Foto: Los Tiempos |
Hace un par de días, el presidente de la
estatal petrolera (YPFB), salió a informar categóricamente que no hay escasez de
gas licuado para uso doméstico (GLP). Que
estas semanas se hayan visto largas colas de vecinos con garrafas en varias
ciudades importantes, seguramente era un show muy bien coordinado de gente que
quiere desprestigiar al gobierno pulcro, humilde y trabajador, “al servicio del
pueblo”, como le gusta recalcar a Su Excelencia, Evo el Austero, quien, en pos
de ese servicio abnegado, se fue a la lejana Rusia a codearse con los capos del
gas mundial. Como boliviano de pura cepa,
bien nacido en el centro del continente y súbdito forzosamente feliz del
imperio plurinacional, se me hinchó el pecho de orgullo cuando vi a S.E. posar
para la foto junto a Putin, Maduro y otros caudillos de la misma salsa ideológica
que pomposamente sellaron su amistad bajo las cortinas y símbolos de la Rusia
imperial. Pero por lo que se ha visto hasta el momento, la iniciativa de
establecer una organización paralela a la OPEP, se hizo gas en cuanto los
mandatarios abandonaron los salones zaristas.
Precisamente, para invitar personalmente a la
mayor petrolera rusa, a realizar prospecciones en suelo boliviano, nuestro
ahorrador presidente y su espartana comitiva -entre cuyos miembros más
destacados figuraba un periodista que informaba minuto a minuto sobre el viaje
épico- se gastaron la suma nada despreciable de 800.000 dólares, una bicoca
considerando la labor estratégica que supone el liderazgo vibrante de Evo, autonombrado
portavoz de los pueblos oprimidos de todo el universo. Y claro, por esas
casualidades de la vida, nos enterábamos al mismo tiempo que, niños con cáncer
eran atendidos en los pasillos de un viejo y lastimero hospital, a falta de
camas y equipamiento decente. Y no es una estampa aislada ni sensiblera. En
todos los hospitales públicos falta alguna cosa, desde ambulancias que no
tienen gasolina hasta salas de maternidad donde que hay que hacer cola para
parir. Esa es la tónica de todos los plebeyos de este país: formar una fila
para obtener un documento de identidad, para comprar un plato de comida en la
calle, para conseguir una bombona de gas, o madrugar para reservar una ficha de
salud, mientras los nuevos aristócratas repasan revistas de aeronáutica para
escoger aviones ejecutivos.
Ayer mismo, por fin, apareció el camión repartidor
de gas por el barrio, luego de casi tres semanas de ausencia. Menos mal que
tenemos en casa una garrafa de repuesto. Hay mucha gente que solo tiene una y
tiene que ir en bicicleta o cualquier otro medio a buscar a otros sitios. Los
beneficios de la nacionalización, sin duda. A título de recuperar los
hidrocarburos, espantaron a casi todos los inversionistas extranjeros.
Resultado: no hay nuevos descubrimientos de yacimientos petroleros, hecho que
ha mermado drásticamente la producción de GLP, obligándonos a importar una parte
de Argentina y Perú. Absurdamente paradójico es este país, ¡potencia mundial
del gas, se dice, con foto enmarcable incluida! al mismo tiempo que no tiene la
capacidad de cubrir las necesidades domésticas. Desde los años setenta que se
exporta gas natural a Argentina y, sin embargo, recién en la última década se ha
comenzado a instalar la red domiciliara pero a un ritmo lentísimo y solo en las
ciudades principales, y para complicar la cosa, las instalaciones son caóticas,
sin atender a un plan maestro. Hasta
hace poco los arquitectos no se preocupaban de diseñar las instalaciones
respectivas en los edificios de apartamentos, porque estábamos tan
acostumbrados a la cultura de la garrafa de GLP que aquello se consideraba un
gasto superfluo.
