El deporte une a los pueblos, por eso
saludamos y damos la bienvenida a Bolivia al Dakar 2014, dijo algún burócrata
del que afortunadamente no me acuerdo, satisfecho con la bonhomía de los dueños
del circo sobre ruedas, como si fuera un regalo de dioses. Y encima, el país
tiene que pagar dos millones de dólares sólo por la participación, como una
franquicia de comida chatarra. Lindo deporte resulta levantar polvareda,
provocar ruido infernal y derrochar combustible. Siempre me he cuestionado qué
puede tener de deportivo que unos cuantos tipos adinerados satisfagan al
volante sus ansias de adrenalina, mientras la muchedumbre se aposta a la vera
del camino para ver derrapar o volcarse una máquina. ¿Qué motivos llevan a la
gente a asolearse durante horas a la orilla de una curva, tentando a la muerte
en todo momento?, luego cuando sucede lo inevitable, todo el mundo lloriquea y
busca a quién echarle la responsabilidad. La imbecilidad no merece compasión.
Menos mal que la trayectoria por territorio
nacional contempla dos etapas y únicamente en la categoría de motos y cuadriciclos.
Nuestros caminos no están preparados para coches y camiones, gracias a dios.
Aún así, la noticia de la aceptación fue un triunfo para la diplomacia del
poncho, que en un céntrico hotel de La Paz agasajó con bailes folclóricos –como
no podía ser de otra manera-a los organizadores del rally. El gobierno declaró
“prioridad nacional” el evento deportivo e hizo saber que cuatro ministros,
nada menos, trabajarán codo a codo en la organización del acontecimiento. Tal
vez padezca de amnesia, pero hace tiempo que no oigo que se haya declarado
prioridad nacional asuntos banales como la desnutrición infantil o la
mortalidad materna, con cuyos indicadores Bolivia es la triste campeona de Sudamérica.
Pero según las autoridades, con el
Dakar, Bolivia estará en boca de todo el mundo. Nuestra imagen está en juego,
acotan orgullosamente.
Y ahora manos a la obra. En menos de un
año toca levantar infraestructura al servicio de los corredores y de los
turistas que acompañarán la epopeya de los caballeros mecanizados. A pesar de
las promesas de que las poblaciones afectadas serán adecuadas con servicios hoteleros,
energía eléctrica y comunicaciones, con el tiempo pisando los talones es
probable que todo se improvise a marchas forzadas. Así no se pueden construir instalaciones
que vayan a durar, por mucho dinero que se emplee. El entusiasmo de los
pobladores apenas durará lo que tarde en difuminarse el rugido de los motores.
Que lleguen cincuenta mil o cien mil turistas es lo de menos, pues apenas
dejarán migajas y muchas latas vacías en el trayecto. El turismo de aventura,
de carpa y mochila no es precisamente respetuoso con el medio ambiente y difícilmente
hace uso de hoteles y otros servicios relacionados. Al rally no llegarán
personas jubiladas, de mayor poder adquisitivo, dispuestas a la contemplación del
paisaje.
Ya me imagino la destrucción que ocasionarán
centenares de vehículos que romperán la quietud del Salar de Uyuni, uno de
nuestros orgullos naturales por sus paisajes que parecen extraídos de otro
mundo. Una límpida llanura blanca será hollada hasta el hartazgo sólo para
satisfacer el ego de unos cuantos privilegiados que dizque se ponen a prueba
con el destino. De yapa juegan a los principitos, filosofando sobre sus
mezquinas existencias, puestas a prueba a lomo de bestias mecánicas. Después
del furor, después de que las autoridades se feliciten por el éxito gracias a sus
denodados esfuerzos, no habrá quien esté dispuesto a recoger las latas del
camino y limpiar las cagarrutas de los embobados espectadores. Del derrame de
aceite y combustible mejor no hablemos. Total, lo asimilará la Madre Tierra.
Paradójico que un gobierno que hace estandarte de la cuestión ecológica, auspicie
un evento infernal que atenta contra los parajes naturales, rompiendo el frágil
equilibrio de la vida animal y vegetal, además de destruir rutas arqueológicas,
como se ha denunciado en Argentina.
Razón tenían los países africanos que
en la práctica han expulsado de sus tierras esta exhibición desenfrenada de
marcas poderosas, aunque sus promotores arguyan el pretexto de la inseguridad y
amenazas de terrorismo. Ya era bastante obsceno el despliegue de logística a
todo lujo y el derroche de cuantioso dinero en las narices de los propios
africanos, cuyos pueblos azotados inmisericordemente por la sequía y la
hambruna, veían pasar, como invitados de piedra, las caravanas de forasteros
que solo llegaban a levantar polvo y humareda. ¿Qué ha quedado de aquellas
aventuras por territorio africano? Absolutamente nada, salvo los huesos de
algunos pilotos, pastores y cabras que tuvieron la culpa de atravesarse en
plena carrera. Como si nada.
Lo mismo sucederá, aquí en Bolivia:
mucho ruido y pocos dólares de recompensa. Un negocio sumamente rentable de una
empresa francesa que se lleva la mayor parte de la bolsa por derechos de
televisación y auspicios. Para los países que ponen el suelo a pisotear y su
aire a contaminar, apenas ingresos exiguos por rebote turístico. Es increíble cómo
nuestros gobiernos bajan la cerviz ante estas nuevas prácticas colonialistas:
los organizadores vienen a imponer sus propias reglas, a exigir aportes
públicos y hasta tienen el desparpajo de escoger qué rutas se adaptan a sus
exigentes gustos, con el costo medioambiental que ello significa. Gran orgullo
que el cono sur se haya convertido en el “patio de aventuras” de norteños
ricachones. Y nosotros, felices aplaudimos que hagan mierda nuestro entorno
natural. Salud por ello.
