25 julio, 2013

8 La escasez, el pan nuestro de cada día


Foto: Los Tiempos
Hace un par de días, el presidente de la estatal petrolera (YPFB), salió a informar categóricamente que no hay escasez de gas licuado para uso doméstico (GLP).  Que estas semanas se hayan visto largas colas de vecinos con garrafas en varias ciudades importantes, seguramente era un show muy bien coordinado de gente que quiere desprestigiar al gobierno pulcro, humilde y trabajador, “al servicio del pueblo”, como le gusta recalcar a Su Excelencia, Evo el Austero, quien, en pos de ese servicio abnegado, se fue a la lejana Rusia a codearse con los capos del gas mundial. Como boliviano de pura cepa,  bien nacido en el centro del continente y súbdito forzosamente feliz del imperio plurinacional, se me hinchó el pecho de orgullo cuando vi a S.E. posar para la foto junto a Putin, Maduro y otros caudillos de la misma salsa ideológica que pomposamente sellaron su amistad bajo las cortinas y símbolos de la Rusia imperial. Pero por lo que se ha visto hasta el momento, la iniciativa de establecer una organización paralela a la OPEP, se hizo gas en cuanto los mandatarios abandonaron los salones zaristas. 

Precisamente, para invitar personalmente a la mayor petrolera rusa, a realizar prospecciones en suelo boliviano, nuestro ahorrador presidente y su espartana comitiva -entre cuyos miembros más destacados figuraba un periodista que informaba minuto a minuto sobre el viaje épico- se gastaron la suma nada despreciable de 800.000 dólares, una bicoca considerando la labor estratégica que supone el liderazgo vibrante de Evo, autonombrado portavoz de los pueblos oprimidos de todo el universo. Y claro, por esas casualidades de la vida, nos enterábamos al mismo tiempo que, niños con cáncer eran atendidos en los pasillos de un viejo y lastimero hospital, a falta de camas y equipamiento decente. Y no es una estampa aislada ni sensiblera. En todos los hospitales públicos falta alguna cosa, desde ambulancias que no tienen gasolina hasta salas de maternidad donde que hay que hacer cola para parir. Esa es la tónica de todos los plebeyos de este país: formar una fila para obtener un documento de identidad, para comprar un plato de comida en la calle, para conseguir una bombona de gas, o madrugar para reservar una ficha de salud, mientras los nuevos aristócratas repasan revistas de aeronáutica para escoger aviones ejecutivos.

Ayer mismo, por fin, apareció el camión repartidor de gas por el barrio, luego de casi tres semanas de ausencia. Menos mal que tenemos en casa una garrafa de repuesto. Hay mucha gente que solo tiene una y tiene que ir en bicicleta o cualquier otro medio a buscar a otros sitios. Los beneficios de la nacionalización, sin duda. A título de recuperar los hidrocarburos, espantaron a casi todos los inversionistas extranjeros. Resultado: no hay nuevos descubrimientos de yacimientos petroleros, hecho que ha mermado drásticamente la producción de GLP, obligándonos a importar una parte de Argentina y Perú. Absurdamente paradójico es este país, ¡potencia mundial del gas, se dice, con foto enmarcable incluida! al mismo tiempo que no tiene la capacidad de cubrir las necesidades domésticas. Desde los años setenta que se exporta gas natural a Argentina y, sin embargo, recién en la última década se ha comenzado a instalar la red domiciliara pero a un ritmo lentísimo y solo en las ciudades principales, y para complicar la cosa, las instalaciones son caóticas, sin atender a un plan maestro.  Hasta hace poco los arquitectos no se preocupaban de diseñar las instalaciones respectivas en los edificios de apartamentos, porque estábamos tan acostumbrados a la cultura de la garrafa de GLP que aquello se consideraba un gasto superfluo. 

