Fue por pura casualidad. Presa del
aburrimiento, una de esas tardes de domingo, donde no dan ganas ni de ir al
fútbol, porque resulta que uno se ha empachado toda la mañana con las Ligas
europeas, así que la liga local ni por televisión abierta vale la pena. Hay que
ser masoquista para seguir el insufrible fútbol nacional, una santa misa tiene más
emoción. Sólo para redomados fanáticos e incondicionales que conciben el mundo
con forma de un balón. Higiene visual ante todo. Los ojos necesitan descansar
de la pantalla. Hete ahí, mientras incurría en el enésimo zapping -vicio al que,
dicen los estudiosos de la vida ajena, que los varones somos más propensos- de
la tarde, pillé en el canal universitario un concierto de esos que
esporádicamente pasan entre horas y horas de películas y documentales.
Para mi mala fortuna llegué tarde. Apenas un
par de canciones pude deleitar: una era la clásica “Bésame mucho”, famosa desde
la época de mi abuelita. La otra, en un portugués raro, inentendible, de esos
que llaman criollo, por lo que deduje
que la señora rolliza que la cantaba debía ser brasileña, ya que el video no
mostraba los créditos. Yo estaba en la nebulosa, completamente extasiado por
esa voz que a momentos me recordaba a Billie Holiday, Chavela Vargas y Edith
Piaf. No sé mucho de música, pero hay ciertos patrones que se repiten en gente
que ha sufrido mucho. Sólo esta gente sabe cantar su tristeza. El resto sólo
vivimos para contarla.
Tal vez a algunos les suene extraño mi tardío
conocimiento de esta excelsa cantante caboverdiana, sobradamente conocida en
Europa y fundamentalmente en el mundo de habla portuguesa, como acabo de leer. Pero
entiendan mi situación: treintañero, poco afecto a la bohemia y su círculo de
atletas del tabaco, habitante de un país
mediterráneo y recóndito, donde las pavadas
de un cacique-brujo-filósofo-guerrero- son dogmas de fe. Un país tan encerrado
entre montañas, que ni los surazos de la Patagonia pueden atravesar, mucho
menos los aires musicales de otras partes. (Digo bien, música, no esa bazofia
ruidosa y/o sensiblera que los
mercachifles inundan el mercado global, o el reinado del canto a la tontería
como denomina Alberto Salcedo Ramos). No tenemos ni una sola radioemisora que
difunda la música de los otros,
porque como buenos hijos del país del ombligo, nos atiborramos de música local,
con la excusa de que hay que saber apreciar lo nuestro aunque parezca el sonido
de una lata retumbando en el pavimento. Bendito sea el que haya inventado
Internet, a quien gustoso le pondría un par de velas si es que ya se ha muerto.
¡Oi Cabo
Verde terra estimada!... al escuchar estos versos
iniciales pienso en la tremenda añoranza que deben sentir aquellos estudiantes
que han dejado sus islas, sus playas, sus arenas blancas, para venir a parar a este
sitio tan lejos de Dios y tan cerca del precipicio que es Bolivia. Qué mueve a
esta gente joven a proseguir una carrera universitaria en el país con los
peores índices educativos de la región, me preguntaba en un primer momento, al
comprobar que los esbeltos africanos se hacían parte de mi paisaje cuando antes
eran una rareza manifestada por ocasionales corredores de maratón. La respuesta
me apareció al primer atisbo de reflexión, no hacía falta consultar en hojas de
coca: simplemente, ellos seguían la estela de sus primos brasileños.
Hubo una época, harán unos veinte años, que a Bolivia
-y especialmente a la ciudad de Cochabamba-, llegaron oleadas de estudiantes
brasileños que llenaron las aulas de universidades privadas recién creadas. Hijos
de familias relativamente pobres que no podían costearse los estudios,
especialmente de medicina y odontología, carreras que demandan un mayor
presupuesto. Dado el menor costo de vida en territorio boliviano, es
perfectamente natural que gente de Cabo Verde haya llegado de rebote, pasando
por Brasil o, en algunos casos, directamente. Así, no es raro que tengamos
universitarios chilenos y peruanos. Se dio incluso el insólito fenómeno de
estudiantes surcoreanos en busca de un título de medicina, aún sin tener un
español entendible.
