Un bloqueo "pacifico" en Cochabamba (imagen de archivo) |
Para empezar quisiera agradecer a todos los
micreros, minibuseros y demás rechonchos “trabajadores del volante” por haber
librado a mi ciudad, aunque sea por un día, de la infecta contaminación de sus
carcachas, el martirio de sus bocinazos compulsivos y, sobre todo, de su
sempiterno desaseo personal. Ni se diga de su cara agriada al brindarnos el
servicio, si puede llamarse así a la conducción temeraria a plan de frenazos y
acelerones bruscos que se prodigan todos los días. Como se creen denodados
pilotos de las calles no hay quien le ponga freno a sus excesos.
Gracias a su paro movilizado, hoy tuve
que levantarme más temprano. Afortunadamente el día amaneció espléndido,
nublado y con temperatura rondando los 20 grados al empezar la mañana, ideal
para emprender una caminata. A pata tuve que hacer los cuatro kilómetros que
separan mi departamento del centro. En resumen, una hora de ida y otra de
vuelta a paso tranquilo, el ejercicio que los médicos recomiendan. Ya no tuve
que pasar por el gimnasio como tenía previsto para curar los excesos del fin de
semana. La rutina me salió gratis, oyendo incluso a los pajaritos de los pocos
árboles que adornan las aceras. Como si fuera un paseo, vamos. La ciudad
ofrecía una calma chicha o atmósfera Zen, según las nuevas tendencias mundiales
del reposo. Todo gracias a la puerca
obstinación de los transportistas de subir sus tarifas, aprovechando la resaca
del aguinaldazo de Evo el Austero, quisieron
recaudar también lo suyo, como queriendo justificar que aparentemente hay plata
fresca en el ambiente.
Así de gloriosos son la Federación de
Transportistas y demás sindicatos del Autotransporte, como gustan llamarse, no
sabemos si lo será para movilizarse ellos o si sus vehículos se autotransportan.
Quizá suene tan chulo como la División Aerotransportada del Ejército, nombre
solemne para todos los paracaidistas. En fin, que me voy por las nubes,
disculpen. Decía que los choferes sindicalizados constituyen la mafia más
poderosa de este país, después de los cocaleros, porque de facto dictan las
normas y reglas de circulación, como verdaderos dueños de las calles suspenden
el servicio cuando les da la gana, bloquean con sus motorizados cuando les da
la gana, y recogen a los escolares cuando les da la gana. Amén de que se bañan
cuando les da gana, ya pueden imaginar cómo de aseados son sus vehículos: por
higiene mental me ahorro el trabajo de describir, es como el desagradable
sacrificio del día, casi un acto de fe resulta subirse a sus chiqueros con
ruedas, especialmente los micros antiguos. Por supuesto que hay excepciones que
confirman la regla.
Como las autoridades del municipio tienen vehículos
propios o, en su defecto, coches oficiales con choferes a disposición, nunca se
detienen a inspeccionar el estado del transporte público, ni mucho menos se las
ve subiendo a un micro, ni por necesidad. Sólo se reúnen con los dirigentes
cuando hay que discutir las rutas y las nuevas tarifas, pero siempre los
sindicatos llevando la voz cantante con su chantaje de paralizar las avenidas
si las decisiones ediles no se ajustan a sus caprichos. Así ha sido desde
siempre, desde que un día -era muy chico, casi no recuerdo- decidieron guardar
los colectivos amarillos de EMTA, el servicio municipal de transporte que era
ineficiente, para dejar librada a la población en manos del pésimo, caótico y
abusivo servicio de los sindicatos actuales. Hasta se dan el lujo de no cumplir
a cabalidad el recorrido de sus rutas, ni respetar sus horarios: a veces se
tiene que esperar hasta media hora para que aparezca un bendito minibús y casi
siempre lleno para más calvario. La saturación de líneas y el aumento desmedido
de unidades pequeñas es otro de los grandes males. Los innumerables proyectos
de masificar el transporte languidecen en viejos archiveros de la alcaldía
desde hace una década o más.
Así pues, los nunca bien ponderados y
sacrificados trabajadores del volante decidieron saltarse la ordenanza municipal
que fija las tarifas en 1, 70 Bs y quisieron redondear el pasaje a 2 Bs,
aduciendo que los repuestos y los productos básicos han subido sus costos. Muy
honestos son los choferes que casi siempre cobran 1,80; devolviendo apenas
veinte centavos cuando se les entrega 2 Bs, con la excusa de que no tienen
monedas de diez centavos. De hecho, todo el tiempo se quejan de que trabajan a pérdida
desde hace años y uno se pregunta por qué no abandonan la actividad y se
dedican a negocios más rentables. Y uno quisiera oír también explicaciones de
por qué algunos dirigentes son propietarios de varios micros y minibuses y, de
paso, podrían explicar por qué la “acción” o derecho a afiliarse a una línea se
cotiza tan alto (algunas por encima de los diez mil dólares) si el negocio no
es redituable. Mansos ciudadanos seremos pero no somos cojudos.
