30 julio, 2011

3 Palíndromos: Dalí era un avaro



¿Les ralló dádiva el avaro Dalí? ¡mil adora! ¿vale?, “avida dollars”, él.
Les ralló dádiva, lame acémila. Dalí me cae mal. “avida dollars” él.
 
Lean a galo ateo, pose vil a Dalí ve, ¡so poeta! ¿ola gana él?
Reí, letal es arte, vil a Dalí ve tras el atelier.

 
La afición desmesurada que Dalí sentía por el dinero fue incluso satirizada por André Breton, que lo rebautizó como “Avida Dollars”; que  es el resultante de la transposición anagramática de las letras que forman el nombre y  primer apellido de Salvador Dalí, y con el que Breton, el Papa del surrealismo,  estigmatizó a su antiguo correligionario como castigo a su afición al vil metal. El famoso anagrama de “Avida Dollars” simbolizó la ruptura de Dalí con los surrealistas de Breton, y con el que el poeta francés pretendió anatemizar la afición desmesurada que el pintor de Figueres sentía por el dinero. Apego que se manifestó de forma exagerada durante la etapa que pasó Dalí en EE.UU, allá por los 40.Esta actitud en exceso mercantilista provocó el desagrado de Breton, que en un alarde de genialidad creó el apodo de “Avida Dollars” para dejar en evidencia a Dalí. Ahora bien el pintor ampurdanés, lejos de enfadarse por el apodo que le había colgado Breton, decidió adoptarlo a modo de provocación y a jactarse del mismo.(Pere J. Brachfield)

El Dalí Avida Dollars, sobrenombre irónico que le endilgó André Breton, siempre estuvo años luz de aquel otro Dalí preciso y aguijoneado, embaderillado de surrealismo, de ese surrealismo que le permitió ablandar la realidad e incendiar jirafas en sus cuadros. O sea después de su etapa surrealista Dalí se convirtió en un hombre anuncio, derivó hacia el profesional del arte con un alto sentido del comercio y la publicidad.(Carlos Yusti, Escáner Cultural, Revista Virtual, Chile).


OTROS  PALINDROMOS

A Imanol: logo moló mogollón a Mia.
¿A rey oye?... (risas)…oí “cargada” graciosa si rey oyera.
Abad efusivo lo vi,  su fe daba.
Adam allí masai cargó, gracias a mi llamada.
Allá cayó hortera, da retro, hoy acalla.
Etna divino ni vi Dante.
Los orea aerosol.
¿Nápoles amó? ¡cómaselo pan!
Otro cae “mutis”, ni “in situ” mea corto.
O soñó, rozó bala calabozo roñoso.
O dan oro -cae sonrisa-, Sir no sea coronado.
Oí: ¡vaya!, tal Adonis nace, cansino da lata, ¿ya vió?
Rata, mera gorda ni trama Martín a droga rematar.
Sam a jodido José: ¡seso jodido jamás!
Yo haré acoso -iba rabioso- caerá hoy.
Y a hortera necio oí: “cena retro hay”

25 julio, 2011

2 Razones por las que no me trago a “Los Soprano”

un Capo así no mola
A pesar de haber sido creada y producida por el gran guionista David Chase. 
A pesar de sus 6 temporadas, 86 episodios y casi 10 años en antena. 
A pesar de su enorme despliegue en recursos económicos, humanos y  técnicos.
A pesar de sus 21 premios Emmy,  5 Globos de Oro, e innumerables nominaciones y premios para sus protagonistas.
A pesar de James Gandolfini, Steve Buscemi, y los numerosos secundarios de lujo, casi todos italoamericanos, lo cual le da más credibilidad a toda la serie.
A pesar de los numerosos homenajes y referencias a la trilogía de El Padrino (Coppola), Scarface (dePalma), Buenos Muchachos (Scorsese), y otras notables películas de mafiosos.
A pesar del criterio casi unánime de la crítica, afirmando que es una de las mejores e innovadoras de todos los tiempos.

A pesar de ser parte de la cultura popular estadounidense de la última década: los numerosos estudios, artículos de prensa, opiniones,  libros, videojuegos y otros productos de mercadeo que ha generado, amén de legiones de fans en todo el mundo.
A pesar de su incuestionable calidad, ya saben: guión, puesta en escena, dirección, reparto, etc.
A pesar de HBO.

