Evo y sus Bartolinas |
Todavía se siente la resaca de todos los
homenajes reivindicativos a la figura sacra de Evo el Austero. Decenas de
programas televisivos le han dedicado sesudos análisis y épicas reseñas para
resaltar su solitaria lucha contra el imperialismo y sus serviciales aliados
europeos. Innumerables bombardeos de propaganda no parecen suficientes para
calmar la herida espiritual del inexpugnable guerrero de la Pachamama, ni con
los sahumerios y “limpias” de sus chamanes de cabecera. Ya los gobiernos involucrados
en el impasse diplomático han
ofrecido explicaciones y las disculpas del caso. Pero los ejércitos verdes
(cocaleros) y amazonas azules (bartolinas) de Su Majestad, quieren sangre.
Exigen la cabeza de quienes hayan osado ordenar el operativo contra el viajero
celeste. Investigaciones hasta las últimas consecuencias. Caiga quien caiga.
Esos funcionarios neocolonialistas deben ser sancionados ejemplarmente, clama
cualquiera que sale a la palestra para cobrar notoriedad.
Aun sin estar del todo claras las diferentes versiones
que se manejan acerca del asunto en la terminal vienesa que, según Evo, él
jamás permitió que su avión fuera revisado por agentes del gobierno austríaco
para comprobar que el fugitivo Snowden se hallaba dentro. Haciendo honor a su
investidura, dio su palabra y con eso bastó, señaló tajantemente. Cosa que
dudamos, ya que los gobiernos extranjeros estarán bien enterados de que Evo también
dio su palabra para no postularse a un tercer mandato consecutivo, y que tiempo
después, se burló de tal promesa, disposiciones constitucionales incluidas. Al
contrario, muchas publicaciones internacionales señalan o dan a entender que el
gobierno austríaco, haciendo gala de una diplomacia sutil y efectiva, sí pudo
certificar que en el avión no había ningún pasajero sospechoso. En cualquier
caso, las trece horas que la aeronave se quedó varada en tierra, no fueron para
admirar su cuadriculada banderita arcoíris
o efectuarle una limpieza al fuselaje, precisamente.
Entretanto, continúan los análisis y planteamientos
dentro del seno del gobierno para efectuar futuras represalias, que entre otras
cosas, se está barajando la posibilidad de expulsar definitivamente a la
embajada norteamericana (“no me va a temblar el pulso si se decide expulsar a
la embajada”, afirmó Evo, días después del incidente), así como a las transnacionales
europeas, sobre todo españolas, que operan en Bolivia, poniendo en grave riesgo
la suerte de cerca de cuatrocientos mil compatriotas que radican en suelo estadounidense,
más de trescientos mil que mandan remesas desde territorio español y casi
cuarenta mil que viven en Italia. Tan grande es la ira acumulada de S. E., que
parece no tomar conciencia de que las remesas son la tercera fuente de ingresos
para el país, después de las exportaciones de gas y minerales. Todo sea por
reparar el ego herido del supremo. Más vale alimentar el orgullo del rey
chiquito que alimentar el estómago de millones de bolivianos. Todo, en nombre
de la dignidad y otras vainas ideológicas.
A dos semanas del constante alarido de
indignación de los cortesanos de su majestad, que ha espantado incluso a las
palomas de la plaza Murillo, se ha destapado un caso con implicancias muy
parecidas. Resulta que en octubre de 2011, el avión del entonces ministro de
Defensa brasileño, Celso Amorim, fue requisado abusivamente, sin considerar que
tenía inmunidad diplomática, por agentes antinarcóticos en el aeropuerto de El
Alto de La Paz. La cancillería brasileña, en su
momento mandó una nota de protesta por vía diplomática, sin pegar el
grito al cielo, de tal manera que nunca nos enteramos, porque además nuestras
autoridades decidieron ocultar el asunto, hasta estos días que empezaron a
circular rumores entre la oposición y los medios de comunicación.
