saco
de otra aburrida y aséptica historia de una sociedad deshumanizada, de no ser
por algunos detalles que destilan humor contenido, más bien malsano, rayando en
lo negro, como la escena donde la amante rubia del jefe mafioso, pasa la
aspiradora por el salón, ante la indiferencia natural del hombre y sus compinches
jugando a las cartas.
Todo está bien medido; desde la
violencia, las conversaciones entre los protagonistas, los planos de cámara y una fotografía estoica pero preciosa. Las
escenas románticas son tan ‘calurosas’ que dan ganas de echarse a reír o decir
‘que te ame una finlandesa’ como broma macabra. Las actuaciones van acordes con
el tono de la película: sobrias, naturales y concisas. Se nota el buen tino del
director para escoger a su elenco.
Lo bueno de la historia, es que
la trama corre simple, limpia de artificios (gesto que se agradece) y sin caer
en el sentimentalismo y tufillo aleccionador tan caro del cine hollywoodense.
Lo negativo, más bien
circunstancial. Tuve que tragarme el insufrible doblaje español (no tenia
versión original), aclaro que no tengo nada contra el cine español, se aprecia
como cualquier otro cine en castellano, pero sus doblajes son penosamente
sobreactuados y acentuados.
Recomendada para amantes del
vodka, nostálgicos del tabaco y cinéfilos de frio talante como yo.
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