Dejando las aguas turbias y procelosas del
negocio de la educación, deseo volver al mar azul que cantaba Cesária Évora, la
diva de los pies descalzos como la bautizaron por su costumbre de salir al
escenario a flor de pies desnudos. Jodido debe de ser para un país obligar a
sus hijos a buscarse la vida en otras partes, y hacer de la nostalgia una
enfermedad incurable. Doloroso invocar una tierra verde cuando la realidad dice
otra cosa, a consecuencia de siglos de
sobreexplotación que han condenado al archipiélago caboverdiano a constantes
sequías y desertización paulatina. Los humanos vivimos de mentiras y recuerdos,
como sucede con el barrio cochabambino llamado Valle Hermoso donde apenas se
divisa algún árbol en un bosque de casas apretujadas, rodeando una metálica y
bruñida refinería de petróleo.
Quién mejor que ella para desgarrarnos el alma
con su sodade o saudade, un sentimiento que va más allá de la tristeza, de la
pérdida, del abandono, del desarraigo y otras sensaciones que desafortunadamente
nuestra lengua, con todas sus variaciones, no puede encontrar equivalencia
exacta.
Escribir sobre música se hace ejercicio casi improbable
y vano a la vez. No puedo describir que una canción me sabe a cierta textura
terrosa, ferrosa o afrutada, con tonos silvestres o aire de otoño, como suelen
describir los especialistas un buen vino o un bocado exquisito. La música es
alimento para el alma y eso es imposible de describir. Cada quien la siente según
su parecer. Según la vida que nos toca vivir.
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PS. He aquí algunas canciones notables, cortesía de Youtube:
PS. He aquí algunas canciones notables, cortesía de Youtube:
NON E' POSSIBILE!!!questa settimana ho scoperto Cesaria Evora.l'ho sentita in un documentario sulle done di servizio caboverdiane. ricordavo solo la canzone finale "sodade", l'ho cercata per internete ed è comparasa LEI!!sono sotto choc. la canzone che mi piace di più forse è "Luanda",o sodade in duo con Bonga.
ResponderEliminarche tu sia veramente una specie di Bruja josè? :))
dall'altro capo del mondo abbiamo conosciuto cesaria nelle stesso tempo.
sbalordita.
ciao
fiore.
ps. live in paris 2
pps. non ho mai sentito una voce così carica di sofferenza, però NON mi è piaciuta Besame mucho, secondo me non è cosa per l'immensa cesaria
Las grandes músicas del mundo están amasadas a partes iguales con la materia misma de que esta hecha la vida, apreciado José. Es decir, con la dicha y el dolor. Por eso los ritmos y los versos trascienden las fronteras: nos hermanan en lo esencial. La música de Cesária Évora está elaborada con esa clase de desarraigo expresado, por ejemplo, en el Fado portugués.
ResponderEliminarSu texto de hoy me hizo recordar el asombro de un investigador inglés ante el virtuosismo de un anónimo músico negro del caribe colombiano. Enfrentado a lo inefable de su música , el erudito solo atinó a exclamar:"¡Este hombre es el Jimi Hendrix de la flauta de millo!".
NON E' POSSIBILE!! que tú no hayas conocido antes que yo, a la gran Cesaria, amiga Fiore. Dicen que era muy famosa en Francia y en Portugal, y pensaba que en Italia tambien. Tu “irresponsabilidad” solo se justificaría en caso de que seas menor que yo, je je. Hace un mes que recién la he conocido viendo ese concierto en vivo de Paris (gracias al Youtube me he dado cuenta). Coincido contigo, hay mejores versiones de “Besame mucho”. Todavia no he oido “Luanda”, solo tengo algunas canciones en mp3. Pero “Sodade” es como un himno para mí. Si te parezco un “brujo” es porque vivo rodeado de brujos, chamanes y profetas de la coca, ja ja. Saludos.
ResponderEliminar:((
ResponderEliminarla conoscevo di nome ma non l'avevo mai ascoltata.poichè l'Italia è un paese che nastica tutto la povera donna l'hanno fatta cantare con uno sciagurato cantante napoletano ( neo-melodico, robaccia)tale gigi d'alessio...:((
(hai presente Luis Armstrong al Festival di Sanremo?? una cosa tristissima..
per quello non l'ho mai ascoltata.
in italia e in francia è apprezzata e conosciuta ma da pochi.
mi piace molto la nota di Martiniano " Las grandes músicas del mundo están amasadas a partes iguales con la materia misma de que esta hecha la vida, apreciado José. Es decir, con la dicha y el dolor. Por eso los ritmos y los versos trascienden las fronteras: nos hermanan en lo esencial. "
è poesia.
bè, caro josè, che sia stato un caso che negli stessi giorni in cui ero e sono choccata dalla meravigliosa evoria tu me l'abbia citata??:))
jejej ...ciao ciao
fiore
Como siempre agradezco su gran conocimiento cultural, estimado Gustavo, su primera frase suena poética (eso de “amasar” no se me hubiera ocurrido en cuestiones musicales). Sera verdad nomás que la música es el lengujae universal, cuando expresa el sufrimiento y el dolor, amen de la alegria, condiciones humanas que nos unen en el fondo. De ahí, que alguna vez oyendo los vallenatos de su tierra (en alguna novela que pasaban por Tv), me vienen a la mente vivencias de nuestra gente, de muchos pueblitos perdidos y alejados, que como usted dijo alguna vez, estan condenados a reinventarse cada dia para no caer en la rutina o la locura.