¿Por qué no me atrae?

Lo he intentado una y otra vez, empezando con la primera temporada. A veces, incluso viendo episodios sueltos de las otras, sin embargo no he conseguido empatizar con ella,  no he podido ‘engancharme’ a la historia, no sé hay algo que falta, algo que chirría. Dicen que es todo un tratado sociológico sobre la naturaleza humana y cómo no,  sobre el papel caprichoso que ha desempeñado la colonia italiana en la historia estadounidense, inmersa en ese conflicto permanente de asumir su identidad norteamericana o apegarse a los valores tradicionales de la familia italiana. 

¿Cuál es el problema entonces?... mi desencanto se puede resumir en dos palabras: estética y mística.

De acuerdo,  es indudable que la televisión tenga que adaptarse a los tiempos que corren, pero trasladar el género mafioso o cine de gánsters y ambientarla en nuestra época pierde su brillo, esa estética tan característica: trajes, corbatas, sombreros, gabardinas, coches caros, en síntesis; el crimen con elegancia. No soporto ver al capo Tony Soprano con ese aire tan descuidado, vistiendo camisas floridas y fuera del pantalón, un mafioso tan cutre no me asusta ni me provoca simpatía, mucho menos me atemorizan el resto de los jefes en chándal o pijamas deportivos. Más miedo me daban los viejitos “jefes de familia”, comiendo espagueti tranquilamente mientras decidían el destino de sus enemigos en una escena de la película Casino. 

Estos mafiosos en camisa y chandal no dan miedo
Otra cosa era esa notable serie de Los Intocables, allá por los años sesentas.
Por otro lado, centrar la historia en los conflictos existenciales y circunstanciales de una familia, regida por un mafioso venido a menos, que es preso de sus temores y contradicciones, y emplea su tiempo entre trapicheos de poca monta y visitas a su psicoanalista; definitivamente  no logra instalarse en mi imaginario sobre la mafia y sus historias. Quizá si toda la historia se hubiera desarrollado en una película o trilogía a lo sumo, me hubiera sido más convincente o digerible. Así,  me han parecido soberbias por ejemplo, Buenos Muchachos y Casino, a pesar de su estética contemporánea algo vulgar, o quizá era la presencia monumental de un Joe Pesci tan cutre como temible cabronazo.

Si la historia fuera siempre elegante, me lo pensaría
En resumen, siempre he asociado el cine gansteril a  la trilogía de El Padrino, Los intocables de Eliot Ness y otras películas que ilustran la convulsa historia de la mafia, con su criminal elegancia, sus particulares códigos de valores, supersticiones, costumbres, etc. Todo esto envuelto en unas historias ambiciosas, grandilocuentes, describiendo la lucha intestina de familias poderosas en escenarios gigantescos como Chicago y Nueva York y que remiten incluso hasta la Italia profunda. Y esta serie de los Soprano, que se centra mayoritariamente en narrar las miserias de una familia ‘pequeña’ de New Jersey, dándole un toque más humano y aparentemente más profundo, definitivamente no me atrapa. 

Qué le vamos a hacer, soy así, nostálgico por esa otra época, manías mías simplemente. La mafia, sin esa estética antigua y una épica por detrás, definitivamente no me mola, como dicen en España.

