La Bolivia dolorosamente elemental volvió a
hacerse patente, acudiendo disciplinada y sumisamente a la mayor pantomima de
nuestros tiempos para otorgar otro cheque en blanco al caudillo. Solo en una
sociedad que no ha superado sus taras fundacionales se puede explicar el
notable éxito de un liderazgo insólito, prácticamente sin apenas desgaste, a
pesar de los innumerables escándalos de corrupción, campante narcotráfico, subordinación
de la justicia, atropellos a los derechos humanos, acoso a la libertad de
prensa y otras señales claras de autoritarismo.
En cualquier país mínimamente civilizado, un
gobernante de estas características no duraría tanto. Solo en una sociedad
ingenua y atrasada (con resabios de salvajismo incluso), sin haber alcanzado
suficiente complejidad de su tejido social, y sobre todo un mínimo desarrollo
educativo, un fenómeno como el populismo redentor de Evo Morales puede echar
raíces y medrar tan a gusto. No otra cosa se puede esperar del país que menos
invierte en salud y educación de toda Sudamérica. Bastará con el dato lapidario
de que el Índice de Desarrollo Humano este año nos sitúa en el puesto 113 (Plurinational State of, dice bien
clarito) a nivel mundial. Hasta el difuso estado palestino con todos sus conflictos
intrínsecos y el inhumano bloqueo
israelí se ubica unos peldaños por encima de nosotros. Solamente El Salvador,
Guatemala, Nicaragua y Haití, con todos sus historiales de pobreza y guerras
internas, figuran por debajo en todo el continente americano.
Evo Morales es el mandamás perfecto para una
nación perfecta, acostumbrada secularmente a obedecer. Espejo en el que se mira
un pueblo acomplejado, plagado de sentimientos de inferioridad, supersticioso
hasta límites insospechados y esclavo de instintivas pasiones que encuentra en
la fiesta, en la veta colorinche del folclore, en la construcción de mitos y otras
idolatrías, la consecución de caros
anhelos y logros colectivos. Un ambiente así es el idóneo caldo de cultivo para
la manipulación masiva, abocada a la configuración de una épica inexistente. País
que no ha ganado ninguna guerra, que carga desde siempre el pesado fardo de
perdedor, se sacude como de milagro todas sus frustraciones y defectos en menos
de una década, al calor de una prosperidad engañosa, para caer mansamente en la
trampa del “optimismo histórico”, el soñar en grande luego de despojarse
súbitamente el manto de país menesteroso. Ahora ni siquiera se pisa la tierra,
tenemos la vista clavada en las estrellas (“tu satélite, tu estrella”, reza un
eslogan), creyéndonos el disparate de que pronto seremos potencia continental,
capaces de disputar el liderazgo a las naciones desarrolladas, para mayor
candidez. En cualquier país normal sonaría a chiste pero increíblemente, con
toda solemnidad además, cuela en el imaginario de un país anecdótico como este.
Cómo seremos de anecdóticos que la prensa
internacional no cesa de calificar de “anécdotas” el cúmulo de irregularidades
que se han suscitado durante la contienda electoral. Empezando por el “pequeño
error de imprenta” que la papeleta de votación llevase el rótulo de “Estado
Plurinominal” luego de haber pasado, se supone, por la lupa de las autoridades
electorales, lo que da una idea clara del nivel de formación de estos burócratas,
que no son capaces ni de ser gramaticalmente correctos (ver imagen encabezado). A
esto sumémosle las numerosas denuncias de gente que fue a votar y se encontró
con que otros habían sufragado en su nombre, o aquellos que no figuraban en las
listas de su correspondiente mesa de votación pese a la certificación del
padrón biométrico vía web, u otros que se encontraban con la noticia de que sus
nombres figuraban en las padrones de otros municipios. En fin, que incidentes
graves como la quema de ánforas en el patio de un colegio o el manipuleo de
material electoral en la tienda de una notaria habían sido otros rasgos de
folclore electoral. Como de anecdótico es también el silencio del Tribunal
Supremo Electoral, que dos días después ni siquiera es capaz de ofrecer
resultados parciales, alimentando la sospecha de un posible fraude destinado a otorgar
los dos tercios anhelados que persigue el oficialismo, ya que su victoria está
plenamente garantizada. Es inadmisible que en pleno siglo 21, con toda la tecnología
a mano, se tenga que esperar una semana para conocer los resultados oficiales. Al
final, hacemos votos para que los medios extranjeros, llegado el momento, subrayen también como anecdótica la posesión
de un presidente inconstitucional jurando sobre la Constitución en enero del
próximo año.