ResponderEliminarNo te aflijas por no haber conocido a esta cantante, José. Después de un par de visitas a Portugal he comprendido hasta qué punto nos, el público de habla española, desconocemos a los artistas portugueses (por supuesto que no hablo de los brasileños, que tienen más difusión). Para conocer a Saramago necesitamos que le dieran el Premio Nobel. Bueno, exagero un poco, pero… ¿cuántos conocen a Lobo Antunes, por ejemplo? Si fuera brasileño lo veríamos hasta en la sopa. De paso, te cuento que el apellido de la cantante que te ha gustado, Évora, también es el nombre de una ciudad histórica portuguesa, de gran belleza y valor artístico, patrimonio de la humanidad para la Unesco. La visité hace unos meses. En 1808, los franceses derrotaron allí a un ejército combinado portugués/español y degollaron a soldados y habitantes. Y ella… tan lejos de Évora, porque es de Cabo Verde… ¿Te has fijado qué bien “hacen” la tristeza los portugueses? Qué llamativo contraste con los brasileños. El fado, por ejemplo… Discepolo decía que el tango es un sentimiento triste que se baila. (O un pensamiento triste, ya no recuerdo.) Del fado podría decirse que es un sentimiento triste que se canta.
ResponderEliminarlobo antunes???? lo lessi per la prima volta circa 15 anni fa,il cantore del portogallo mediocre, borghese, delle colonie misere angolane, dei ritorni in patria senza soldi.
ResponderEliminaruna prosa torrenziale, presente senza punteggiatura.
" In c..o all'africa" uno dei migliori libri mai letti..e in quanto al fado..wim wenders, il cielo sopra lisbona..
meglio che mi fermi.
ciao
fiore
A mi me gusto mucho La muerte de Carlos Gardel. Los portugueses suelen ser tangueros, tal vez por el fado.
ResponderEliminarMe has pillado, estimado Lalo, de Lobo Antunes solo sabía de oídas. De Portugal, a quien he leído mucho es a Pessoa y un par de obras de Saramago, luego estoy en la nebulosa, incluyendo que soy un completo ignorante del fado, sinceramente no recuerdo ninguna canción. Menos mal que existe internet. Tienes razón, la cultura brasileña por ser muy próxima a nosotros y por su hegemonía ha opacado a las otras manifestaciones de raíces portuguesas. Sobre el contraste brasileño con Portugal, habría que achacarle principalmente al clima tropical de Brasil, con semejante exuberancia; plantas, playas, garotas, suena lógico y natural la alegría de sus gentes, a pesar de sus injusticias sociales. Gracias por la lección de historia. Increíble, ¿qué rincón del mundo te falta por visitar?, después de todo no podrías quejarte, jeje.
ResponderEliminarTambien se debe tener en cuenta que los portugueses son un pueblo marinero. Y los marineros son sobrios para la chacota. Una escuela de samba en una carabela no puede bailar, no hay espacio. :-)
ResponderEliminarlobo antunez ,caro Josè, parla del Portogallo di Salazar, descrive un paese misero , con una piccola borghesia velenosa, salotti oscuri, muffe, caffè.
ResponderEliminaranche le guerre di colonia sono pasticciate, svogliate.
" le navi" descrive la miseria e l'abbandono che trova chi torna dalla colonia, la povertà di neri e bianchi.
libri tristi, senza punteggiatura, libri che una volta letti, chissà perchè ti rimangono dentro per anni.
niente a che vedere con il pazzo brasile, esattamente il contrario, più vicino alle tortuosità dello stile manuelino.
così lontano mentalmente dall'europa.
poveri ed ignoranti, così li descrive antunez i colonialisti, mentre sbudellano un nero e poi piangono per il fado.
ciao
fiore
Gracias por las recomendaciones sobre Lobo Antunes, amiga Fiore. Portugal es un pais desconocido, incluso para sus vecinos españoles, como pude comprobar por vía propia. Se dan la espalda mutuamente, siendo honestos. Siempre me ha extrañado que una potencia maritima (Lalo lo remarca) y comercial como fue en siglos pasados hoy es un pais pobre y periférico, sin peso en el mundo. De no ser por Brasil, hasta la lengua portuguesa estaría en peligro. Saludos.
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