Este
miércoles a la medianoche termina por fin la campaña electoral más sucia que se
recuerda, y no precisamente por la guerra sucia entre los candidatos que es
rasgo intrínseco de la politiquería criolla, sino por el despilfarro
nauseabundo de recursos públicos en materia de logística y organización,
tirando la plata al agua porque ya se sabe quién es el alma de la fiesta y
quiénes los convidados de piedra. Aparte de haber arruinado el ornato de las
ciudades a plan de pintadas en muros, puentes y otros espacios públicos, los
partidos se esmeraron en dejar huella con sus banderines y carteles pegados al
tuntún por doquier. Como broche de oro, las
concentraciones de cierre de campaña distritales casi siempre terminaban en
jaranas, con actuación de grupos tropicales y con farras en medio de la calle,
como ocurrió hace pocos días con las juventudes masistas portando banderas y
botellas a pocas cuadras de la universidad estatal cochabambina. Hasta entonces
no había entendido aquello de que el organismo electoral promocione el día de
las elecciones como una “fiesta de la democracia”. Digno colofón para una
opereta que se viene cocinando desde hace tiempo.
Porque,
para empezar, las elecciones deberían ser nulas de pleno derecho, ya que el
principal candidato está inhabilitado constitucionalmente por su propia Constitución
para mayor paradoja. Si los líderes opositores, realmente defendieran los
postulados democráticos y tuvieran un poquito de amor por el país, no se hubieran
presentado a la contienda a modo de protesta y para dejar en evidencia al
caudillo, para que este se haga elegir en soledad aunque sea inventándose una
oposición de figurillas como suelen hacer Mugabe, Obiang y otros déspotas
alrededor del orbe. Triste el papel de unos partidos que le hacen el juego al
caudillo -legitimando su habilitación tramposa- al aceptar de buena gana su rol
de patéticos antagonistas.
Es
para llorar la mezquindad y ruindad de unos opositores que fueron incapaces de
conformar un frente común y ofrecer una alternativa seria a la ciudadanía. No
tomaron valiosas lecciones de la realidad ni del buen ejemplo de la experiencia
venezolana que, de no mediar fraude,
Maduro estaría de refugiado en una isla tropical. Nuestros políticos son
tan roñosos y rijosos que prefieren disputarse como perros famélicos las sobras
que caerán de la comilona oficialista. Como alguien decía, no importa el
destino de la nación, sino el afán sectario de gozar de cuotas de poder por muy
insignificantes que sean. Nada de extrañar en un país de caciques y
caciquillos.
Estas
son las elecciones más desiguales que se recuerdan. Decía que oficialmente hoy
cesará de emitirse propaganda electoral….por parte de la oposición, ya que el
gobierno a través de su ministerio de Comunicación, seguirá bombardeando acerca
de sus logros en todos los ámbitos; pueden apostar por ello. Las desigualdades
son tan abusivas que comienzan en el uso constante del avión presidencial para
la campaña y terminan en los vehículos oficiales de pequeños municipios siendo
utilizados sin sonrojo alguno, con innumerables denuncias y pruebas
fotográficas que no mueven ni un pelo a las dignísimas autoridades electorales,
que un día anuncian que prohibirán cierto spot, y al otro se desdicen como si
nada, argumentando solemnemente que el presidente candidato tiene todo el
derecho de seguir haciendo “gestión de gobierno”, no obstante la exhibición
descarada de banderas partidarias.
Estas
son las elecciones más caras de la historia. Es agobiante y terrible el
desparpajo con que “el partido de los pobres y marginados” le mete mano al
erario público para financiar su opulenta campaña audiovisual. Porque con
“aportes voluntarios” de sus simpatizantes apenas alcanzarán para costear los
banderines, calcomanías, carteles y el refresco de los activistas. Además, como
los candidatos a legisladores proceden de los “sectores humildes del pueblo” en
su gran mayoría, no son ricos precisamente, sin embargo, ahí está la maquinaria
mediática respaldándolos. Un candidato a senador de la oposición se quejaba de
que poner un simple spot que no llegaba ni al minuto de duración le costaría dieciocho
mil dólares por unos cuantos pases por día en una sola cadena nacional. En
contrapartida, no hay prácticamente canal de televisión que el gobierno no haya
copado con sus variados y completos spots, a todas horas y todos los días en
los últimos meses. De hecho, viene haciendo campaña desde hace casi una década
y a nadie parece importarle salvo a los dueños de los medios que se frotan las
manos por tener a un auspiciante que paga mucho más que la principal empresa
privada del país, de lejos. Millones le están costando al país la perversa y
grotesca operación electorera que es una suerte de compra del trono a plazos.
