05 mayo, 2012

8 Apuntes estéticos sobre la mujer



Si hay algo en esta vida que nunca me ha aburrido es la belleza de la mujer. He renegado muchas veces del fútbol, del cine, de la literatura, del arte en general. Nunca de la belleza andante. Todo alrededor del mundo es belleza estática menos la mujer. Todo es paisaje, incluido las mariposas y las aves más hermosas mas no la mujer.
Contemplar un joven cuerpo femenino al desnudo nunca es una pérdida de tiempo. No se piensa en burda lujuria. Es ante todo, dar paso a la mirada que inconscientemente comprueba su irreprochable simetría. Puro embeleso espiritual que apacigua por un instante la sensación de soledad. Un fósforo encendido en las tinieblas del aburrimiento genético. Atavismo adánico.
La mujer es la naturaleza suavizada. Lo abrupto de sus picos, lo confuso de sus ramajes, el zigzagueo de sus tormentas, la inasibilidad de sus aguas, terminan allá donde la luz se curva al pasar sobre ese par de senos. Música en estéreo para los ojos.
Ella es naturaleza olorosa. Café con aroma de mujer, el elixir de la vida compitiendo con el inconfundible olor del grano tostado. La mujer es delirio estético pero su condición organoléptica hace la diferencia. Cada poro suyo exacerba la mecánica de los sentidos.
Hasta aquí naturaleza desnuda, quieta, pictórica podría decirse. Sin soplo de vida la belleza es incompleta.
Con cada paso cadencioso de estas criaturas gráciles, es inevitable pensar que detrás de todo hay un ser supremo, una inteligencia sin límites, un arquitecto universal, un demiurgo sublime capaz de acabar con el ateísmo más convencido. En esos huesos que desafían la gravedad está la única prueba de su divinidad. Lo demás es evolución.
El más leve movimiento coqueto de cabeza, la mirada con cierto ángulo, los pasos esbeltos que se pierden en una eternidad de segundos, bastan para trastocar la realidad anulando el ruido de las cosas. Efecto efímero pero esencial. El menor roce involuntario de su cuerpo, el viaje a velocidad de látigo de un mechón de cabello a nuestro mentón, el perfume que no quiere irse al pasar cerca de uno, son pequeñas bombas que sacuden la existencia. No sólo respirando vive el hombre.
Con todo, la desnudez es importante pero no fundamental. Axioma del bikini. La maja vestida es más atractiva que la maja desnuda. No hay cuerpo más deseable que aquel aprisionado como un guante por el ropaje. La sutil sugerencia de un vestido bien llevado. La elegancia que se pierde en dos piernas infinitas. La incontestable circunnavegación del talle. Los pulsos de la vida marcados por tacones.
Belleza de mujer es ella y el aura que le rodea: cuerpo, aroma y estilo.  La belleza entra por los ojos como necesidad primordial. No creo en belleza de persona, belleza interior u otras bellaquerías. Inútil soliloquio de un filósofo ciego.  Invento moderno para relativizar las cosas y domesticar la salvaje experiencia de los sentidos. La mujer es mal necesario, la vida a borbotones, sacudón viral sobre la naturaleza aburrida del hombre y, quizá el arma definitiva contra la melancolía. Breton no lo pudo decir mejor: la belleza será CONVULSIVA o no será.     
          

8 comentarios :

  1. La beauté sera convulsive ou ne sera pas…
    Bueno, hace mucho tiempo que no leía una declaración de amor tan elocuente. No conozco la obra de Breton, pero veo que su Nadja era desconcertante y encantadora, “une créature toujours inspirée et inspirante”, con algunos puntos de contacto con la figura que describes. Se me ocurre, sin embargo, que al mismo tiempo que vemos a la mujer y su aura, también podemos ver el alma de un hombre generoso, capaz de sentir estas cosas y de decirlas a los cuatro vientos. Mi respeto, José.