Yo vivo a cuatro kilómetros del centro, hace poco vi que estaban abriendo zanjas a un kilómetro de casa e instalando las tuberías amarillas. Habrá que esperar otro año, si es que se dignan a continuar con la ampliación. En casa de un tío, que está en el mismo distrito, dos kilómetros más al norte, le hicieron instalar la tubería hace cinco años por lo menos, pero el suministro nunca llegó, con la excusa de que no  se terminó toda la instalación del barrio. Hacer todo a medias, es otra de nuestras particularidades. Así se hacen gas nuestras esperanzas de vivir mejor.

En los años de los gobiernos anteriores a esta administración, los camiones repartidores circulaban todos los días laborables, hasta los choferes se disputaban las rutas, no hacía falta estar con el oído atento, total, al día siguiente había la certeza y, en última instancia, siempre existía la posibilidad de ir a un distribuidor barrial donde almacenaban el producto por el cual se pagaba un incremento razonable. Hoy todo eso está prohibido, con el pretexto de luchar contra la especulación. Se han volcado las cosas, se debe casi asaltar a los camiones que aparecen para conseguir una bendita garrafa. La desesperación llega a extremos como bloquear avenidas con los mismos cilindros hasta que la refinería se digne a mandar un cargamento lo más rápido posible. Las autoridades se mueven como resortes solo cuando hay presión, el resto del tiempo están ocupadas en calentar los sillones mullidos de sus escritorios. Además siempre está la excusa perfecta del contrabando. El gas que se hace gas a la vista de los aduaneros.

Al crónico racionamiento de GLP, hay que sumarle la escasez de harina en los mercados nacionales. Los panificadores están que arden más que sus hornos. Elevados los precios del insumo principal, cada panadería vende según le parezca: el famoso pan de batalla cambia de tamaño a capricho y/o ha subido de precio. Los operativos de control son simples escaramuzas para distraer a la opinión pública. Entretanto, Argentina, nuestro principal proveedor de harina, ha prohibido recientemente la exportación de trigo; quién diría, el antiguo “granero del mundo”, también sufre la subida de los precios del pan. Como apenas sorprende que haya dejado de ser el primer suministrador de carne fresca en la región, situándose detrás de Brasil, Uruguay y hasta de Paraguay, que no era tradicionalmente exportador de este producto.

Al final, los ministros del ramo se dieron cuenta de que la dignidad no se come. Tragándose el orgullo antiimperialista, anunciaron que comprarían noventa mil quintales de harina del odioso imperio del norte y de su aliado mexicano. ¿Qué pasaría si los EE.UU. se negaran a vendernos su preciado insumo? ¿Se los acusaría de intentar matar de hambre a los más necesitados? Todo es posible en este mundo retorcido.

8 comentarios :

  1. Cuan gasesoso resulta todo este asunto, apreciado José. Todo porque se pretende imponer una ideología sobre el más elemental de los principios económicos : si yo tengo el recurso material, usted posee el conocimiento y otro más detenta los bienes de capital, pues lo más elmental es juntarse y- eso sí- fijar las condiciones para la justa distribución de los beneficios.
    Por desgracia, quienes toman las decisiones optan por vivir en un mundo irreal, alimentado con sus propias ambiciones y con una dosis de soberbia que todo lo distorsiona.

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    1. Eso es, la borrachera del poder que nubla la vista de los gobernantes, amigo Gustavo. Hace poco leí un titular contundente en un artículo venezolano: “a comer petróleo” que ilustra muy bien lo que sucede en la región, especialmente en los países del Alba. No será casualidad que estos gobiernos que rabiosamente se empeñan en políticas ideológicas absurdas, carentes de sentido práctico ahora estén sufriendo inflación y carestía de los productos más básicos. Lo del gas, es el colmo, hace tiempo que se viene instalando una planta millonaria de transformación de hidrocarburos y hasta ahora no la ponen en funcionamiento. Muchos especialistas en el tema aseguran que va a ser un elefante blanco porque no hay nuevos yacimientos. Mientras tanto toca joderse.