Referencias:  Los Soprano

22 julio, 2011

0 Me avergüenza que mi peor artículo sea el más visto


Usted es la culpable
Hoy estoy seco de ideas. Las musas me han abandonado. Hace casi un año que arrancaba este blog, cuya única intención era perder el tiempo y luchar contra ese mal espiritual que me atosiga hace muchos años; el aburrimiento. Y sí,  estuve perdiendo el tiempo un par de meses en el engorroso y frustrante diseño del sitio, el sinfín de problemas que me dio (y sigue dando) Blogger como a muchos.
Creo que soy víctima de esa ley murphyana de que “lo bueno sale a la superficie, la mierda también”. Ha de ser verdad. Hasta hace poco estaba bastante satisfecho del artilugio que muestra lo más popular  del blog. Encabezaban mis dos mayores pasiones: el cine y el fútbol, con algunos de mis artículos más queridos y por supuesto mostraba inevitablemente algunos de los más flojos también. Estaba encantado que se llevara la palma ese reclamo nostálgico sobre las mujeres fatales del cine. Todo iba bien, hasta que se coló de la noche a la mañana un artículo brevísimo, poco logrado, pobre más bien. Mi excusa es que constituye uno de los más antiguos, de los más verdes o inmaduros, de eso que se llama en el mundo del fútbol un “ejercicio de calentamiento” o de aquellos que han salido a luz cuando uno se preguntaba: ya tengo mi blog ¿y ahora de qué carajos escribo?
Al punto, mi “ladrido” sobre la bellísima Alizee ha tenido un crecimiento exponencial en sus visitas y no creo que se vaya a caer del podio, quizá fue un error escribir algo sobre ella. Por culpa del gugleo, su presencia en la cúspide no me hace feliz precisamente. No pretendía hacerme conocido como el tal Lin Tao que llenó casi toda Nueva York con posters de Britney Spears para promocionar sus libros. No quiero ser modernete, ni inmensamente popular, Dios me libre. Lo mío es más bien una paja mental (entendida como ejercicio de razonamientos para uso personal, que quede claro).
Pido clemencia, necesito justificarme. Es que esta chavala corsa es una debilidad, me encanta verla moverse en el escenario con esos ojos tan negros, tan provocadores. Eso es todo, su música es un desastre. No me interesa lo que cante, es puro embeleso, cierro mis oídos abro las cortinas de mis ojos, pura contemplación nada más, de ahí el título “música para los ojos”. Por eso no escribí casi nada sobre ella, el pensamiento se me nubla al verla.
En resumen, sería fácil  suprimir ese bochornoso artículo del blog, aunque he estado tentado, resultaría hacer trampa. Uno debe convivir con sus aciertos y yerros, aunque se lo tilde de lo que sea.  De seguro, que muchos al caer en la emboscada de cliquear en la entrada más popular,  se llevan un chasco monumental y murmuran para sí: “¿es todo lo que ofrece este tío, vaya mierda de…?”, y luego rehúyen de las demás entradas como de la peste.
Así que si usted es un internauta extraviado o recién llegado por aquí, no se deje llevar por el anzuelo engañoso de  “lo más visto o leído”, tómese su tiempo, siga su instinto.  

18 julio, 2011

7 Caifanes, ese rock que toca la fibra


Dos décadas y algo más, y todavía pulula en mi cabeza el sonido fresco e intemporal de esta banda. Siempre me he preguntado (casi inconscientemente) de dónde viene el nombre tan extraño, que suena casi reptilesco, y lo más extraño, nunca me preocupé por averiguarlo, manías mías. No importa, tampoco  me interesa conocer las manías de los artistas, me basta con su arte.
Lo siento, hoy me siento desconsolado, me toca la fibra esa canción angustiosa, molecular y desesperante que es “La célula que explota”. Sus acordes de guitarra iniciales son tan desgarrantes y tendientes a la lejanía, con esa voz del vocalista que parece sufrir en carne propia la laceración del desamparo amoroso. Hay veces  imperdonables para no hacerse amigo de un tequila, porque apenas lo tolero,  es muy fuerte para mi gaznate, a lo sumo un par de rondas para calentar el cuerpo y levantar el ánimo. Venga limón para borrar su dejo amargo y luego salar la desdicha.
Quién no ha bailado esa cumbia sicodélica y legendaria que es “La Negra Tomasa”, estos güeys se atrevieron hasta con la movida y lograron mover a medio mundo en las salas de baile, atención a la versión extendida que es un ejercicio muy logrado de conjuntar cumbia y rock, dos géneros enemigos por naturaleza. Nadie más se atrevió. Ni ellos mismos, porque supieron que la Tomasa es insuperable.
En mi contadas farras me gusta exigir silencio a los colegas cuando suenan los acordes de “Aquí no es así”. Es mi manía personal, pedir dos o tres veces su repetición, hasta hace poco era mi canción favorita en castellano, pero lo he ido superando, eso no quiere decir que la haya arrinconado, me sigue deleitando sus punteos de esa  guitarra y su lírica oscura que se pierde en una bruma invocatoria del pasado.
Con el álbum, El nervio del volcán,  su trabajo más maduro, llegaron a las profundidades de un sonido telúrico, apoteósico y maestro. Una especie de homenaje a los dioses tutelares, una invocación a las raíces del México profundo. Del amplio repertorio de la banda, algunas tengo que elegir entre mis favoritas;  “Perdí mi ojo de venado”, “Mátenme porque me muero”, “Detrás de los cerros”, “Los dioses ocultos”, “Aviéntame” y otras. Salvo el tema “Afuera”(muy popular eso sí), ninguno suena tan bronco, visceral o combativo. Caifanes es sinónimo de eclecticismo, sonido reposado y lírica destilada con la amargura de un buen tequila. Todo conjuncionado en un estilo único e irrepetible. Y de la voz, qué se puede decir; quejumbrosa, rota y definitiva. Mi pecado es no saber el nombre de este artista, después de tantos años tampoco voy a investigarlo, cosa rara pero su nombre no sonó como el de los vocalistas de otras bandas y eso que tengo excelente memoria.
Amigos españoles borrad de vuestra memoria a ese rock que sabe a mariposas de Maná. He estado allí,  su sonido blando y repetitivo hasta la náusea se llevaba el crédito de “rock mexicano” en todas las radios y el imaginario colectivo, y eso que los Caifanes son más antiguos. Deteneos, dadle una oportunidad y deleitaros con su virtuosismo surgido desde las entrañas. Entretanto aquí me quedo al solaz de su hechizo enfermizo y me transporto en el tiempo con “No dejes que”  o quizás elegiré el gemir del bajo de “Hasta morir”.
Eso sí, no hagan caso a los últimos Caifanes,  Jaguares dicen que se llaman. Porque mutaron de piel, no significa que pudieran camuflarse, no rugieron ni para sus gatos pardos incondicionales. Al menos a mí no me conmovieron sus rugidos, a quién sí.

