Pero si somos todos unos campeones (datos del PNUD) |
Estas semanas de plena efervescencia
electoral, la arena política se ha convertido en un vergonzoso circo donde
llueven los escándalos de toda índole, confirmando la percepción de que la peor
gente se dedica al ejercicio de la política. En los últimos cinco años, ya
hemos visto desfilar la enorme cantidad de “servidores públicos” (especialmente
de filas oficialistas), pillados por borrachos, corruptos, ladrones, extorsionadores,
narcos, golpeadores hogareños, acosadores y hasta violadores. Pero es de especial
interés la polémica que se viene suscitando a raíz de que candidatos a
diputados y senadores se han tenido que bajar del carro ante la presión social,
por hacerse público sus aficiones de
andar entrenando al boxeo con el cuerpo de sus parejas.
Sin embargo, como vivimos en el paraíso de la
hipocresía, no extraña que el gobierno haya movilizado a sus activistas,
algunos muy bien camuflados, para defenestrar a cuanto opositor asome la cabeza
más de la cuenta, poniendo énfasis en casos de violencia intrafamiliar, que como
bien sabemos es una lacra difícil de extirpar y de la que no se salva ni
siquiera la clase pudiente, como han revelado algunos audios sacados a la luz,
que además de desnudar actitudes machistas y patriarcales, muestran lo bien
organizados que están los servicios de espionaje estatal. Eso sí, mandan a sus
periodistas y otros opinólogos a montar sendas tertulias en televisión y atizan
las redes sociales para condenar al contrario, pero bien que se callaron ante
el caso idéntico de un senador suyo, escudándose en la treta de que era un
proceso de ámbito privado, a pesar de que se filtraron algunos detalles sórdidos
de la causa judicial presentada ante un juez de familia. No tienen inconveniente
en filtrar los trapitos sucios del enemigo y, al contrario, encarcelan a la
velocidad del rayo, a un opositor que presentó una grabación donde se escucha
al presidente Morales jactarse de que la cumbre del G77 tenía un propósito
puramente electoral, como ya presuponíamos muchos.
En cualquier caso, es una excelente estrategia
distraccionista el agitar un tema tan sensible. Viene bien marear la perdiz
para tener ocupada a la población en los pormenores de culebrón mexicano, entretanto
se soslayan la economía, la inseguridad, el desempleo, el narcotráfico y otras
problemáticas de urgente necesidad. No pretendemos minimizar el asunto, pero
como todo escéptico que se respete, a mí no me conmueve toda esa ola de
reciente indignación y fusilamiento mediático contra todos esos cavernícolas Warmich’allpas que pretendían acceder a
puestos de poder, sean de cualquier bando. La experiencia demuestra que tanta
alharaca no es más que un aparatoso rasgamiento de vestiduras para darnos un
barniz de civilizados. La condena moral es solo coyuntural. Pasada la resaca electoral
y con el caudillo re-reelecto, otra vez celebraremos sus chistes machistas y
misóginos, y seguiremos otorgando perdón a algún politiquero por sus
declaraciones aberrantes sobre las mujeres: “el Ciro (un bruto candidato a
senador cochabambino) no tiene experiencia en política, hay que disculparle”.
Como seguiremos tarareando las vulgares coplas sexuales de Los Kjarkas -calificados
por otro escritor masista como eximios exponentes de la picardía local-,
tolerando que algún viejo verde siga sobando a sus subordinadas, disculpando
que algún asambleísta deje el ojo morado a su novia, o haciéndonos a los sordos
cada vez que concejales rurales ejerzan el acoso político contra mujeres
colegas hasta extremos de rondar el asesinato. El machismo lo heredamos desde
la cuna, desde aquella fémina que perdona a su agresor justificando que es por
amor, o desde esa madre que aconseja al hijo que debe sentarle la mano a la
nuera para que lo respete. Ni con leyes específicas y dizque ejemplares para el
mundo vamos a revertir la situación.
