Desde que en 1925 se estrenara ‘Corazón aymara’, considerado el primer largometraje boliviano y no menos importante la producción de “Wara Wara”(1929) obra clave del cine mudo nacional, una especie de ‘expresionismo a la boliviana’, sin embargo debido a las limitaciones técnicas y –fundamentalmente- atraso tecnológico, cultural y económico de que hacía gala el país mas pluricultural de Sudamérica, cuna del folclorismo más recalcitrante, poco se pudo hacer para desarrollar el séptimo arte, a pesar de que con la Revolución de 1952, se creó el Instituto Cinematográfico Boliviano en un intento por promover la incipiente cinematografía, a pesar de todo ello, mucho tiempo ha transcurrido y poco celuloide ha corrido.
Escasos
títulos dignos de destacar han poblado la cinemateca nacional,producciones
mayoritariamente de corte documentalista. Lejanos ya, quedan esos años en los
que el cine boliviano ha producido una hornada de buenos títulos, quizá la
década de los 90’s fue la más fecunda en cuanto a cine de gran presupuesto,
capaces de alumbrar obras no exentas de calidad, variedad y compromiso, eso sí,
dentro de las limitaciones técnicas y
económicas de nuestra realidad, aunque muchas veces se haya recurrido a la
financiación de organismos extranjeros.
Para
bien o para mal, el cine patrio ha
seguido un camino similar a la literatura, que peca de un excesivo apego o
predilección por desarrollar temáticas indigenistas, costumbristas o
folclóricas en un afán de reivindicar las raíces y valores propios, circunstancia
que de alguna manera mermó la posibilidad de que nuestro cine sea más conocido
en ámbitos internacionales, sobre todo comerciales, limitándose su difusión en
festivales mayormente especializados. Aún
así, paulatinamente en las últimas décadas se ha ido modificando esa tendencia,
a raíz de la participación de productoras internacionales y por ende el
involucramiento de actores y actrices de prestigio en el ámbito exterior,
dotándoles a algunos filmes de cierto glamour,
capaces de competir con cinematografías vecinas.
Cineastas destacados
Jorge Sanjinés, el director más laureado a nivel internacional, autor de obras claves como: ‘El coraje del pueblo’, ‘Yawar Mallku’ (Sangre de cóndor), obra premiada en varios festivales internacionales, considerado uno de los mejores filmes latinoamericanos y según la Unesco elegida entre las 100 mejores películas de todos los tiempos. Posteriormente ha dirigido ‘Banderas del amanecer’ ‘La nación clandestina’ y ‘Para recibir el canto de los pájaros’, este último un trabajo más bien críptico, digna de múltiples lecturas, pero no bien resuelta y que contó con la participación de la internacional Geraldine Chaplin.
Jorge Sanjinés, el director más laureado a nivel internacional, autor de obras claves como: ‘El coraje del pueblo’, ‘Yawar Mallku’ (Sangre de cóndor), obra premiada en varios festivales internacionales, considerado uno de los mejores filmes latinoamericanos y según la Unesco elegida entre las 100 mejores películas de todos los tiempos. Posteriormente ha dirigido ‘Banderas del amanecer’ ‘La nación clandestina’ y ‘Para recibir el canto de los pájaros’, este último un trabajo más bien críptico, digna de múltiples lecturas, pero no bien resuelta y que contó con la participación de la internacional Geraldine Chaplin.
Jorge Ruiz, el documentalista por excelencia del
cine nacional, ha producido ‘Voces de la
tierra’, ‘La Vertiente’, ‘Mina Alaska’ y ‘Vuelve Sebastiana’, esta última considerada por los especialistas
como obra cumbre del cine boliviano.
Antonio Eguino, otro gran director, autor de
‘Pueblo
Chico’ y Chuquiago’ (un retrato muy bien logrado de la conflictiva sociedad
paceña) títulos importantes del cine nacional, últimamente ha dirigido ‘Los Andes
no creen en Dios’.
Paolo Agazzi, un italiano radicado en Bolivia, ha
dirigido títulos como; ‘Los hermanos
Cartagena’, la entrañable road movie
‘Mi socio’ (recordada por su bella
banda sonora), posteriormente dirigió ‘El dia que murió el silencio’ y
recientemente el thriller policiaco ‘El atraco’, obra de gran calidad
técnica y excelente montaje.
Marcos Loayza, dirigió una de las películas más
queridas por la crítica y el público, muy lograda por su riqueza visual, la
comedia costumbrista ‘Cuestión de Fe’.
Juan Carlos Valdivia ha dirigido dos títulos
importantes; ‘Jonás y la ballena rosada’
(cinta fallida, aunque visualmente atractiva y recordada por introducir el
erotismo en el cine nacional, dado el conservadurismo de la sociedad boliviana)
y ‘American Visa’, una adaptación
sobre la odisea de emigrar a los EEUU. y que contó con la excelente actuación del
actor mexicano Demian Bichir en el rol principal.
No
obstante la aparición de jóvenes promesas en la dirección, la producción
cinematográfica ha vuelto a caer en un
estancamiento de la que no sale en más de una década. Pasado el boom creativo de los noventa, las
propuestas arriesgadas y las posibilidades de financiamiento; el cine patrio ha
vuelto a su hora más negra, a un estado de somnolencia de la que no podrá salir
fácilmente y más aun si hay que sumarle el poco o nulo apoyo del Estado, más
preocupado en ‘descolonizar’ las mentes de los ciudadanos. Si bien la tecnología
digital ha abierto nuevas posibilidades, los últimos resultados han sido
mediocres o de escasa calidad, indignos de ser mínimamente destacables.
En
conclusión, el cine boliviano ha producido tan poco, que instantáneamente se
convierte en cine de culto ¿o no?
Referencias: Historia del cine boliviano-CONACINE
Referencias: Historia del cine boliviano-CONACINE
EL cine Latinoamericano siempre ha sido una rama que a estado evolucionando a lo largo de la historia en latinoamerica, cabe destacar que también se producen tanto películas de culto como no, esto muestra la versatilidad y la libertad que hay a la hora de producir obras en este 7mo arte, sin duda, películas para disfrutar.
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