13 julio, 2011

4 ¿La mujer y el fútbol son incompatibles?

¿Las mujeres juegan al fútbol?...

Sí, y  últimamente en el Mundial de  Alemania, ¿cómo? ¿un mundial dices?, ¿por qué no se sabe casi nada o lo transmiten entonces?

El gran Ronaldo (el verdadero), tenía una esposa futbolista que jugaba en Italia y por si acaso también era modelo. Bien que me acuerdo, era guapa la garota, pero nunca le vi jugar, salvo hacer algunas dominadas de balón y lo hacía muy bien.

Por lo menos una compañera en la facultad le pegaba al balón con mucha potencia y puntería, pero era considerada una marimacho. Las "niñas bien", si toman algún balón es para sostenerlo en la mano y juguetear con él,  pura coquetería. Sería poco femenino darle una patada de esas, de las de verdad. “No hijita, no me hables de fútbol, eso es para los chicos, qué van a decir mis amigas si te ven jugar, si quieres te inscribo en la escuela de básquet, natación o vóley” Así se zanja la cuestión, por lo menos en gran parte de Latinoamérica. 

Curiosamente en los Estados Unidos el soccer femenino pega fuerte en los colegios, y los varones aspiran a integrar el equipo de football  porque es de machotes y rehúyen del soccer porque es para debiluchos o para niñas, habréis visto infinidad de películas corroborando eso. A resultas, no es extraño que este país tenga la liga más importante de futbol profesional femenino del mundo, que haya ganado dos Copas Mundiales y que haya dado también las mejores jugadoras, admito mi ignorancia no sé nada de ellas. Es que tampoco tengo imágenes o literatura que me ayuden.

En este largo parón futbolístico de las grandes ligas europeas, ¿qué me quedaba por ver, sintiendo que me habían cortado como el pan de cada día? A la lamentable Copa América, me ha dado ganas de apagarla de mi memoria futbolística, pero como no hay otro torneo para escoger, debo seguirle el rastro aunque a regañadientes. Miento,  hay otro torneo casi paralelo, el citado Mundial femenino de Alemania, del que sólo llegan cortísimos resúmenes de los partidos y cómo no de los mentados bloopers que repiten con mofa hasta la saciedad como si los varones no los cometieran. 

He visto apenas un par de partidos completos en un canal local (extrañamente ya no dan ninguno). Admitámoslo, el nivel no es tan parejo como en torneos de varones, algunos equipos son demasiado ingenuos, pero no deja de tener su atractivo. Por lo menos los equipos van para adelante, a veces desordenadamente, a veces generando buenas triangulaciones. Las chicas no saben de cálculo resultadista o partidos amarretes, siempre hay goles y buenos goles, el espíritu futbolero se lo agradece. Y lo más importante,  el fútbol femenino siempre es leal, caballeroso, sin mala intención en la marca y sin esa asquerosa costumbre de escupir en el césped,  sonarse la nariz con la mano o soltarle un escupitajo al rival. 

