Como alguna vez confesé, los feriados y demás
días festivos me sumergen en la modorra, en la apatía generalizada, a veces
rondando la depresión. Es cuando menos quiero hacer valer mi derecho a la
pereza, aunque parezca contradictorio. Unos rezan y ruegan porque llegue el fin
de semana y por poco lanzan cohetes cuando en el noticiero recuerdan que tal
día es festivo u ocioso por ley. Pucha, que a mí me jode que a mitad de semana
se trastoque el ritmo de la existencia, como un coitus interruptus de la
normalidad. Ahora mismo estaba enfrascado en acudir continuamente al gimnasio
para batallar con los fierros, pero mi voluntad fue dinamitada por el anuncio
del Corpus Christi, una paja de religiosidad que hasta ahora no entiendo para
qué sirve realmente. Entretanto, decenas de devotos madrugan para, enfrente de
algunas iglesias, elaborar sobre el pavimento gigantescos mosaicos religiosos
con flores. Ya quisiera ver ese mismo espíritu de laboriosidad con el
desarrollo del país.
Así las cosas, con el ánimo irritado y las
fuerzas por el suelo, me consolé devorando un montón de frutas, especialmente
después del mediodía. Recordé de pronto que como este día se celebra la
eucaristía, la gente consume ciertos frutos a modo de tradición, de ahí que en
los alrededores de los templos se instalen puestos ofreciendo cacahuetes, uvas,
mandarinas, manzanas, rosquetes y el conocido chambergo de azúcar. Que haya
disfrutado de tantos productos de la Pachamama es pura casualidad, jamás le
digo que no a un postre de frutas aunque me haya llenado con un almuerzo
suculento.
Promediando las tres de la tarde, bajé al
departamento de mis primos para observar el partido entre Uruguay e Inglaterra,
de antemano el duelo futbolístico pintaba para una tarde épica. Nuevamente fui
tentado por una canasta de frutas y maníes que mi tía nos ofreció a todos los
chavales, prácticamente con los ojos
clavados en la pantalla del televisor. De allí no nos movía nadie y solo
hacíamos pausa para alargar la mano y hacer crepitar de rato en rato las
cáscaras del maní como unos autómatas. A momentos soltábamos interjecciones y murmurábamos
comentarios como los mejores entrenadores del mundo. Como en nuestros tiempos
de la infancia fuimos inmensamente felices por noventa minutos, ajenos al
trajinar del reloj y al murmullo de las cortinas sacudidas por un viento calmo.
Celebramos y aplaudimos las lindas jugadas y
los generosos lances de pundonor que dejaron ambas escuadras, pero el grito
estentóreo de uno de mis primos soltando su “¡goool, carajo!”en la agonía del
partido por poco sacude los cimientos de la casa. Ahí nomás quedé en evidencia
de que soy un pecho frio, a pesar de que en el fondo me alegró sobremanera el
segundo gol uruguayo, pero no me salió ningún grito ni otra expresión
espontánea, salvo agitar un puño bastante rabioso que para otros hinchas sonará
a festejo blando. Y eso que los charrúas son mi equipo favorito de toda
América. Después de esa mínima inyección de adrenalina quedé bastante provisto
para el resto del día. El siguiente partido ya no me intereso más. Antes
procuraba no perderme ningún partido de los mundiales. Ahora con algunos muy
puntuales, especialmente entre las potencias, me doy más que satisfecho.
Cerré la tarde y las primeras horas de la
noche oyendo un disco de un grupo que acabo de encontrar husmeando en internet.