Entretanto, nos tienen paralizada la ciudad,
con sus “pacíficas” movilizaciones, como así denominan a sus bloqueos todas las
hordas o movimientos sociales que se han apoderado de este atribulado y
kafkiano país. Resulta muy pacífico impedir el libre tránsito de los demás y de
paso te agreden pacíficamente si les reclamas, como pacíficamente te pinchan
llantas o te apedrean el vehículo. En
las manos de Dios estamos, mientras el
recontra amado líder, muy visionario como es, nos prometió a los cochabambinos
un reluciente tren subterráneo para los próximos años. Mucho me consta que en
ricas ciudades de la vieja Europa no tienen presupuesto para tan caros
proyectos. Aquí seguimos andando en carromatos con motor y no somos capaces de
ofrecer un servicio eficiente y moderno de transporte urbano como en toda
ciudad civilizada. El Metro ya es el colofón del delirio populista. Como
saltar instantáneamente de los viajes en lomo de burro a los cohetes
espaciales. Será cosa de estúpidos poner los pies en la tierra, seguramente.
le tue cronache cochabambine mi piacciono moltissimo.scrivi molto bene, dovresti raccoglierle in un libro.
ResponderEliminar"hay plata fresca en el ambiente."
questa tua frase sa di gangster e bar de malamuerte...grande josè.
din ddon dan! buon 1914!!!
( o evo il supremo ha cancellato questo a favore di un capodanno confusamente indigeno??)
Grazie mille, cara Fiore. Ja, ja, no sabía que mis textos eran un tanto “mafiosos”, ya me estoy creyendo ser el Saviano local, aunque tengo mucho más pelo, je je. Ha sido muy valiente al escribir algo como “Gomorra” describiendo los negocios de la Camorra. Tu “buon 1914” es muy certero, como si acá hubiéramos retrocedido un siglo, a los tiempos de los primeros coches. Esa es la sensación que sentimos muchos con todo lo que está sucediendo en Bolivia, caminamos como los cangrejos mientras el mundo va para adelante. El supremo no se ha inventado su Navidad todavía, pero ya tiene su propio año nuevo, que festejan cada 21 de junio y para celebrar su “descolonización” algunos de sus discípulos hasta regalan canastas con productos andinos en vez de pavo y champán. Muy originales, ¿no?
EliminarApreciado José: el de los transportadores es uno de esos curiosos gremios donde siempre se trabaja " a pérdida", según el consabido lamento en todas partes. Pasa igual con la salud y con los dueños de clubes de fútbol. Curiosamente, nadie quiere soltar ese pésimo negocio. En el caso de los buses de servicio público la víctima final resulta ser el ciudadano que necesita llegar a su trabajo y arreglárselas además con un salario exiguo. En Colombia pasa igual. En mi caso no sufro mucho, porque soy caminante por vocación.
ResponderEliminarAy, usted siempre me arruina mis pequeños reportajes, apreciado Gustavo, creyendo que lo que presento son casos originales y sin parangón. Creo que me voy a dedicar a describir la vida privada de las plantas como un tal ¿Atenborough? de la BBC, ja, ja. Ya ve, las mafias de toda laya prosperan en nuestro continente, siempre escudándose en el viejo cuento de que trabajan a pérdida o lo hacen por puro “servicio a la comunidad”, como se justifican los sinvergüenzas. Sin embargo, nadie quiere desprenderse de la mamadera, como bien apunta. Bien por usted que puede caminar con relativa tranquilidad. A mí también me gustan las caminatas pero en los montes y otros lugares alejados. Hacerlo por calles y avenidas en Cochabamba o cualquier otra urbe es una lotería porque nunca falta un imbécil borracho a plena luz del día que nos puede arrollar. Si hasta hace dos domingos, Día del peatón y ciclista, que se prohíbe la circulación de automotores, un chofer de ambulancia (alcoholizado) casi mata a un joven que paseaba en su bicicleta. De la marcha nórdica y otras modas pedestres, mejor ni hablemos, je je.
