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“Ser rico es malo, es
inhumano así lo digo”. El comandante de la
revolución tenía razón: tan inhumano él, tan infalible, tan omnipotente y ahora
tan inmortal. Ser rico no es cosa de simples mortales, como los empresarios de Venezuela,
a quienes en una reunión en 2005, les soltó la frase categórica: “A quienes su trabajo ya les haya
producido grandes riquezas deberían donar todo eso (...) hacer obras
benéficas”.
Todavía me causa
urticaria y espanto al conocer los detalles chirriantes y vulgares de la forma
cómo la familia real de Venezuela se entregaba a los placeres de la vida
mientras el “redentor de los pobres” proclamaba que el capitalismo era más malo
que la cicuta. De acuerdo a diversas publicaciones, en estos catorce años de
expolio ininterrumpido, el clan de los Chávez amasó una fortuna no menor a 500
millones de dólares y, según otras, ronda los 2.000 millones. Carajo, no
me entra en la cabeza tanta millonada de plata. ¿Cómo es posible que una sola
familia pueda poseer un patrimonio que equivale, casi a una décima parte de todo el
PIB de Bolivia? Con seguridad, que la empresa más grande del país no vale ni
quinientos millones, y eso en nuestro país es monstruo de empresa, con muchos
puestos de trabajo.
Y aunque digan que
todo es una campaña de odio y calumnia contra la revolución y su amado líder,
no se puede tapar el sol con un dedo, lo dice el refranero. La veintena de
fincas, la flotilla de vehículos Hammer, las canchas, las piscinas, las joyas
que lucen las mujeres de la familia (especialmente la matriarca), las cirugías
plásticas, ciertamente no son invisibles. Ni los numerosos viajes de placer de
toda la prole alrededor del mundo son campañas orquestadas por los medios de
comunicación. Y quien crea que la familia no tiene cuantiosas cuentas bancarias
en el exterior es un idiota o no es de este mundo.
Y con todo esto, uno
se pregunta, cómo a pesar de tantas muestras de despilfarro y lujo descarado,
los socialistas del siglo 21 puedan tener millones de seguidores fanatizados. Será
nomás que, como algunos malpensantes opinan, que si a los más pobres les regalas
televisor y nevera, y los mantienes a base de prebendas, te seguirán hasta la
muerte. Como en Venezuela, donde un muerto sigue mandando y quizá lo siga
haciendo durante un lustro.
Y, yo criticando
agriamente a nuestro presidente Evo por sus lujitos, lo que gasta en gasolina
para su avión personal no es nada. Lo que gasta en trajes estilo Mao es una
bicoca comparada con lo que gastaba su extinto mentor caribeño. Menos mal que
Bolivia no está nadando en petróleo. Dicho sea de paso, hay que reconocer que
Evo se cuida mucho de no involucrar a su familia en el negocio de la política. Aunque
amnésico como le gusta ser, se le había olvidado declarar ante la Contraloría
General del Estado que había sido propietario de una camioneta último modelo.
Bochornoso es también
que la viuda de Kirchner, se haya transformado en la nueva Imelda Marcos, revoloteando
en las tiendas de París en busca de vestidos y zapatos de lujo(cien mil dólares
sólo en zapatos), para revolucionar su armario de “estilo colorinche” (le he
plagiado el adjetivo a Beatriz Sarlo). Será su dinero o no, pero que no nos
venga con más discursos de que hay que apretarse el cinturón, puesto que en
Argentina todavía resuenan los ecos de los “cacerolazos”.
Y a pocos días antes de
elegirse al nuevo Papa, me he enterado de que la Iglesia católica de Estados
Unidos ha destinado más de 2.500 millones de dólares en indemnizar a las casi
17.000 víctimas que han denunciado abusos sexuales de sacerdotes desde 1950,
según una publicación de USA Today. Y más repulsivo todavía que, cardenales
acusados de encubrir a los pederastas, hayan viajado a Roma para participar del
cónclave.