Cada vez más cerca el primer califato del estado pachamámico, con palacio nuevo
incluido.
¡Y
qué decir de los cierres de campaña!.... azorado he contemplado la energía
inagotable del caudillo que en un mismo día podía estar en tres lugares
distintos sin aparente cansancio. El domingo pasado, por ejemplo, participaba después
del mediodía del acto final en la ciudad de Tarija, con concierto al aire libre
amenizado por los cumbieros argentinos de Ráfaga. Al poco rato ya volaba hacia
Santa Cruz para que en horas de la tarde-noche sea ungido como miembro honorífico
de una comparsa carnavalera (brazo logiero de la rancia burguesía, antes
acérrima enemiga del régimen) bailando al son de su reina respectiva. Horas más
tarde se le veía sonriendo, dando pasitos de Morenada, en medio de una fiesta
de residentes orureños. El lunes tocó turno a Cochabamba, donde a partir de las
diez de la mañana se reunió a una inmensa muchedumbre de cocaleros y campesinos
traídos de todas las provincias del departamento; de tal manera que una vez más colapsaron la principal avenida de
ingreso a la ciudad, arruinando la jornada a los habitantes que vivimos en las
inmediaciones, siendo testigos en primera fila del gigantesco despliegue de
vehículos, policías, empleados públicos que “pidieron permiso a cuenta de vacación”
y demás gente que fue arreada de los barrios periféricos para aclamar al
evanescente líder, mientras era azuzado por el vocalista de Los Kjarkas (a quienes
el caudillo agradeció su desprendimiento revolucionario por actuar gratuitamente)
a canturrear a dúo, en medio del éxtasis de las groupies que gemían con el grito histérico de ¡Evo, Evo….! Pero el
colofón de la francachela fue el día martes, con otra muchedumbre, aún más
numerosa (un canal paraestatal titulaba “más de medio millón de personas”
transmitiendo en vivo) reunida en Santa Cruz para dar el toque final a toda la
campaña. Como no podía ser de otra manera, cerraron a lo grande con la
actuación de los mexicanos Bronco, traídos expresamente que a pesar de su
música hortera, no son ciertamente baratos.
Estas
son las elecciones más festivas, cirqueras y demagógicas de toda la historia.
La mayor farsa vista en mis tiempos. Menos mal que no salí en los sorteos de
jurados electorales, hubiera tenido que pagar una fuerte multa antes que
prestarme a ser otro tonto útil de la mamarrachada. Que no cuenten conmigo para
el domingo 12 de octubre. Votaré nulo por primera vez porque me lo dicta mi
conciencia. Por mí el país se puede ir al carajo. La democracia hace tiempo que
ha muerto y pocos parecen darse cuenta.
Bueno, ahora habrá que esperar al domingo y la semana que viene sabremos los alcances del paseo electoral de Evo. Caramba, ni siquiera un piloto profesional a punto de jubilarse tendrá tantas horas de vuelo como él! Leo en BBC Mundo la opinión del periodista Fernando Molina, quien dice que Evo "en la retórica es chavista pero en los hechos es lulista". No crees que esta percepción también explica en parte su éxito?
ResponderEliminarParafraseando a un escritor nacional, Bolivia desgraciadamente tiene una sociedad espantosamente básica, no es comparable con la sociedad brasileña, basta con mencionar el ejemplo de la indignación de los brasileños con los gastos excesivos en el reciente Mundial, en contrapartida, aquí la gente aplaude el despilfarro que hace el caudillo y no pasa nada, ni con los flagrantes casos de corrupción disminuye su popularidad. Ciertamente, su retórica rabiosa en contra del imperialismo, del capitalismo, etc le generan gran apoyo popular, pero en los hechos, su política económica es prácticamente neoliberal, su gran “nacionalización” de las empresas estratégicas es una verdad a medias porque solo ha renegociado los contratos con las transnacionales y muy pocas se han ido del país. A la retórica socialista hay que añadirle la intensa propaganda, el ambiente de jarana permanente (cumbres, verbenas, desfiles patrióticos, Dakar, el cuento del satélite, etc) y el supuesto reconocimiento del caudillo a nivel mundial, más la política de bonos a todo el mundo y tenemos una población autoengañada con los mendrugos. Lula no creo que haya sido tan demagogo ¿o si?.