¿Las mujeres entienden de fútbol?...

Sí,  por lo menos albergo la esperanza.

No vale, eso de repetir de memoria los nombres de los mejores futbolistas de la historia,  cuando acceden a entrevistas en vísperas de un mundial.

No vale, eso de decir me encanta  el fútbol porque admiran a Cristiano Ronaldo, al niño Torres o a David Beckham.

¿Será que algún día, leeremos a alguna escritora o columnista hablar con pasión y profundidad sobre este deporte?

Por lo menos una amiga, hace un mundial atrás, viendo un partido ‘leyó’ con mucho criterio una jugada de posición adelantada. Excelente comienzo.

España, Italia, Brasil, Argentina, ya cuentan con periodistas mujeres que hablan de fútbol y conducen programas y tertulias sobre el asunto. Del resto del mundo poco o casi nada.

¿Será que algún día se extinguirá el tópico de que los hombres sólo hablan de fútbol y las mujeres sólo de telenovelas? No me culpéis, esa es la idea generalizada.

Decía mi abuelo; "si tienes la fortuna de tener una linda amiga que te hable de fútbol más allá de los goles y jugadores que admira, debes casarte con ella". No he conocido ninguna pero albergo –ingenuamente- la esperanza.

Casillas ya tiene a Sara Carbonero,-ya la conocíamos en cierto programa deportivo antes que saltara a la fama- y de paso muy guapa la tía, ¡qué tipo más afortunado!

08 julio, 2011

0 Selección boliviana, el autoengaño más grande del mundo


A pocas horas de haber terminado el partido inaugural entre Argentina y Bolivia, por la Copa América, en una entrevista a un canal de televisión boliviano, Fernando Niembro, uno de los comentaristas más prestigiosos de Fox Sports, haciéndose eco del ‘fabuloso’ desempeño del combinado boliviano, dijo “esta es la mejor selección boliviana que he visto” (sic). 

