Caravana de ¿platería? |
No contentos con inundar el país (sobre todo en occidente) de
fiestas o entradas folclóricas, no contentos con provocar el máximo ruido
posible, no contentos con paralizar las actividades laborales, no contentos con
la tradición estética de las danzas y otras excusas culturales, se ha producido
paulatinamente una excesiva representación a pequeña escala del Carnaval de
Oruro por doquier, lo cual ha generado una inevitable tergiversación y banalización de las danzas, reflejándose
mayoritariamente en la confección de los trajes.
Progresivamente nuestros hábiles artesanos, incurren en una
malograda estilización de los diseños de máscaras y trajes, cada cual más
extravagante como queriendo competir entre los gremios, dándose tintes de ‘originalidad’
y ante una falta de homogenización o
reglamentación de los diseños, se cometen todo tipo de
atentados estéticos, en muchos casos ajenos a nuestra cultura. Veamos algunos
ejemplos representativos:
La Diablada, de lejos la danza más espectacular, que es
simplemente la representación de la lucha del Bien (personaje del Ángel) contra el
Mal (El Diablo y los siete pecados capitales). En un principio se le
añadieron algunos personajes como el cóndor o el oso andino, pero
desafortunadamente en un afán de darle
más ¿colorido? o diversidad, se les ha dado por incluir personajes
extraños como el de la Parca
con guadaña y todo o la aberración de acompañar con disfraces de gorilas y osos
multicolores, incluidos el rosa o rojo.
Morenos desenmascarados |
La Morenada, otra danza bellísima, lamentablemente se deja a
un lado el uso de la máscara que le da armonía al conjunto del disfraz e
inapropiadamente se lo reemplaza por un tosco sombrero. He visto trajes de ‘achachis’, recubiertos en la espalda de escorpiones, langostas o camarones
gigantes de esponja o gomaespuma en vez de la tradicional serpiente andina.
Los Tinkus, pareciera que los danzarines especialmente
varones, compitieran por llevar más chalinas (bufandas) amarradas a la cintura
y lo más reprochable, recargar de plumas las monteras o cascos de cuero, pareciéndose a un tocado de la danza de los Tobas.
¿Tobas o Halloween? (detalle del brujo) |
Los Tobas, es quizás la danza que más retoques y
estilizaciones burdas ha sufrido, comenzando por adoptar la vestimenta de los
indios norteamericanos y donde más se nota
ese barroquismo estético se da en el personaje
del brujo (ver foto), a tal punto que se confunde con un disfraz de Halloween
y para rematar, los bailarines varones lucen descaradamente zapatillas deportivas en reemplazo de los tradicionales mocasines de
tela.
Los Caporales, se impone el diseño ‘aeroespacial’, con hombreras
exageradas, en forma de alas de murciélago y otros esperpentos estéticos que se
asemejan a personajes de algún cómic y ni hablar de los pollerines cada vez más cortos de los trajes
femeninos.
Finalmente, en algunas fiestas se
acostumbra acompañar a las comparsas con caravanas de coches, adornados con
platería, mantos artesanales y diversos adornos, que le dan un toque pintoresco
y atractivo, pero progresivamente se han
reemplazado estos elementos estéticos
por muñecas de plástico, osos de peluche
chinos, sábanas y mantos sintéticos. Maravillas del progreso tecnológico dirán
algunos.
Es innegable que las
manifestaciones culturales experimentan cambios de diversa naturaleza a lo largo
del tiempo, pero eso, no es motivo o excusa para salpicar, tergiversar,
corromper o contaminar nuestras expresiones folclóricas, dotándolas de
características ajenas a nuestras tradiciones.
Luego nos quejamos como viejas
beatas acusando a nuestros vecinos chilenos y peruanos de apropiarse y
tergiversar nuestras danzas. No nos extrañe.
una opinion es siempre respetada, pero dentro la generalidad existen diversidad de formas de ver y expresar la cultura, el folklore es creacion del pueblo en todo su conjunto y siempre va ser dinamico y no estatico, siempre va ir cambiando de forma pero no de fondo, es asi que se llega a un determinado punto de evolucion donde las cosas casi estan perfectas y de ahi van a distorsionarse o cobrar diferentes sentidos, los individuos son libres de expresarse, lo que queda y permanece es lo que es mas practico, mas adecuado y aceptado por la mayoria
ResponderEliminarestimado visitante, yo nunca he estado en contra del folclore, como bien apuntas es la expresion cultural de un pueblo y sería pecar de ingenuos pensar que no experimentará cambios a lo largo del tiempo. Pero, precisamente para proteger ese patrimonio, no debemos de dejar de ser criticos aceptando cualquier bodrio como expresion folclorica.
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