Yo vivo a cuatro kilómetros del centro, hace
poco vi que estaban abriendo zanjas a un kilómetro de casa e instalando las tuberías
amarillas. Habrá que esperar otro año, si es que se dignan a continuar con la
ampliación. En casa de un tío, que está en el mismo distrito, dos kilómetros más
al norte, le hicieron instalar la tubería hace cinco años por lo menos, pero el
suministro nunca llegó, con la excusa de que no
se terminó toda la instalación del barrio. Hacer todo a medias, es otra
de nuestras particularidades. Así se hacen gas nuestras esperanzas de vivir
mejor.
En los años de los gobiernos anteriores a esta
administración, los camiones repartidores circulaban todos los días laborables,
hasta los choferes se disputaban las rutas, no hacía falta estar con el oído
atento, total, al día siguiente había la certeza y, en última instancia,
siempre existía la posibilidad de ir a un distribuidor barrial donde
almacenaban el producto por el cual se pagaba un incremento razonable. Hoy todo
eso está prohibido, con el pretexto de luchar contra la especulación. Se han
volcado las cosas, se debe casi asaltar a los camiones que aparecen para
conseguir una bendita garrafa. La desesperación llega a extremos como bloquear
avenidas con los mismos cilindros hasta que la refinería se digne a mandar un
cargamento lo más rápido posible. Las autoridades se mueven como resortes solo
cuando hay presión, el resto del tiempo están ocupadas en calentar los sillones
mullidos de sus escritorios. Además siempre está la excusa perfecta del
contrabando. El gas que se hace gas a la vista de los aduaneros.
Al crónico racionamiento de GLP, hay que
sumarle la escasez de harina en los mercados nacionales. Los panificadores
están que arden más que sus hornos. Elevados los precios del insumo principal,
cada panadería vende según le parezca: el famoso pan de batalla cambia de
tamaño a capricho y/o ha subido de precio. Los operativos de control son
simples escaramuzas para distraer a la opinión pública. Entretanto, Argentina, nuestro
principal proveedor de harina, ha prohibido recientemente la exportación de
trigo; quién diría, el antiguo “granero del mundo”, también sufre la subida de
los precios del pan. Como apenas sorprende que haya dejado de ser el primer
suministrador de carne fresca en la región, situándose detrás de Brasil,
Uruguay y hasta de Paraguay, que no era tradicionalmente exportador de este
producto.
Al final, los ministros del ramo se dieron
cuenta de que la dignidad no se come. Tragándose el orgullo antiimperialista,
anunciaron que comprarían noventa mil quintales de harina del odioso imperio
del norte y de su aliado mexicano. ¿Qué pasaría si los EE.UU. se negaran a
vendernos su preciado insumo? ¿Se los acusaría de intentar matar de hambre a
los más necesitados? Todo es posible en este mundo retorcido.
Cuan gasesoso resulta todo este asunto, apreciado José. Todo porque se pretende imponer una ideología sobre el más elemental de los principios económicos : si yo tengo el recurso material, usted posee el conocimiento y otro más detenta los bienes de capital, pues lo más elmental es juntarse y- eso sí- fijar las condiciones para la justa distribución de los beneficios.
ResponderEliminarPor desgracia, quienes toman las decisiones optan por vivir en un mundo irreal, alimentado con sus propias ambiciones y con una dosis de soberbia que todo lo distorsiona.
Eso es, la borrachera del poder que nubla la vista de los gobernantes, amigo Gustavo. Hace poco leí un titular contundente en un artículo venezolano: “a comer petróleo” que ilustra muy bien lo que sucede en la región, especialmente en los países del Alba. No será casualidad que estos gobiernos que rabiosamente se empeñan en políticas ideológicas absurdas, carentes de sentido práctico ahora estén sufriendo inflación y carestía de los productos más básicos. Lo del gas, es el colmo, hace tiempo que se viene instalando una planta millonaria de transformación de hidrocarburos y hasta ahora no la ponen en funcionamiento. Muchos especialistas en el tema aseguran que va a ser un elefante blanco porque no hay nuevos yacimientos. Mientras tanto toca joderse.