Y hablando de resultados, sucedió lo que hace algún
tiempo se venía vislumbrando: la victoria de un cacique aymara en tierras
orientales, paradigmático el ejemplo de Santa Cruz, otrora la plaza fuerte de
la autonomía y del rechazo contundente a las políticas hegemónicas del gobierno
andinocentrista. A pesar de que en años anteriores el régimen usó todo su
arsenal mediático, político y judicial para humillar y perseguir a la
dirigencia de esa región, tildándola de separatista y traidora por decir menos;
esa misma elite actualmente va del brazo del gobierno, abanderada por su
empresariado, olvidando toda la afrenta y el supuesto orgullo regionalista que decían
tener. No solo entregaron el alma por unos tristes dólares sino que se bajaron
hasta las bragas, simbólicamente expresados en la entrega de sus reinas de
belleza para que bailen del brazo del nuevo amo. Aquella imagen de que los
cambas eran diferentes, de carácter indómito y, no pocas veces, de armas tomar,
había sido otro pintoresco mito. Aquel supuesto otro país que con aires
arrogantes y menospreciantes nos echaban a menudo en cara a los occidentales o
“collingas” no había sido más que una vulgar mascarada, otra pose hueca. Los
cambas habían sido tan bolivianos como el resto, con todos los rasgos
sociológicos que la bolivianidad atesora en los genes, qué duda cabe.
Que sí, que la economía del país va viento en
popa, -repiten los diarios y televisiones de medio mundo- , que los datos macroeconómicos
son los mejores de la región al extremo de afirmar que casi no hay desempleo y,
sin embargo, todos pasan por alto el dato no menos importante de que estamos
ante una economía precaria, netamente informal que alcanza cotas cercanas al
80%, con la mayoría de la población sobreviviendo en el subempleo, el apogeo
del trabajo infantil, la inseguridad jurídica y un aumento preocupante de la
criminalidad. Tierra de Jauja han hallado los grupos al margen de la ley, que
se relamen de gusto ante la ausencia de estado que ponga coto a sus actividades
ilegales como el contrabando y el narcotráfico que camuflan su prosperidad en
bienes inmobiliarios. El país es prisionero de una dinámica pasajera,
coyuntural e incontrolable que tarde o temprano se desinflará como un globo. El
apoyo al caudillo cada vez se parece más a los matrimonios de hoy: el idilio
durará hasta que la plata los separe. Mientras tanto, que nos siga aplicando el
chicote y pisoteando nuestros derechos en tanto no nos afecte el bolsillo, esa
parece ser la idea subyacente. A un pueblo que no termina de satisfacer sus
necesidades más apremiantes le tiene sin cuidado y le suena todavía complicado un
concepto elevado como la democracia. Fin del misterio.
Apreciado José: los expertos en mercadeo político, una disciplina enfocada a promocionar y vender el vacío, llaman " Efecto teflón ", a la capacidad de un político para endilgarle los yerros a otros o a agentes externos, quedando así incólume ante sus simpatizantes o potenciales electores. En últimas, es la reedición del viejo relato judeocristiano de la culpa, donde los culpables son siempre los otros. Por lo tanto yo soy una víctima que solo merece el respaldo incondicional. De eso vive más de un demagogo a lo largo y ancho del planeta. Prepárese entonces para otra dosis de esa amarga medicina.
ResponderEliminarUsted lo ha precisado bien, estimado Gustavo. Los bolivianos, como sociedad, encajamos muy bien en el perfil del “perfecto idiota latinoamericano”, le echamos la culpa de nuestras aflicciones siempre a agentes externos: los españoles que nos saquearon, los chilenos que nos robaron el mar, los yanquis con sus politicas imperialistas, las recetas malditas del FMI y el Banco Mundial que nos mantienen en el atraso y la postracion, y un largo etcetera, pero nunca nos detenemos a pensar que quiza una gran parte de la culpa la tenemos nosotros mismos. De ahi que lo mejor que sabe hacer el gobierno actual es explotar ese sentimiento herido, insuflando patriotismo a raudales y otras recetas demagogicas. En fin, que vivimos la era de la dignidad, gracias al amado lider.
EliminarNo pretendo refutar tu análisis, José, solo recordar que el populismo no es exclusivo de países como Bolivia. Pensemos en Italia y Alemania, dos de los países más cultos del mundo. Tal vez los más cultos. Y tantos países ahora mismo. No hace falta pasar lista. Respira hondo y vuelve a la lucha.
ResponderEliminarCompletando lo anterior, quiero decir que el populismo es el enemigo común para muchos pueblos, aunque es cierto que nos duele particularmente el nuestro, el que nos afecta.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo, caro Lalo, y se agradece los ejemplos que traes a colacion. De hecho, es grato y aleccionador tener opiniones de gente del exterior para tener otras opticas de analisis. Decía Fernando Savater, hace un año atras posiblemente, que “el populismo es la democracia de los ignorantes”y que uno de los grandes problemas del mundo de hoy era justamente el tener “versiones degradadas” de ese sistema de gobierno. Y al instante pensé que él la habia clavado, mi pais era el ejemplo paradigmatico. Menos mal que el filosofo no vive en Bolivia, porque al instante se lo hubieran querido comer vivo, acusándole de “racista, discriminador o neocolonialista”, epitetos que estan de moda en la Bolivia intolerante de hoy. Y gracias por el aliento, a veces pienso que lo que denuncio no sirve para nada, como si fuera una causa perdida.