Eliminar"Mafia muy poderosa", cabalmente dicho José. Ese tal Lucio Gomez es un personaje salido d una pesadilla Allan Poetiana.. "Como pues por unas dos copitas nos van a quitar (definitivamente) la licencia, eso es pues un abuso!!", rebuznaba sus farfullos ante los medios -mientras azuzaba a sus violentas hordas- el infame dirigente (al parecer igualmente "vitalicio") d éstos delincuentes impunes, hace un par d años tal vez, cuando se analizaba seriamente implementar castigos drásticos ante la oleada inconcebible d muertes por accidente causados por choferes ebrios. E impunes siguen hasta hoy, éstos sinverguenzas, haciendo lo q bien saben: Matar y atropellar los derechos d toda la población. Otra muestra d q hacen falta leyes drásticas y riguroso orden en nuestra jungla d abusivos monos. Y hay q empezar por el gobierno, allí campéan los homínidos más dañinos y expertos bloqueadores.
ResponderEliminarY por otro lado: me honran tus conceptos, José, pues no pude evitar husmear en los comentarios d tu anterior texto. Y lo digo otra vez: me solazo como niño en feria al descubrir coincidencias y criterios en tus valientes textos. Yo solo confecciono diatribas y desollo alimañas d una manera q muy pocos entienden. Para cabal escritor, y d muy grandes ligas, está nuestro corajudo Claudio Ferrufino-Coqueugniot. Es que la palabra es un arma q despierta (al menos eso debiera ser siempre) razón, lucidez y cordura ante la vil infamia. Lo demás son cuentos coelhianos para patos chinos. .. A Paz Soldán (y a tantos otros), yo tb ni me molesto en leerle ni los títulos. Sería como intentar resucitar a un político o cocalero.. A perder mi tiempo, así tan vilmente, prefiero las fábulas de Esopo q más lección y sustancia me enseñan desde niño.
Abrazos, José. Un placer, como siempre.
Totalmente de acuerdo, estamos en medio de escenarios pesadillescos, estimado Achille, con especímenes que parecen surgidos de las historias de Poe, y por lo horrendo de sus figuras, hasta podrían engordar tranquilamente el bestiario de Lovecraft. El tal dirigente Gómez, Rucio debería llamarse después de escuchar sus barbaridades. Lo veo una y otra vez y creo ver al rey Ubú del “autotransporte”, muy autoimportante, autosatisfecho como si le hincara el diente a un muslo de pollo y autocomplacido de sus rucios modales. Es hasta carnavalesco que haya declarado persona non grata a algunos concejales por las tibias críticas que estos hicieron, cuando corresponde hacer cumplir la ley y punto. Pero en este país, las leyes no sirven ni para un carajo. Por dios, ¿en manos de quiénes estamos?, con hordas de vándalos en pleno siglo 21 que vienen a destrozar el ornato de la ciudad cuando se les antoja, y con autoridades que solo sirven para lucir la banda en los desfiles. Es hasta kafkiano que justamente las dos más importantes (alcalde y gobernador) se hayan ausentado ayer mismo, dejándonos ya tres días a merced de los abusos de los choferes movilizados: más importante había sido viajar al Brasil para ir a rogar por la sede de los juegos Odesur de 2018, cuando está claro que la batalla está perdida considerando que se compite contra Lima. Comparados con ellos, somos un pueblito, en todos los sentidos. Agggh, una muestra más de turismo político. Sobre lo último, el sentimiento es recíproco, pero yo soy un pollito ante un recio gallo de pelea, de pluma fina y terribles picotazos, literariamente hablando, claro. Aunque tu valentía puede ser mal entendida y hasta delito en este país tan elemental, como bien señalas.
EliminarLos transportistas pueden paralizar un pais, en particular si ese pais no tiene o ha descuidado en forma irresponsable el transporte por ferrocarril o la via fluvial. Hasta Francia, un pais con un sistema ferroviario moderno y muy eficaz, se ha visto paralizada y al borde de una crisis de gobernabilidad debido a paros de transportistas y de productores agrarios, que bloqueban rutas con sus tractores. Y no hablemos de lo que ha descubierto ahora el gobierno argentino: la capacidad de la policia para desatar una ola de saqueos en todo el pais simplemente quedandose en las comisarias. Nuestra gobernabilidad es en diferentes sentidos una ficcion.
ResponderEliminarCuatro dias ya llevamos sin transporte, caro Lalo. Los taxistas están haciendo su agosto o mejor, su doble aguinaldo cobrando lo que se les antoje. El ejercito ha sacado algunos de sus buses y camiones pero alcanza para pocos. Estamos abandonados, con las autoridades que han viajado muy convenientemente para hurtar el cuerpo. Lo peor es que no habra sanciones para nadie. En Francia y otros paises europeos por lo menos ruedan cabezas. Es terrible lo que esta sucediendo en tu pais, especialmente en Cordoba. He visto fotografias de gente con alimentos basicos en los brazos, hasta piernas de vaca como botin, evocando los años funestos de De la Rua. Y el gobierno, bien gracias, como sugieres.
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