Quinientos estúpidos en la línea de salida
Letra: Renaud Séchan.
Letra: Renaud Séchan.
Quinientos estúpidos en la línea de salida
Quinientos mamíferos sobre sus motos
Son demasiadas narices
En las puertas del desierto
Un paquete de cabrones
Al viento del Ténéré
El rally mecánico
Los Mad Max de bazar
De nuevo empezaron su circo
Al sol de enero
Van a atravesar África
Con sus pies en el faro
Manchando las pistas
Y volviendo bronceados
Encantados de este obsceno
Y lamentable juego
"Bella aventura humana" dicen los periodicuchos
Quinientos estúpidos en la línea de salida
Quinientos pendejos en sus camiones
Son demasiadas narices
En las puertas del desierto
Un paquete de cabrones
Al viento del Ténéré
Pasa la caravana
Y los perros ya no ladran más
Bajo las ruedas de las motos
Hay sangre derramada
El de unos pocos salvajes
Que han querido cruzar
Las calles de sus pueblos
Cuando ustedes pasaron
Como pequeños Rommel
Todos en cuero y acero
Escupiendo sus decibeles
Sobre niños diezmados
Quinientos estúpidos en la línea de salida
Quinientos títeres en sus coches
Son demasiadas narices
En las puertas del desierto
Un paquete de cabrones
Al viento del Ténéré
Cuántos años más
Esta sarta de cretinos
Harán su campo de deportes
En un continente entero
Cuántos años por fin
Estos bueyes patrocinados
Tomarán el suelo africano
Por su patio de recreo
En sus juguetes odiosos
Los bombones bien calientes
En el fondo de sus deliciosas
Vestimentas fluorescentes
Quinientos estúpidos en la línea de salida
Quinientos mamíferos sobre sus motos
Son demasiadas narices
En las puertas del desierto
Un paquete de cabrones
Al viento del Ténéré.
2 milioni di dollari??? in Africa ci sono stati incidenti mortali.
ResponderEliminaril principe (JAJA) Vittorio Emanuele (ex casa reale Italiana, EX...) ha partecipato a questa idiozia.
hai ragione su tutti i fronti Josè, hai totalmente ragione.
ciao .
fiore
Bueno, apreciado José. Si le sirve de consuelo, le cuento que aquí en Pereira, Colombia, "invertimos" la no despreciable suma de treinta mil millones de pesos ( unos 17 millones de dólares) para que la FIFA montara su negocio de un mundial sub 20 en 2012. El escenario, al que la retórica del periodismo deportivo llama " monumental" permanece vacío y no produce ni para su mantenimiento. Ya se trate de fútbol, de rallies, de ciclismo, reinados de belleza o cumbres de gobernantes ese es el destino de nuestros tristes trópicos: derrochar los pocos recursos disponibles para que otros hagan su negocio.
ResponderEliminarNo conozco entretelones del rally, su economía, pero seguramente tiene trapos sucios, como es virtualmente de rigor en los tratos del poder con los intereses deportivos y mediáticos. No siempre es fácil medir el aporte deportivo y social de un evento de esta naturaleza, especialmente a la luz de esa destrucción de rutas arqueológicas y perjuicio ecológico que mencionas. Sospecho que ni el aporte es tanto ni los perjuicios son tan graves como se dice. Pero no tengo datos suficientes.
ResponderEliminarCon esos 2 millones, amiga Fiore, el gobierno podia haber construido un hospital o tres escuelas. ¿no te parece surrealista que haya declarado la organizacion del rally como “prioridad nacional”?, mientras hay indigenas que piden limosna en las ciudades y en el campo mueren mujeres embarazadas por falta de ambulancias que las trasladen a un hospital.
ResponderEliminarComo muestra usted, el continente está lleno de obras “elefante blanco” construidas por caprichos del momento. Yo no tendria mayor objeción si estos negocios se hicieran entre privados, amigo Gustavo, pero que se destinen cuantiosos fondos públicos a espectaculos y otros motivos lúdicos antes que invertir en lo que verdaderamente importa, en nuestras repúblicas tan necesitadas, aparte de sobrepasar el sentido comun, debiera entrar en el terreno del delito. ¿Pero quién pone coto a nuestros ilustres gobernantes? Es una cuestion estrátegica, dijeron algunos defensores de la idea. Puro verso para justificarse.
ResponderEliminarSegun los organizadores bolivianos, estimado Lalo, el pais tendrá un retorno tres veces mayor del que invertirá, segun se han basado en las experiecnia de Chile y Argentina, como si todo fuera calcado a nuestro pais. Asi sea que el negocio resulte mas rentable de lo que se espera, comparado con los cientos de millones de dólares que la empresa francesa recauda, es apenas una migaja. Y claro, del costo ambiental nadie dice nada. En el otro lado, están aquellos que defienden la idea de que el evento es de vital importancia para el pais, “Bolivia por fin será conocida en todo el mundo y eso no tiene precio” afirman orgullosos. Tal parece que los noticieros internacionales nos mencionen durante esos dias del evento es cuestion de dignidad nacional.
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