Y con todo esto, uno
se pregunta, cómo a pesar de tantas muestras de curas sátiros como el ex obispo
Lugo de Paraguay, las miles de denuncias de abusos sexuales a menores, y los
constantes escándalos financieros de la banca vaticana; todavía, la fe de millones
de creyentes parece inquebrantable. ¿Acaso no parece vergonzoso que el máximo representante
de la Iglesia sea ungido como un rey, ataviado con sotana, anillo y zapatos
valuados en miles de dólares, cuando Jesucristo predicaba todo lo contrario?
Lo que
hay que leer, ver y oír en esta vida. Obsceno por donde se lo vea.
jajaj1 HABEMUS PAPAM! pensare che un fulano che dovrebbe essere povero viene incoronato in un palazzo faronico, con le comparse vestite da carnevale e tutti quei cretini sotto la pioggia per aspettare il direttore della banca del vaticano, lo IOR, accusato di riciclaggio di denaro! altro che carnevale di Oruro!
ResponderEliminaral suo confronto il defunto chavez e la kristina kretina sono dilettanti.
ciao Josè!
fiore
Vuelvo a la mía, apreciado José: en cualquiera de sus manifestaciones- políticas, económicas,académicas, jurídicas,sexuales, culturales,religiosas, familiares- el poder es una colosal montaña de mierda: basta con pasar unos segundos junto a él para terminar oliendo a eso: a mierda. Revise usted la Historia Universal y encontrará que Chávez fue solo una de sus más recientes expresiones tropicales. Puestos a revisar el caso concreto de Venezuela no tardamos en reconfirmar que sus predecesores hicieron lo mismo: despilfarrar los recurso derivados del petróleo y tejer corruptelas familiares y políticas de gran calado.Con bastantes razones, una columnista colombiana tituló su texto a propósito de la muerte del caudillo: "Sí hay muerto malo".
ResponderEliminarTienes razón, amiga Fiore, los nuevos ricos de la izquierda latinoamericana son aprendices comparados con la mafia del Vaticano, que por décadas ha hecho grandes negocios con dineros de dudosa procedencia. La iglesia católica es la empresa más exitosa de la historia. Yo no he visto la coronación papal, nunca me ha interesado, me parece un show hipócrita. Je, je muy buena esa descripción de la gente esperando bajo la lluvia, aguardando pacientemente el Habemus papam. Más folclore religioso.
ResponderEliminarGracias por la sugerencia, estimado Gustavo. Estoy muy de acuerdo con lo escrito por la columnista. Chávez aun después de muerto, va a seguir causando mucho dolor y división a los venezolanos. Es tan nauseabundo el uso político que se hace de su cadáver, que no me extrañaría que Maduro pasease su féretro por todo el país para la nueva campaña eleccionaria. Todavía me causa hilaridad la ola de elogios absurdos y desmesurados que sus discípulos y simpatizantes sueltan en todas partes, en mi país he oído decir a políticos que Chávez era el “Cristo de los pobres”, “el salvador de la patria grande”, etc, por no hablar del abuso de haber gastado dinero público para enviar una comisión de 90 personas a sus funerales.
ResponderEliminarIl nome e Francesco... Francesco d'Assisi... James... James Bond. Bueno, un viejo rival de la presidenta argentina es ahora Papa, y quiere -o eso dice- una "iglesia pobre para los pobres". Mucha, mucha gente le creerá, ya veremos por cuanto tiempo. Este nuevo papa, a diferencia de los anteriores, no es un desafío para los creyentes, sino especialmente para los cínicos. Es de lo más interesante en el panorama internacional.
ResponderEliminarHablando de Cristina FK., amigo Lalo, resulta frívola como una quinceañera comentando eso de “¿lo puedo tocar, nunca un Papa me había besado?”, cuando hace poco no tragaba al entonces cardenal argentino. Que este nuevo pontífice dé muestras de sencillez y apertura con los fieles no quiere decir que la Iglesia vaya a sufrir grandes transformaciones. Que sea jesuita es lo de menos. En el fondo es muy conservador, de lo contrario el colegio cardenalicio no lo hubiera elegido. Entre tanto, prefiero disfrutar de un momento de humor, como la cumbia papal que ya es éxito en Argentina: “Brasilero, brasilero, que amargado se te ve / Tenemos Pancho Primero, que es más grande que Pelé...” Les comparto el video:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=7CYwVSXd1qk