Definitivamente nuestros gobernantes tienen
tan poco qué hacer que andan inventando cada cosa, como decía cierto cantante
de cuyo nombre no quiero acordarme. Mientras el resto de los mortales trabajamos,
estudiamos, nos vamos de parranda, nos entregamos al ejercicio o al fornicio,
nos recostamos de un lado o simplemente vagamos por la vida; nuestro pálido y
mortecino vicepresidente de la república se da a la tarea de anotar los nombres
de quienes insultan en Internet a Evo Morales, según confesó el domingo ante los
medios. Tarea harto fatigante y de nunca acabar, porque son miles los que
descargan su furia, frustración y odio contra los gobernantes comenzando por el
presidente.
No hace falta una investigación exhaustiva para
corroborar que los políticos son los blancos preferidos para las críticas y
burlas, independientemente de los países y regímenes. Internet está llena de
foros y páginas donde se ridiculiza a todo tipo de personajes con razón o sin
ella. Evo no es la excepción, otra cosa es que se haga a la víctima, al mismo
tiempo que insulta con toda libertad a quien le plazca. La última perla que
salió de su lengua descontrolada tuvo como destino a la embajada norteamericana:
“Ahora, tratar de tener relación con la
Embajada de Estados Unidos, como policía o militar, ya da miedo. Si uno
tiene relación con la embajada es mal visto. Antes era todopoderoso el que
tenía buenas relaciones y algunos oficiales de las Fuerzas Armadas y de la
Policía iban allá a tener buenas relaciones. El que tenía buenas relaciones con
la Embajada de Estados Unidos (era) así como admirado. Ahora, perdón la
expresión, tener relación con la
Embajada de Estados Unidos es como una caca. Esto tenemos que profundizar y
así nos vamos a descolonizar”. Me tomo el trabajo de reproducir textualmente,
a pesar de lo asqueroso de la frase, porque resulta que por citar con palabras
propias todo lo que dice el presidente, puede significar algo cercano al delito.
Por escribir “flojera” en vez de “flojos”, se originó tremendo e insulso debate
en los medios a raíz de la ira gubernamental contra dos periódicos y una
agencia de noticias, acusados de haber tergiversado las declaraciones de
Morales. Ahora el caso cursa en los tribunales, a la espera de un fallo. Todos
sabemos que se quiere amedrentar mas allá de hacer justicia.
Tal es el ambiente de intolerancia y temor de
causar enojo al Gobierno, que ahora muchos medios digitales practican la
autocensura, habiendo cerrado los foros de comentarios para no pasar por el
engorroso criterio de los filtros. Un artículo de la reciente Ley contra el Racismo
y Discriminación es terminante: aquel medio que publicare una declaración de
tal índole corre el riesgo de ser clausurado. Como un omnipresente bozal que se
ha puesto a las publicaciones y especialmente para los programas en vivo, es preocupante
cómo van escaseando los espacios de opinión y debate en televisión y radio.
Ahora los que quedan se ven forzados a recordar a sus invitados que está en
vigencia la susodicha ley y que deben cuidar su lenguaje, antes de empezar cada
programa. El reciente caso de la diputada Adriana Gil (acusada de insultar a
Evo Morales) nos da una idea clara de cómo se pretende acallar la libertad de
expresión, a título de una supuesta lucha contra el racismo.
Definitivamente vientos de cambio soplan en
nuestro retorcido estado plurinacional. Hay signos preocupantes de que vamos
camino a transformarnos en lo más cercano a regímenes totalitarios,
autocráticos o dictaduras, como los gobiernos de Irán, Cuba, China o Venezuela,
que no por casualidad son grandes amigos y aliados de nuestro gobierno. Solo
que acá, todo se hace siempre vociferando a todo pulmón que estamos en
democracia. Un gobierno militar de los ochenta, al menos tenía la sinceridad de
advertir a sus críticos de que caminaran con el testamento bajo el brazo. Con este régimen nadie sabe a qué atenerse.