Ayer mismo por la noche, veía a una guapa
abogadita (por lo jovencita) efectuar un oportunísimo análisis contra la
actitud de tolerancia y complicidad del principal líder opositor, que buscaba
proteger a su subordinado político acusado de golpear a su mujer. Y uno medianamente
se pregunta dónde estaba esta Juana de Arco de los Derechos de la Mujer cuando
el presidente hacía la corte a sus ministras con sus repulsivas coplas
carnavaleras. Dónde estaban los referentes morales que desde hace años
brillaban por su ausencia y hoy curiosamente brotan como hongos, dispuestos a
escudriñar hasta el último recoveco del alma de los políticos cuestionados.
Entre aquellos, sobresale un antiguo portavoz de un partido de derecha, reciclado como sesudo analista de última hora, evista solapado que acaba de
montar el chiringuito en un canal paraestatal, medio que aunque se esmere en mostrarse
imparcial en sus “noticias creíbles”, a nadie le queda duda de que su director
es un periodista al servicio del gobierno, como quedó desenmascarado por otro colega
que hizo honor al oficio.
Así las cosas, es impresionante el montón de
académicos, columnistas, artistas y escritores que han sido tragados para la
causa del oficialismo o, en algunos casos, seducidos gratuitamente por el
“inconfundible liderazgo” del cacique. Desde politólogos changos hasta presentadoras
aspirantes a doctorados PhD., que no cesan de alabar la retórica populachera a
título de “dotes comunicacionales” de Su Excelencia; lectura de la realidad que
parece estar únicamente al alcance de quienes ostenten tan rutilantes cartones.
Otros se inventan negocios de opinión para recibir auspicio gubernamental, como
el espacio televisivo “Esta casa no es un hotel”, ridículo cartel para un programa que se las da
de inteligente tribuna de análisis político, cuyo panelista estrella era un
seudointelectual apologista del gobierno, un barbudo imberbe con acento
españolizado que indefectiblemente ha sido premiado con una candidatura a
diputación segura. No extraña considerando que cualquier graduado de
universidad extranjera se constituye al instante en una inspirada lumbrera en
este país de postrados analfabetos. Así hizo sus primeros pinos en política el actual
vicepresidente, de analista coyuntural a luchador social de escritorio, porque
de marchar de cara al sol o masticar coca ni en broma. Evo Morales se dejó
encandilar por su verborrea grandilocuente y ahí lo tiene de compadre, socio y
confidente, pegado como una lapa. Encima,
cualquier plumífero foráneo viene a darnos cucharadas de nuestra propia
historia. Ningún académico paracaidista, por muy estudioso o investigador que
sea, puede pretender venir a explicarnos cómo hemos vivido en nuestra propia
tierra. Como si alguno de nosotros pretendiera enseñar las artes de pesca a un
gallego. Que conocemos bien a nuestros políticos y dirigentes, y sabemos mejor
que nadie de qué tela están cortados.
Apreciado José: doloroso pero ahí vamos, cabeza a cabeza, colombianos y bolivianos en una cabalgata de la deshonra. Con un agravante: en muchos de los casos, las mismas afectadas tienden a justificar la agresión diciendo que la provocaron. Y si los agresores detentan alguna clase de poder, las explicaciones podrían formar parte de una antología de la infamia, al punto de que los victimarios terminan convertidos en " víctimas de las circunstancias",según el lenguaje sinuoso al uso.
ResponderEliminarCaramba, ni había reparado en que los colombianos son subcampeones en aquello de sonar a sus mujeres, simplemente me concentré en el hecho de que Bolivia por fin es campeón en algo, ¡vaya honor que atesoramos!, pero claro, no he oído a ningún activista, ni mucho menos algún personero reflexionar sobre estas estadísticas que nos pintan bien como una sociedad salvaje, todo es mirarse el ombligo sobre lo bien que bailamos, lo bien que tocamos el charango, lo bien que comemos y demás pajas de folclore local . Yo me he impresionado con la seguidilla de ataques con ácido a mujeres en su país, aquí no ocurre eso, pero tampoco estamos tan lejos, ya que no es raro que algún hijo de puta le prenda fuego a su mujer o la mate a martillazos o picotazos, a veces en presencia de los hijos, que se han dado casos en que estos también son asesinados. Violencia intrafamiliar y alcohol están muy relacionados y como este es un país de chupacos ahí tiene las consecuencias.