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  2. Si nos atenemos a la ilustración utilizada para su texto, supongo que estará usted refiriéndose a una noción de belleza mediada por la poesía. Porque otra muy distinta es la belleza femenina instrumentalizada por la industria, el mercadeo y la publicidad.Mientras la primera surge de las honduras del corazón y la piel, la segunda se fabrica en serie en los quirófanos y en los laboratorios. Algo va de la Venus de Botticelli a las donnas de las pasarelas. De paso, estimado José, me llevó usted a recordar las letras de dos canciones que, a pesar de ser muy distintas, están emparentadas en lo esencial : La mujer que yo quiero, de Serrat y Besos en la frente, del inefable Sabina.

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  3. Has dado en el clavo estimado Lalo, Nadja, es de lejos, una de mis novelas favoritas junto a Lolita de Nabokov. Es la sintesis del amor total,con rasgos autobiográficos e impregnada de un aura desconcertante y por demás terriblemente surrealista. Nadja proviene del ruso y es el principio (sólo el principio) de la palabra "esperanza", segun explica Breton. He ahí mi fijación inconsciente con este nombre de mujer. Además la novela tiene uno de los inicios, segun mi opinión, mas poéticos y arrebatadores de la literatura. Me sorprende que no la hayas leído todavia, a pesar de tu buen conocimiento de francés. Ya quisiera yo hablar algo.

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  4. Así es, amigo Gustavo, lo mio es una declaración ingenua y sentimental, no sé si roza la poesia, simplemente es un rendido homenaje a las "bellas bestezuelas" que pueblan nuestra cansina existencia. Yo le respondo con otra canción desgarradora del incombustible Leonard Cohen, aquella que lleva por título "Dance me to the end of love" (por supuesto que se oye mejor en inglés). Aqui una parte traducida:

    Báilame hasta tu belleza con un violín ardiente
    Báilame a través del pánico en el que estoy encerrado y a salvo
    Álzame como una rama de olivo y sé la paloma que me guíe a casa
    Báilame hasta el final del amor
    Báilame hasta el final del amor.

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  5. "No creo en belleza de persona, belleza interior u otras bellaquerías"...¿?...bueno,bueno,bueno, amigo José; Según iba yo leyendo, veia que ese poeta que tiene Vd. "Secuestrado" en ese interior en el cual Vd., dice no creer, se había liberado de sus cadenas para salir al exterior; pero con el último párrafo, lo ha devuelto Vd, de nuevo a su encierro. Yo sí creo en esa belleza interior de la persona (Hombre ó mujer), tal vez, porque es lo único que nos quedará cuando desaparezca esa juventud (que todos tenemos o hemos tenido alguna vez) y esa belleza física (los que la tengan o hayan tenido la suerte de tenerla. Naturalmente, ese interior hay que amueblarlo (A menor belleza, más exquisito debe ser el mobiliario.
    Disculpe la parrafada, pero me lo dejó fácil.
    Coincido con Martiniano en lo que apunta en su comentario.
    Saludos

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  6. Lamento que te haya decepcionado mi último párrafo estimada Selegna, contradictorio como soy a veces, solamente estaba gastando algo de humor negro, jugando con "bellaquerías" que encierra la palabra "bella". En resumen, puro alegato estético, una suerte de quejido inútil ante la ola de correción política que gobierna últimamente nuestro mundo.Las cosas por su nombre. Te doy la razon, una cabeza bien amoblada es mas rescatable que la simple belleza a secas. Pero si alguien reune ambas cosas, no tiene desperdicio.

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  7. No te preocupes; normalmente me rio con tu humor; pèro esta vez quise ladrar un poco; espero no haber perdido el estilo, je,je.
    Hasta la próxima. Un saludo

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  8. Ladra las veces que quieras amiga Selegna, asi como a veces fustigo a mucha gente, estoy dispuesto a recibir tambien algo de palo como buen perro, jeje. Un abrazo.

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