Eliminar"incansable, inteligente y trabajador..", le dijo en el cierre de el Alto al cocalero, cantándole a los gemiditos el fementido chaqueño ese q impuso su mierdosa "la patria" como marcha militar y 2do. "himno nacional" oficiales. (!!) Y es q se entiende claro: dale cocaína a un vulgar mono y lo tendrás más energizado q conejo con duracells. Probadamente imbécil, probadamente flojo (quienes saben, afirman q el trompetero nunca labró un ápice d sus chacos) y evidentemente narcotizado. Simple es su secreto para mostrarse cual sobrehumano atleta.
ResponderEliminarCalifato.. , apropiado como nefando para definir lo q vemos a los pies del gran mono. Y lo d los cambas no deja d sorprender. "Destroyers es un club hecho por familias tradicionales d Sta.Cruz, Señor presidente..", decían pa 'encarecer' la agachada y agrandar la caridad del sumus homínidus. Ignoro cuantos billetes lograron así esos lameculos pa su "Centro de alto rendimiento". Otra muestra d q los magnos 'estadistas' cocaleros dieron como nadie antes en el clavo: ante una jungla d idiotas y monos (ergo alegres, borrachos y drogos), basta arrojarles música, pelotas, alcohol, psicotrópicos y algunos mendrugos. Satisfechas así las 'mayores' necesidades, como dios queda pues el mono amenizador y sus secuaces.
Emputa infinitamente, aunq votemos -como bien lo haremos- nulo, claro, tener q acudir a la farsa electoral pa evitarnos las sabidas sanciones civiles.
Ya es hora d q vuelva la peste, pero más negra ésta vez. No la del Ebola, porque con esa conviven felices los monos y los ingenieros d laboratorio. O mejor q el planeta se revuelva entero, pa sacudirse d una vez los sapientes piojos. Abrazos, José.
Si los indicios son ciertos, y se confirmaran el domingo, todo el oriente rebelde y autonomista se habrá sometido y he hará venia al caudillo, por los efectivos morlacos que caen de sus manos. “Tengo la seguridad de que ganaremos en los nueve departamentos” leo oí decir en uno de esos cierres de campaña, y además con el 70% según sus cálculos, lo que me huele a un posible fraude. Como sabemos, hasta los muertos van a votar, ya que al tribunal electoral no le dio la gana de depurarlos argumentado razones administrativas. Y ni hablar del voto comunitario, amenaza del chicote mediante, al que tristemente no irán a observar los eminentes observadores internacionales que estarán a gusto recorriendo algunas calles céntricas y no muy lejos de sus hoteles, para que al día siguiente alaben la “madurez, responsabilidad, espíritu tolerante” y otras pajas de la supuesta democracia boliviana. Pobre paisito tenemos. Saludos.
EliminarDescanse en paz, apreciado José.
ResponderEliminar¿El vocalista de Kjarkas? ¡ Carajo, pero si ese grupo está por estos días en Pereira, Colombia, apreciado José! ¿ Acaso tienen dobles, como las estrellas de cine en las escenas de alto riesgo? ¿ o como se sugiere en la película Doble o nada , de Jaime Chavarri, que pasaba con Gardel durante sus momentos de cansancio o depresión? A propósito, en el filme se insinúa que fue el doble quien murió incinerado en Medellín y de ahí en adelante al " Zorzal criollo" le tocó mantener la farsa hasta el fin de sus días.
ResponderEliminarPerdóneme por desviarme de la esencia de su entrada de hoy, pero me parecen más sustanciosas estas historias que las miserias políticas, tan parecidas y predecibles en todas partes que a duras penas cambia el decorado.
Ja, no seria raro que les hayan dado gato por liebre a los pereiranos, estimado Gustavo. O quizá Los Kjarkas tendrán un don especial para estar en dos sitios al mismo tiempo. Como sea, el hecho es que los vi el lunes pasado canturreando para el caudillo y quizá más tarde volaron para Colombia. No sabía que eran también unos artistas para el desdoble. Por lo demás, le agradezco el apunte sobre Gardel, y me despeja la mente para no tener que estar mentando otra vez a la politiquería, además en estos días, reina en el país un “silencio electoral” impuesto por el tribunal electoral para que tengamos todo el tiempo de reflexionar, dicen.
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