El gobierno nacional, en su infinita
arrogancia, desmintió categóricamente la noticia, afirmando que nunca ordenó la
revisión de ninguna aeronave, aduciendo que se trataba de “tomaduras de pelo” y
recriminando a los periodistas que fueran más responsables y que se dedicaran a
temas serios y al periodismo de investigación. Tamaña maniobra comunicacional
que recuerda a la tácticas de una novela orwelliana, habrá colado en amplios sectores
de la población como una verdad incuestionable. Sin embargo, al poco rato el
ministerio de Defensa de Brasil derrumbó la versión oficial en un comunicado a
través de su página web. Es más, las requisas a aviones brasileños fueron tres,
en distintas ocasiones, tal como declaró el mismo Amorim al diario Folha de Sao Paulo. Los mentirosos
quedaron al descubierto, comenzando por la ministra de Comunicación, que aún así
parece muy convencida de su historieta, pues ninguna célula de su rostro ha
sufrido alteración alguna.
Finalmente, el presidente, en conferencia de
prensa desde palacio de gobierno, salió con el cuento de que no sabía nada del
asunto, que recién “se enteraba gracias a los medios de comunicación”. La "torpeza" como calificaron, fue por excesivo celo del organismo
antidrogas, unos agentes que actuaron por libre iniciativa- una vez más-, sobrepasando
sus atribuciones, y en las cuales el gobierno no tuvo nada que ver, dieron a
entender en un acto de hipocresía sin precedentes. "No es por instrucción del Presidente, ni del vicepresidente, ni
del gabinete. Siento que algunos oficiales exageraron so pretexto de lucha
contra el narcotráfico en no respetar
aviones oficiales" se disculpó Evo. El incidente será investigado hasta
determinar sanciones drásticas, afirmaron rotundamente. Sabemos lo que eso
significa: unos subalternos que serán despedidos con ignominia, como ha venido
sucediendo desde el principio. Culpa de otros “infiltrados”, no sería nada
raro.
pues ninguna célula de su rostro ha sufrido alteración alguna.
ResponderEliminar(ah, Pinocchio Pinocchio.. non le si è allungato il naso vuoi dire?jajajaj
(il guerriero dell'arcoiris dovrebbe avere la proboscide di un ELEFANTE!!)
CIAO JOSè
sono sul terrazzo, h., 22.55, mi gusto il fresco serale. oggi 32°.tutti al mare!
ondata di caldo dall'africa prevista x la settimana prox.
ti invidio.
fiorin fiorello
Efectivamente, amiga Fiore, la pobre ministra de Comunicación ha hecho el ridículo más grande del mes y, sin embargo, sigue ahí gozando de la confianza de Evo. La oposición ha bautizado como Ministerio de la Mentira a su cartera y ha pedido su renuncia porque si Evo no se entera de nada, ¿entonces quien gobierna?, se preguntan todos. Envidio que los italianos tengan tan cerca el mar y las playas. He visto lindas postales de la costa del Adriático, bellísimo todo en verano. Aquí ya no se siente el invierno, estamos teniendo 26 a 28 grados al mediodía. Ah no hay nada como el valle, fresco casi todo el año.Saludos
EliminarMe entere de esos "procedimientos" en los aviones brasilenos a traves de la prensa argentina. En ese pais, Argentina, tambien hay antecedentes de violar las garantias normalmente reconocidas; hizo mucho ruido hace un par de anos el registro de un avion estadounidense que tenia supuestamente inmunidad. En fin...
ResponderEliminarYa ves, estimado Lalo, causa inmensa risa que Evo y sus cortesanos se hayan rasgado las vestiduras por su dichoso avioncito, (atentado contra su vida, remarcaron) y que hayan armado lujosas reuniones para reforzar su imagen. Lo que algunos analistas se preguntan es por qué el gobierno de Rousseff se calló sobre el atropello que sufrieron sus aviones. De no ser la publicación en un periódico brasileño, este asunto no hubiera salido a la luz.
EliminarYa empiezo a entender porqué un caricaturista rebautizó al presidente boliviano como Ego Morales. De paso compruebo una vieja certeza, apreciado José : no es que el poder enloquezca a la gente, como creen algunos: el poder mismo es una forma de locura.
ResponderEliminarEfectivamente, amigo Gustavo, tenemos a Evo hasta en la sopa. Por lo menos la mitad de la población parece rendirle una adoración casi religiosa. No hay rincón del país donde su imagen no aparezca impresa. Hasta las olimpiadas de matemáticas, los premios de automovilismo, los campeonatos de futbol llevan su nombre, amén de las obras civiles que se construyen en los municipios. Solo falta su estatua para consolidar el culto a la manera estalinista.
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