EliminarLa excelencia no requiere elogios. De modo que mientras más nutrido y estentóreo sea el coro, más hipócrita y corrupta es su motivación. Esta es una ley de la vida política desde antes, mucho antes, de Pericles. Por principio, conviene no creer en elogios , salvo que sea del valor artístico de un gran actor, la belleza de una mujer o el sabor de un plato bien cocinado.
ResponderEliminarJa, la excelencia esta mal vista en Bolivia, se desprecia la meritocracia, por eso cualquier vivillo es autoridad. Ay, si supieras la cantidad de homenajes y premiaciones que se efectúan en la Bolivia de Evo, se condecora por cualquier tontería, por cualquier burro que haga sonar la flauta. Cualquiera puede sentirse héroe con un pedazo de hojalata en el pecho.Todo son lisonjas y zalamerías a los jefes, caciques y jerarcas, es algo cultural porque de las atenciones que se prodigue dependen los favores o la buena voluntad de los gobernantes. Sirva como ejemplo que en nuestro país las universidades se disputan a Evo para concederle doctorados honoris causa, a pesar de haber declarado que estaba orgulloso de no haber ido a la universidad. El caudillo, sin embargo, se ve feliz cada vez que le ciñen la toga y el birrete. Los títulos siguen llegando, creo que ya han sobrepasado la veintena.
EliminarNotable y nutrido texto, José.., has azotado d un manotazo a varias ratas.. Ni la oronda doctorita ph.d d ni el gangoso del hotel, ni el cobarde iturri se han salvao!!
ResponderEliminarHa sido (tele)evidentemente, una semana de intensos asquitos. Primero,navarro chillando inocencia como caprichosa niñita. Luego, esposado y lloriqueando a lo magdalena, el 'millana' orellana, el repulsivo semianalfabeto q hizo "notable" carrera matufiando documentos.. Despues: lluvia d tertulias justicieras = aparecieron d la nada, quichicientas gallinas 'expertas' cacareando por igual y a granel acerca d sus desgraciadas congéneres. Entre ellas, jorge richter.., crispín eneferista ayer y hoy, bien gracias!, y como si nada aparece.. d evista apasionado. Cero principios. Y pa coronar la candente efervescencia: juan desgranado en la red uno, junto a la siempre dable y ardiente adrianita..Pobre favor se hicieron al acudir a ese foro y demostrar q como binomio, aglutinan solo a pestilentes tránsfugas o desechados masistas. Tonto y simplón él, y totalmente descocada (por despechada msista) la suculenta camba.. (por cierto, José, leí antes con mucho asombro, tu generoso texto sobre ella).
Esos los eternos padres y pirujas d la patria: ni entereza ni decoro! O abusivos maricas o delincuentes comunes; o como adrianita: ultrajinadas pirujas sin tantita verguenza. Así las cosas, viento en popa para la infamia. Larga vida al narco!! RIP Bolivia. Abrazos.