Eliminarè incredibile che nel paese con più gas si debbano ancora usare le garrafas che sono care e poco sicure.senza contare che le auto potrebbero andare a GPL che è meno inquinante e quasi non consuma il motore.( a parte la marmitta).
ResponderEliminarhai ragione josè, quando ci sono pochi soldi non si pensa alle sciocchezze tipo comprare una tele nuova o un aereo.
se ci pensi siete in una condizione di potere, siete voi ad avere le materie prime e quindi pagare chi le estrae e chi ne trova altra. come dice Martiniano Il Saggio.
però che rabbia eh?
ciao
il cALDO AUMENTA, PREVISIT 40° A RAVENNA , 46 IN SARDEGNA.
Efectivamente, las garrafas de gas son parte de nuestra vida, amiga Fiore. Las redes de gas domiciliario son muy pocas. Menos mal que para los automóviles ya se ha transformado una gran parte a gas natural vehicular ( GNV) que es tres veces más barato que la gasolina. Casualmente, estos sistemas de conversión se importan desde Italia, jeje. Este proceso data desde hace cinco años. Antes había también filas frecuentes en las gasolineras. Uff, el calor veraniego en tu país parece el infierno, madonna mia!, 46 grados en Cerdeña, es para morirse. Me hace gracia que “calor” se diga “caldo” en italiano, pues en español significa “liquido hirviendo”. Es una definición exacta para la ola de calor, jaja. Saludos.
Eliminarho usato molte auto a gpl (gnv) è molto più economico soprattutto se uno fa dei percorsi fissi.poi sono passata al diesel perchè in auostrada non ci sono le stazioni e nei garages sotterranei non si possono mettere.
ResponderEliminar"caldo" in italiano si dice " brodo".
domani è previsto il max , 38°, poi si attesta sui 34.
per fortuna abito al 6° piano (7) e soffia sempre vento dal mare.
in ogni caso al mattino sembra di stare in una pentola piena di "caldo".
salutoni
fiò
EliminarAquí, también el gas natural comprimido ya se usa en todo el transporte público, microbuses y taxis, aunque algunos automovilistas privados no quieren adaptar el sistema porque existe la creencia generalizada de que se estropea el motor en menor tiempo. Camiones y buses grandes siguen usando diesel y que además es importado. Es más agradable vivir en las alturas de un edificio porque siempre sopla alguna brisa durante el verano, especialmente de la costa. (ah, me recuerda a una canción muy querida: “ahora sopla el viento/ cuando el mar quedó lejos hace tiempo”… A mí me sucedía lo mismo cuando estuve dos años en Mallorca. Aquí en Cochabamba ya se va el invierno, temperatura mínima 4 grados durante la madrugada pero pasado el mediodía tenemos cerca de 30 grados, uff qué calor. Jejeje. Saludos. Aquí el link:
http://www.youtube.com/watch?v=9zdEXRKJSNY
No se hasta que punto preocupa en Bolivia, pero las nuevas tecnicas extractivas estan transformando el mercado de los combustibles. Los paises que no diversifiquen su produccion las pasaran canutas. No puedo creer que B importe gas de A. Que se dice de todo esto?
ResponderEliminarSeguramente te refieres al método del cracking, estimado Lalo, si mal no recuerdo el nombre, ese que consiste en bombear gas a toda presión del suelo, sin perforar los pozos tradicionales. Cierto, es absurdo importar gas de Argentina, pero hay una explicación lógica: Bolivia no tiene mucho petróleo y por ende, el gas asociado, GLP, que es el que se usa en la cocina. Lo que no resulta lógico, es que en tantos años no se hayan masificado las redes de gas natural, a pesar de décadas de exportarlo a Brasil y Argentina. Tal parece que no tenemos la tecnología para licuar el gas, de ahí que compramos ya hecho. Recién están instalando una planta para transformar el gas. La paradoja es que parte de ese GLP retorna al Perú y Argentina, a través del contrabando, y a sabiendas de los aduaneros, pues el precio en nuestro país esta subvencionado, de ahí que sea un negocio para los contrabandistas.
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