EliminarSabíamos bien cual iba a ser el rsultado mucho antes d celebrarse tan magna "fiesta" democratica.., José. La "elementalidad" del boliviano común, ese a prueba d cualquier trazo d intelecto, es indiscutible e irremediable. Los "cambas" (mito culero del q me dí ya hace unos años el lujo d destrozar con un atorrante gordo petrolero camireño) y las cambas han -como dices bien- bajado bragas y entregado el culo. El único quizá todavía verdadero camba, es el inefable Percy Fernandez. Lo injurié ayer, pero vamos.. bien miradas las cosas es el único q se atrevió a decirle "comunista cojudo", entre otras joyas -en vivo y directo-, al vicex narco.
ResponderEliminarLo dijo sabiamente Claudio en su columna: "espacio geográfico sin cacumen".. Digno d ser arreado a los putazos y a las patadas. Solo así, lograremos algún dia disciplina e higiene mental. Por ahora, reinan los p'ajpacus -aún- entre los maravillados monos y ambiciosas pirujas. Contemplemos, q d observar se aprende mucho. Abrazos.
Ja, deberiamos estar orgullosos por haber sido parte de la “profundizacion de la democracia” como reza algun spot del ridiculo e inepto tribunal supremo electoral , un conglomerado de burocratas que le hacen el show electoral al gobierno para mostrar al mundo que los bolivianos habiamos sido los paladines de la democracia y otros cuentos de galopante civismo. Caray, no vi el video ese que comentas del alcalde Percy soltandole sus verdades al vice, supongo que seria antes de la alianza con los masistas. Se nos viene otro lustro bien largo y solo nos queda observar más estampas goyescas como dice nuestro paisano Claudio.
EliminarNo no..percy le dijo sus verdades hace menos d un mes, en el festejo del bicentenario "camba". Ahora lo del tribunal es indescriptible. Un hato d serviles amañando resultados, a todas luces. Me temo q la gloriosa era narco d profunda democracia va a durar mas q un lustro, José. Justito ayer ví y oí en el programa d la susana bejarano éstas joyas d diego ayo (un locuaz "analista político" y doctorcito ph.d (sesudo sociólogo supongo..) a decir d el mismo): "evo es un estadista omnímodo. Omnipresente..El mejor de los últimos años.. Y aunq no voté por él, prefiero q me gobierne si me va a dar estabilidad". Algo realmente místico pasa aquí y ahora, algo q escapa a nuestra humilde comprensión d las cosas (pues donde esos sesudos ven al pachakuti mismo, yo solo veo a choros, ignaros, imbéciles, lameculos y pirujas en auspiciado festín). Presumen d sus elevadísimos doctorados a los cuatro vientos, y terminan nomás lamiéndole el culo a un burro tanto como a los d sus maleantes. Puta q mi cacumen no alcanza a comprender esa divina lógica. Oremus.
ResponderEliminarGracias por la aclaración, acabo de leer sobre esa jocosa sesión de honor, aunque claro, Percy lo dijo en tono de broma, pero no se puede negar que es astuto el viejo para cantarle sus verdades al vice. Yo también vi una parte de la entrevista, casi al final, con el tal Diego Ayo, y coincido contigo, esa extraña locuacidad de la que hace gala, se parece bastante a la de Xavier Jordan, pero si parecen salidos de la misma facultad, ja. Realmente no entiendo el viraje de este profesor universitario (Ayo), parece que en menos de un año ha sido seducido por la mística evista, según pude leer era bastante crítico con el caudillo, tal como ilustra este retrato que le hizo tiempo atrás. otro que se suma a la decepcionante lista de intelectuales palmeros. ¡que se puede esperar del resto de la gente! Saludos.
Eliminarhttp://www.paginasiete.bo/ideas/2013/12/15/evo-lider-8648.html
"Seducido.." ja! fuiste bstante amable con el fenómeno ayo, José. Respetable el texto del enlace q te agradezco. Leí otros q ocasionalmente le publica los tiempos, y recuerdo q eran tb inteligentemente críticos. Ahora cultiva el tb esos atornillados placeres culinarios d los sesudos parlanchines. Otra verguenza ajena.
EliminarPor otro lado, husmeando en tus otros posts asomados a pié d texto, abrí ese d cuando Borges te decepcionó.. Pucha q no te ahorraste latigazos para el maestro! Reconozco q su voz no sonaba a intelecto puro, pero vamos José: sus obras hablan por él. Además debes recordar q toda su vida vivió como un niño cautivo y juguetón, y esos rasgos se notan evidentes en las entrevistas q se pillan en youtube (tv española), con sonrisa tan fresca y llena d inocencia escolar. Y coincido tb totalmente, con el maestro local HCF Mancilla (digno arquetipo d "cabal intelectual" -pues no se deja comprar ni mamar cn huevadas mesiánicas new age- siendo hoy por tanto, uno d los más exquisitos y eruditos críticos al voraz masismo. Escucharlo es siempre una fructífera cátedra): en Borges degusté yo tb, el más exquisito y perfecto español jamás escrito. Celebro por tanto, ese tu elocuente final: Borges es Borges.
Abrazos.