28 enero, 2011

2 ‘El gran Gatsby’ o la soledad glamorosa


F. Scott Fitzgerald
Cada persona se supone dueña de al menos una de las virtudes cardinales, y esta es la mía: soy uno de los pocos hombres honrados que haya conocido’. Así se confesaba el personaje narrador de una de las novelas que visito cada cierto tiempo con regusto de melómano, por así decirlo (porque no encuentro otra adicción más cercana e inexplicable que da la música).  La literatura es una suerte de paja mental porque es un placer solitario.  Es indispensable la ausencia de compañía, la tranquilidad absoluta, la concentración y paciencia infinita para poder disfrutarla a fondo y cómo no, el mejor momento son las altas horas de la noche y la complicidad del insomnio cuando la mente está más lúcida que nunca.

Inconscientemente sabemos que miramos televisión para matar el tiempo, para pasar las horas sin esfuerzo, pero la lectura es un acto casi suicida porque implica consumirnos con el tiempo. La televisión nos muestra mucho pero enseña poco. La lectura puede desagradarnos o permitirnos fantasear sin límites pero en ningún caso nos deja indiferentes o sin aprendizaje.

Scott Fitzgerald, el escritor más típico de la Generación Perdida, nos ofrece aquí el retrato amargo de un solitario irremediable, un selfman enigmático, la historia de un huraño con aire de aristócrata que da el tratamiento de ‘viejo amigo’ a un desconocido, cuyo mérito es recién haber llegado al vecindario, como si aquel intuyera la complicidad u honradez de este último.

Gatsby es un privilegiado desafortunado. Un hombre joven, rico y bien parecido que podría haber tenido las mujeres que quisiera, pero sin embargo sólo ambicionaba una, la primera ‘niña bien’ que había conocido. En aquella época de la ‘Ley Seca’, surgió una nueva casta de opulentos propietarios, que no conocieron el trabajo arduo para llegar a puestos de privilegio. Gente ambiciosa e inescrupulosa que labró fortuna en actividades ilícitas como el contrabando de licor. Y cómo no, muchos de estos nuevos ricos en una intencionalidad de escalar socialmente, organizaban magnificas galas para mostrar su frívola generosidad.

Imaginaos mansiones lujosas,  fiestas veraniegas repletas de invitados, orquestas de renombre en plena época dorada del jazz. El anfitrión que se pasea inconmovible y mezclado entre los invitados y arribistas, porque aunque todos habían oído hablar de él, muy pocos habían tenido el privilegio de conocerlo personalmente.

A pesar de toda la opulencia y la parafernalia que le rodean, Gatsby es, en cierta manera un estoico del destino, aunque parezca contradictorio. Su comportamiento generoso con los demás buscaba quizá ganarse el respeto suyo, pero su críptica personalidad no hacía más que alimentar las leyendas malintencionadas sobre su persona. El no tener un pasado, una historia tras sus acciones, tarde o temprano acarrea una consecuencia inevitable; la soledad, la vacuidad absoluta. Aunque Gatsby, sabiéndose moribundo, acepta con humildad y resignación  su destino, desea sin embargo, más que nadie la presencia de amigos en su funeral y en un anhelo desgarrador suplica: ‘Mira, viejo amigo, tienes que conseguirme a alguien. Debes hacer el esfuerzo. No soy capaz de seguir pasando por éstas solo’.

Es supremamente irónico y perturbador, acabar de la manera más desesperada, sin mas compañía que la de su 'viejo amigo', cuando todo el mundo se moría por acudir a sus fiestas, al final nadie se acordó de él.

2 comentarios :

  1. il gatsby!!!viejo amor...leì todo ( o casi) cunado tenia 16!/17 anni..la luce verde in fondo al molo, il bere compulsivo, ...mi piacque molto anche quello in cui descrive lui, giovane soldato e zelda, quando si conobbero..
    parigi, hemingway e le montagne, l'appartamento sopra la segheria...mi sa che in quei tempi parigi era molto barata per i nordamericani..
    la fine , scontata, è orribile.
    ci sono libri che ti fanno impazzire quando li scopri (100 anni di solitudine) poi, rileggendoli dopo anni, ti deludono un pò ( forse perchè li ho letti almeno 5 volte)
    qualcosa di simile alla perfezione potrebbe essere " Il maestro e Margherita" di Bulgakov. l'attacco è micidiale..l'hai letto?
    ciao
    saappimi dire se l'hai letto. e di Joseph Roth, adoro la fin dell'impero austroungarico, o la germania fra le due guerre.
    bah, quanto chiacchiero vero?
    assalamleikun
    Flor de badada

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  2. Sì, Gatsby è uno dei miei romanzi preferiti, ha un sacco di nostalgia, grande tristezza e glamour allo stesso tempo. Anche se ci sono stati molti film su questo lavoro, però non ho potuto vedere qualsiasi, può essere meglio così, perché si immagina la storia in modo diverso.
    Hai ragione, alcuni libri e film di maggior valore nel tempo, ma altri perdono interesse e freschezza. Da ragazzo ho letto "Cuore" di Edmondo de Amicis, bel libro che ora non è molto importante per me. Mi piace molto leggere Umberto Eco: "Il Nome della Rosa", i suoi saggi, articoli, ecc. ¿Hai letto "Il Gattopardo" di Lampedusa, un titolo meraviglioso che ritrae il declino dell'aristocrazia al momento Garibaldi.
    Non ho letto di Bulgakov, è un autore completamente sconosciuto per me, anche Joseph Roth. Mi piace anche il tema della Storia, e grazie per le raccomandazioni, cercherò su Internet.
    Saludos.

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