Ahora mismo, está en plena elaboración una ley
para regular y controlar las redes sociales, especialmente Twitter y Facebook,
los dos campos sospechosos de los ataques a Evo. Por extensión, se pretende
coartar a todo espacio de opinión, incluyendo los blogs. Sería difícil y caro
monitorear al más de un millón de internautas bolivianos, y más aún querer
encarcelar a algunos miles. No importa, eso es lo de menos, se busca ante todo controlar
el único medio de expresión que todavía queda libre en nuestro país. Ya tienen la excusa perfecta.
En vez de amenazar como si fuera el Gran Hermano,
haría bien nuestro Vice en salir más a la calle y tomar los rayos de sol que
encerrarse en su tenebrosa biblioteca a la caza de anónimos internautas. O
quizás dedicarle más tiempo a su joven y flamante esposa que seguramente se
aburre en el lecho conyugal. O de lo contrario, Evo se irritará de que el bolso
portabebés que les regaló no cumple su cometido. Evo cumple…¿y los demás?
Apreciado José: después de leer su entrada, concluyo que su vicepresidente ha tomado un boleto de ida a la locura, sin posibilidad alguna de regreso. Ni siquiera los chinos, con su paranoia heredada de la revolución cultural (qué nombre tan extraño para una extirpación masiva de cerebros) han conseguido ponerle freno a Internet, lo más parecido a una reacción en cadena que he visto en mi vida. También han sido inútiles los intentos de los cubanos, herederos a su vez de las técnicas estalinistas de vigilancia y control. Así que despreocúpese:todos esos intentos serán tan patéticos como inútiles.
ResponderEliminarEso de recostarse de un lado no es tan inconsecuente como parece, amigo José. Yo he descubierto, tras larga práctica, que si mientras estás recostado de un lado piensas con ganas en una cosa o persona, después puedes encontrarle una perspectiva diferente cambiando de lado en la cama. Ensáyalo. Piensa en Evo cuando estés recostado sobre el lado derecho y en Morales cuando estés recostado sobre el lado izquierdo, que es, creo recordar, el lado preferido de Funes el Memorioso. Te saldrá una imagen en 3D. Pero a otra cosa: siempre me ha parecido que las leyes o normas para garantizar alguna libertad o derecho pueden muy fácilmente ser aprovechadas para negar justamente lo que dicen defender. Una ley para amparar la libertad de prensa y la dignidad periodística, por ejemplo, se utilizará en no pocos países que conozco para amordazar a los periodistas y poner de rodillas y en posición invitante a los periódicos/canales/radios.
ResponderEliminarCuánta razón tiene, amigo Gustavo. Todos los esfuerzos del gobierno de querer controlar internet serán impracticables por los enormes recursos ademas de tiempo que se requieren. El problema está en que nuestros ilustres revolucionarios se lo toman muy en serio todo este asunto: ya se está empezando a debatir en el congreso una ley para “castigar” a quienes insulten al supremo lider de la revolucion plurinacional. Tal es su estampa de divinidad que cualquier critica o repudio a sus disparates y actitudes prepotentes es asumida automaticamaente como insulto. Peligroso es además que el vicepresidente haya efectuado tales declaraciones ante una muchedumbre de campesinos cocaleros, con el propósito de atizar odios contra los “privilegiados” que tenemos acceso a internet. Muy maquiavélico es el personaje en cuestión.
ResponderEliminarJe je, gracias por la recomendación, estimado Lalo. Yo procuro recostarme del lado derecho para no añadir presion adicional al corazón, y simpre lo he hecho como si fuera un acto reflejo. Aunque ultimamente me he acostumbrado a dormir de barriga, porque me pasa alguna vez que durmiendo de costado he tenido sensaciones horribles de caer al vacio, despertando inmediatamente, algo aterrorizado. Un pariente me ha dicho que son signos de posible “desdoblamiento” y otras cuestiones metafisicas de las que yo no creo ni un ápice. Eso sí, envidio a quienes pueden dormir de espaldas, a pesar de los esfuerzos nunca lo he conseguido.
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