Aunque no soy muy devoto del rock progresivo pero el virtuosismo de esta desaparecida
banda me ha dejado anonadado. Rock con mucha altura, cuesta creer que haya sido
generada por músicos bolivianos. Lo más curioso es que son unos auténticos
desconocidos, incluso por mí, dada mi curiosidad insaciable ni sospechaba de su
existencia. En la década de los setenta, por lo visto, se produjo rock de
calidad con sello nacional. Ahí tenemos a Wara con su excelente y extraño álbum
psicodélico denominado El Inca (1973), aunque luego la banda se inclinó por el
folk. Sin embargo, el trio Clímax fue capaz de sacar el álbum más conceptual y
perfecto en lo que a rock nacional se refiere, una auténtica obra maestra es Gusano
Mecánico (1974). Lástima que haya durado un parpadeo, un relampagueo fulminante
sacudiendo las vibras de los jóvenes de la época. Quizá fue mejor, haciendo
honor a su nombre. Gracias a la tecnología y el aporte de gente generosa, los jóvenes
de hoy podemos disfrutar de esta exquisitez. He aqui una muestra de su música:
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PS. Si les convence pueden bajarse el album completo, hasta sacan una version magnifica del clásico "Born to be wild" de Steppenwolf (clic en la pestaña Saltar publicidad y listo, Calixto)
Apreciado José: su contagiosa desazón me llevó a recordar unos versos del poeta colombiano Porfirio Barba Jacob : " Hay días en que somos tan frágiles/ tan frágiles". Esa sensación se incrementa los días feriados y los domingos por la tarde. Por eso se programan jornadas futboleras en esas fechas y horarios. Pero, por lo visto, esa droga insuperable que es el fútbol no alcanza a calmar su desasosiego. Por fortuna tiene la música. Rockero impenitente como soy, puedo dar fe de sus alcances terapeúticos.
ResponderEliminarPor eso mismo le agradezco las canciones compartidas. Todo un descubrimiento para mí.
Mil perdones por la tardanza, amigo Gustavo. El desasosiego es mi mal recurrente, a pesar de tener una salud física excelente. El sábado fue feriado de nuevo (por aquello del año nuevo andino) y me desenchufé totalmente del mundo y sus tentáculos, sumergiéndome en lecturas que tenia atrasadas, y afortunadamente el futbol sigue dando alegría con sus sorpresas mundialistas, lamentablemente solo tiene un efecto efímero. Celebro que le haya gustado mis sugerencias rockeras, al igual que le estoy agradecido por habernos hecho conocer ese macanudo “colombian jazz” de la banda Puerto Candelaria.
EliminarResignación y autoconsuelo, José. Tan solo eso nos queda ante tantos feriados (absurdos, pajeros casi todos) celebrados d formas tan curiosas como esos "pavimenteros religiosos" q describes y q bien se merecen unas buenas patadas en el culo. Verdaderos yacimientos para la antropología y la fina psiquiatría. Allá ellos.
ResponderEliminarLa música, durante esos nos quiebres anímicos ayuda siempre claro, como reparadoras caricias imperceptibles. Ahora, d los Climax nunca había oído nada. Husmeando en los links sufrí como perro en noches antiguas d Sn Juan.. Nunca gusté del rock (es q a juicio d mis orejas, esos disonantes ruidos escapan a la función propiamente "reparadora" q uno espera d la musica). D Wara prefiero ignorar sus ruidosos orígenes y me quedo con su tiempo mas o menos reciente: Encuentros, Kollita, y algunos kaluyos y huayños ricamente interpretados en su estilo. Dolió mucho verlos prestarse a la voluntad del Apu y cantando esa oda a la coca..pff!
Bueno bueno.. Ya sabemos q gustos los hay multicolores, y el sadomasoquismo comprende tb espacios auditivos q hace felices a infinitas multitudes.
Ya q tb estamos en tiempo d sagrado futbol, t dejo un link con un gran ejemplo d maliciosa pulcritud, "diatriba filosófica" en propias palabras d su autor. Elegancia pura. Nada q ver con esos viles mamarrachos cuyas parrafadas biliosas las conozco bien. Q la disfrutes, si no la leíste aún. Abrazos, José.
http://www.lostiempos.com/lecturas/varios/varios/20140622/en-contra-de-cristiano-ronaldo_263626_577136.html
Ja, al revés prefiero a Wara de los primeros tiempos, eran más temáticos y profundos, con esa fusión de rock y folk. Ciertamente “Kollita” es una joyita y algunos otros temas que tienen bastante calidad, pero el resto es pura medianía. No entiendo tu sufrimiento con los temas que sugiero de Climax, no especificas si es por la dificultad de bajar el disco o no te han gustado simplemente. Pero si es rock conceptual, más bien melódico, y por tanto una delicia para los oídos (todo el álbum es de una calidad tremenda, por lo menos para mi gusto) muy lejos del heavy metal o cualquier variante ruidosa. Me late que te ha salido tu lado Hyde sin darle una oportunidad siquiera. Muchas gracias por el link del artículo sobre Cristiano, ya lo leeré con calma, de solo saber que es de la pluma fina de Villoro ya sé que es una joya. . Te correspondo el favor con otra crónica regia sobre futbol también, acerca del malogrado arquero Robert Enke. Elegancia pura, como bien remarcas, tacto, sensibilidad, erudicion, verdadero maestro es el mexicano.