ps: 1. solo por in(sana) curiosidad, José.. Es q me perdí el chow..¿quién es esa guapa doctorita, la primorosa pero tardía Juanita d Arco? es q Jekyll se conoce algunas arribistas mamacitas leguleyas (viles ratas todas, claro) desde sus más tempranos y suculentos añitos, como esa q hoy defiende a capa y espada a millonarios maleantes auteros d toyosa y loteadores d consarq.. Oremus. 2. Con el tema d los garrotazos intrafamiliares, me permito aquí unas ambrosianas licencias: Por mí q se pudran tanto los ch'allpadores crispines como sus garroteadas fulanas. Q cacaree quien quiera, pero exceptuando familia inmediata, me tiene sin tantita pena los casos d las fulanas masacradas. Esencialmente, el problema son esas mismas fulanas, ellas solitas, porq se escogen pues a "honorables" crispines pa maridos. Además, son tiempos d equidad, ¿o no? Pues q la apliquen entonces. Quien no para semejantes afrentas a tiempo, está pidiendo a gritos más y mejores humillaciones, en intensidad y frecuencia.. Porque quien calla y se agacha ante el abuso, es obvio q no se respeta y por tanto, tampoco merece respeto. Ahora bien, d q a alguna hueca fulana le guste aquello de masoquistas y recurrentes muestras d contundentes cariñitos, ya es cantar d cantares. Hace falta por supuesto madurar como sociedad, y sobre todo dejar la doble moral. Criamos intencionadamente legiones d mujeres ñoñas, superfluas y bobaliconas como floreros, y luego: aullamos a los cielos clamando justicia y leyes cuando las pegan y se dejan pegar.. Merecido se lo tienen esas fulanas. El grueso del remedio, radica a nivel familia: se debe inculcar por igual (tanto a niños como a niñas) q el respeto lo exige uno mismo y en el acto; y tb a defenderse apropiadamente, claro, d atorrantes alimañas. Sobran los floreros y los ñoños y las ñoñas, pendientes d sus cabellitos, d sus uñitas y sus zapatitos..pff! Más útil les sería, en especial a las delicadas fulanas, el saber romper huesos y hasta la desubicada crisma, a esos 'machitos' crispines. Y q no nos vengan con eso d las diferencias físicas...q pa eso está el pedagógicamente cercenado ex-marido d la temible Lorena Bobbit. Hombre o mujer..Con astucia o con fuerza, a las buenas o las malas, el respeto hay q finalmente imponerlo. Pero a causa d esa grave carencia, hoy, en Bolivia y en el mundo, pues vamos como vamos. 3. Espectacular la biblia ambrosiana.. pillé lo d fertilizantes humanos en Aborígenes..ja! Amor, Aplauso, Ardor.. igualmente oscuras y muy sabias definiciones. y apenas comienza! Una joya, como el diccionario del cholo ilustrado, d Paulovich. se agradece.
Ja, ya quisiera yo tener el talento para ejercer una diatriba tan ocurrente como el señor Hyde, lo digo desde el respeto y nada de zalamería, que desafortunadamente es un vicio muy altoperuano y especialmente rastrero en la Bolivia evista, tal como ilustran los quichicientos homenajes y “análisis” que efectúan serviciales intelectuales y escritores de toda laya. Si hasta Mesa, otrora respetable historiador y académico, alabó la “claridad meridiana” del cacique con respecto a la temática marítima, bien que recuerdo haber leído. En el fondo, son buenos aliados, que trapitos sucios tendrán entre ambos en aquella coyuntura de la guerra del gas. Es decepcionante, no hay referentes morales o intelectuales, salvo excepciones, claro.
EliminarMe has pillado en lo de Adriana Gil, no tenía intención de defenderla a ella, sino denunciar el abuso y atropello que hacían los masistas por intentar expulsarla del parlamento, me agrada su espíritu combativo, pero eso no quita que le tenga antipatía y descofianza por su pasado masista. En eso tienes razón, hay que ser estulto o ingenuo para involucrarse con el poder masista. Su alianza con Juan sin miedo, demuestra nomas que es bastante ingenua, qué pretenderá la niña camba.
Respecto a la abogada, solo recuerdo sui nombre, Alejandra, primera vez que la veo en la tele, bastante guapa sin ser una beldad, salió en ese nuevo programa de Richter donde soltó su análisis bastante ingenuo, seguramente es amiga del ex manfredista o de Susana Bejarano. Disculpa que no me haya explayado tanto. Saludos.