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  2. è incredibile che nel paese con più gas si debbano ancora usare le garrafas che sono care e poco sicure.senza contare che le auto potrebbero andare a GPL che è meno inquinante e quasi non consuma il motore.( a parte la marmitta).
    hai ragione josè, quando ci sono pochi soldi non si pensa alle sciocchezze tipo comprare una tele nuova o un aereo.
    se ci pensi siete in una condizione di potere, siete voi ad avere le materie prime e quindi pagare chi le estrae e chi ne trova altra. come dice Martiniano Il Saggio.
    però che rabbia eh?
    ciao
    il cALDO AUMENTA, PREVISIT 40° A RAVENNA , 46 IN SARDEGNA.

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    1. Efectivamente, las garrafas de gas son parte de nuestra vida, amiga Fiore. Las redes de gas domiciliario son muy pocas. Menos mal que para los automóviles ya se ha transformado una gran parte a gas natural vehicular ( GNV) que es tres veces más barato que la gasolina. Casualmente, estos sistemas de conversión se importan desde Italia, jeje. Este proceso data desde hace cinco años. Antes había también filas frecuentes en las gasolineras. Uff, el calor veraniego en tu país parece el infierno, madonna mia!, 46 grados en Cerdeña, es para morirse. Me hace gracia que “calor” se diga “caldo” en italiano, pues en español significa “liquido hirviendo”. Es una definición exacta para la ola de calor, jaja. Saludos.

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  3. ho usato molte auto a gpl (gnv) è molto più economico soprattutto se uno fa dei percorsi fissi.poi sono passata al diesel perchè in auostrada non ci sono le stazioni e nei garages sotterranei non si possono mettere.
    "caldo" in italiano si dice " brodo".
    domani è previsto il max , 38°, poi si attesta sui 34.
    per fortuna abito al 6° piano (7) e soffia sempre vento dal mare.
    in ogni caso al mattino sembra di stare in una pentola piena di "caldo".
    salutoni
    fiò

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    1. Aquí, también el gas natural comprimido ya se usa en todo el transporte público, microbuses y taxis, aunque algunos automovilistas privados no quieren adaptar el sistema porque existe la creencia generalizada de que se estropea el motor en menor tiempo. Camiones y buses grandes siguen usando diesel y que además es importado. Es más agradable vivir en las alturas de un edificio porque siempre sopla alguna brisa durante el verano, especialmente de la costa. (ah, me recuerda a una canción muy querida: “ahora sopla el viento/ cuando el mar quedó lejos hace tiempo”… A mí me sucedía lo mismo cuando estuve dos años en Mallorca. Aquí en Cochabamba ya se va el invierno, temperatura mínima 4 grados durante la madrugada pero pasado el mediodía tenemos cerca de 30 grados, uff qué calor. Jejeje. Saludos. Aquí el link:
      http://www.youtube.com/watch?v=9zdEXRKJSNY

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  4. No se hasta que punto preocupa en Bolivia, pero las nuevas tecnicas extractivas estan transformando el mercado de los combustibles. Los paises que no diversifiquen su produccion las pasaran canutas. No puedo creer que B importe gas de A. Que se dice de todo esto?

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    1. Seguramente te refieres al método del cracking, estimado Lalo, si mal no recuerdo el nombre, ese que consiste en bombear gas a toda presión del suelo, sin perforar los pozos tradicionales. Cierto, es absurdo importar gas de Argentina, pero hay una explicación lógica: Bolivia no tiene mucho petróleo y por ende, el gas asociado, GLP, que es el que se usa en la cocina. Lo que no resulta lógico, es que en tantos años no se hayan masificado las redes de gas natural, a pesar de décadas de exportarlo a Brasil y Argentina. Tal parece que no tenemos la tecnología para licuar el gas, de ahí que compramos ya hecho. Recién están instalando una planta para transformar el gas. La paradoja es que parte de ese GLP retorna al Perú y Argentina, a través del contrabando, y a sabiendas de los aduaneros, pues el precio en nuestro país esta subvencionado, de ahí que sea un negocio para los contrabandistas.

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