Eliminarhttp://etiquetanegra.com.pe/articulos/enke-el-ultimo-hombre-muere-primero
Mi lado Hyde! juas! ese mas bien me sorprende con sus finuras musicales. Verás, estimado José, ningún problema hubo con abrir los links.. (sufrí como perro) en medio de estruendosos petardos, matasuegras y cohetillos, quise decir.. La culpable d ese mi lado perruno tiene por nombre Camila, una diabólica violinista d muy dulce voz pero tb muy bocasucia, traviesa pintora y para colmo etérea bailarina. "Tienes un buen oído, no mierdita?", me dijo un buen día -enteramente dedicado a los arrumacos y a desnudar músicas exóticas- esa mi noviecita del laredo mientras me desasnaba con esa magistral Construcao d Chico Buarque.. Mis orejas, además d grabarse sus musicales enseñanzas, se creyeron esa revelación. Fue entonces q me hice despiadadamente maniqueo.
ResponderEliminarQuise encontrar el gusto q describes en esas piezas, pero nada.. cualquier cosa, una bulla sin orden ni concierto. Y entre disonantes planos y hasta insólitos Gongs! (tema del gusano, pa q veas q me tomé bstante tiempo), evoqué hasta aquellas espectaculares bandas del Chavo, el Quico y la Chilindrina.. q solo se salvaban por chistosas. Malísimos mis gustos, supongo. Q le vamos a hacer, algunos "placeres" no son para todos. Y yo, definitivamente paso d esa musiquita psicodélica d los 70's, con guitarras electricas rasgadas d un modo perturbado, caótico, claramente lisérgico. Por eso lo d sufrir como perro: hendrix, lou reed, santana y otros.. me resultan simplemente ininteligibles.
Bueno, mejor me retiro a evocar a esa dulce bocasucia en el apacible bullicio d Buarque. Abrazo.
ps: gracias por el link, dramática historia la d Enke, y muy buena aproximación a la psiquis d un portero futbolista. El gran problema es q el futbol, a medida q se volvió otro vulgar y multimillonario negocio, dejó d ser divertido. Pa los mismos actores y pal publico. Ya no hay más locos Gatti, ya no hay Garrinchas ni geniales Higuitas. Tan solo quedan atribulados muñecos cual esclavizados títeres: tristes anoréxicos d espíritu, por motivos "profesionales" como C.Ronaldo, o bulímicos como Messi. Cada vez menos traviesos, cada vez más neuróticos y hasta muy tristemente, suicidas. Brutal.
Gracias por la generosa aclaración, estimado amigo. Nadie te puede acusar de filisteo por tus gustos musicales, aunque sean maniqueos como confiesas, respetables de cualquier modo. Al igual que tú, paso del rock psicodélico o lisérgico o como quieran llamarlo, solo me gustan algunas canciones concretas, tampoco tengo paciencia para aguantar esas largas sesiones de esos supuestos genios que al calor de las drogas parían trabajos inentendibles. Mira tú, Hendrix por muy genio que haya sido no me entusiasma. Santana será un virtuoso de la guitarra pero su música no me gusta nada, tanto escucharlo a la fuerza me aburre. Igual me seduce la bossa nova, pero no tengo tan refinado el oído. Esporádicamente oigo a Vinicius de Moraes, Jobim y alguna vez a Chico Buarque. Plenamente de acuerdo con tus apreciaciones sobre el futbol: desde que lo han convertido en un negocio va perdiendo brillo y esencia. Mira a la actual selección de Brasil, con juego horrendo, peleada con su tradición. Garrincha debe de estar revolcándose en su tumba. Abrazos.
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