Escuchando tal disparate no hice más que sonreír amargamente, ante semejante apreciación pueril e imperdonable para un periodista tan experimentado. Cualquier periodista deportivo sudamericano recién egresado, sabe que la mejor selección boliviana fue aquella que clasificó por primera y única vez al Mundial de USA 94 con una participación digna y que tuvo un merecido corolario como subcampeona en la Copa  América de 1997  (torneo ganado por el Brasil de Ronaldo, Roberto Carlos, Rivaldo y Cafú, nada menos). En resumidas cuentas, un equipo de talla mundial que se equiparaba en nivel a la selección de México, Irlanda, Corea del Sur o Estados Unidos por ejemplo. Hoy, sólo podemos ganarle a Haití, que apenas fútbol tiene.
Luego del afortunado empate ante la selección argentina,  10 millones de almas se sintieron flotar en la nubes, y ante la proximidad del siguiente partido con Costa Rica, nadie hablaba de una posible derrota, todos daban por descontada la victoria, más aún ante el hecho de que la selección centroamericana presentaba un combinado juvenil sub-22  y era considerado uno de los representativos más débiles del torneo. Hubieran visto amables lectores, toda la parafernalia mediática que se armó en el país, empezando desde el Presidente que se consideró como amuleto de buena suerte (por su presencia en el partido inaugural), los presentadores de noticias que portaban con orgullo la bandera tricolor o la escarapela  en los trajes, los programas deportivos que repetían hasta el cansancio las imágenes del partido contra Argentina, y el resto de programas variados que para no caer de antipatriotas lanzaban concursos de pronósticos y  a pocas horas del encuentro ante los Ticos, cientos de hinchas entrevistados manifestaban eufóricos, proclamas de aliento en la calle.  Todo iba bien, pero olvidamos que:
  • Luego de la exitosa clasificación al Mundial de Estados Unidos en 1994, los desempeños de la selección fueron de mal en peor, terminando casi siempre como penúltimos en la tabla de las eliminatorias.
  • Desde la Copa América de 1997, -que por rotación le tocó organizar a Bolivia- ninguna Selección Verde ha pasado más allá de la fase de grupos o a segunda instancia. Resultados paupérrimos que hablan por sí solos.
  • Desde hace más de 10 años, ningún equipo boliviano representante ante la Copa Libertadores -equivalente continental de la Champions League europea-ha logrado siquiera trasponer la fase de grupos, y los rendimientos son cada vez peores, con derrotas humillantes en casa incluidas.
  • Ya ninguna selección de mediana talla en el ámbito internacional quiere perder el tiempo en jugar amistosos de preparación con la selección de Bolivia. Si tenemos suerte, nos medimos ante Estonia, Guatemala o Chipre, si acaso.
Después del partido nefasto de ayer, poco se puede decir sobre lo visto, salvo un hecho bastante llamativo: La selección juvenil parecía no la de Costa Rica, sino la boliviana, con jugadores faltos de resistencia física, débiles y diminutos, corriendo desorientados tras el balón, y perdiendo casi siempre en la disputa cuerpo a cuerpo. Véase que el jugador que hizo el segundo gol de los Ticos (Joel Campbell), tiene 19 años y se movía con el temple y seguridad de un experimentado de 30. La victoria fue tan clara e incuestionable por las mayores ocasiones de gol desperdiciadas del conjunto costarricense, que no me provoca otra cosa que sentir vergüenza. ¿La culpa de la derrota es de los jugadores?, quizá pero ni tanto.
Tanto se ha dicho que los responsables de una victoria o derrota en la cancha son los que juegan, pero después de observar el desempeño individual y colectivo de la selección nacional, los fallos estructurales saltaron a la vista.  De todos los responsables de esta debacle en la Copa, los futbolistas son los que menos responsabilidad tienen, porque pusieron mucho empeño, seriedad, garra, pundonor y sacrificio, detalles ponderables pero insuficientes para suplir las deficiencias técnicas. Duele admitirlo, pero es todo lo que el fútbol boliviano HOY puede dar.
Lamentablemente los futbolistas nacionales se mueven en campeonatos donde imperan; la mediocridad, la falta de seriedad y profesionalidad (con detalles como el de olvidar llevar camisetas alternativas cuando se juega de visitante y coinciden los colores o el no observar los horarios de los partidos), la poca preparación física y mental de los futbolistas, la organización de campeonatos complicados semejantes al torneo argentino, que derivan en una saturación de partidos que paulatinamente alejan a los hinchas de los estadios (en un solo año se pueden dar 6 o más clásicos de una ciudad, con la merma que ello significa en la recaudación). A todo esto hay que sumarle que los equipos son gestionados a capricho personal de los dirigentes, sin proyectos sustentables a largo plazo (un DT, salvo excepciones, no dura más de un año al frente de un equipo). Pero la peor lacra para el fútbol doméstico, es la presencia dirigencial, que una y otra vez se aferra a los cargos de privilegio, empezando por la FBF, la Liga y la Asociación Nacional de Fútbol, un monstruo de tres cabezas que se debate en la infinita discusión de “cambiar” los destinos del balompié nacional, mientras tanto, ellos gozan de viajes con todo pagado y se alojan en hoteles de lujo entre Zurich y Asunción. Así nos va, es todo lo que hay.
En este torneo que es hasta el momento uno de los más  mediocres de los últimos tiempos (partidos anodinos, juego de bajo nivel técnico, los ‘grandes’ que no dan la talla, demasiados empates sin goles, etc), como dijo Messi, “un gol raro, un gol de mierda”, nos puso en primera plana por un día en todos los noticieros, a nivel mundial.
Dos goles de una imberbe Costa Rica, nos devolvieron en otro día,  a la realidad de mierda que es el fútbol nacional.

05 julio, 2011

4 El Madrid y su “real” influencia en Bolivia


Para nadie es desconocido, que a finales de los 50 y empezando la década de los 60,  el Real Madrid era la sensación de Europa y del mundo, esa generación brillante con Di Stéfano y compañía conquistó 5 Copas de Europa consecutivas, generando admiración en todo el orbe y Bolivia no era la excepción. 

Bajo la influencia de esa época dorada del madridismo,  se fundaron nuevos equipos en un intento de homenajear el pomposo nombre. Nacen así, equipos cruceños como  “Real Santa Cruz” (fdo. 1960),  institución que sí logró participar muchas temporadas en primera línea aunque ahora languidece en el futbol asociacionista.Posteriormente se funda “Real América” (1968), equipo que nunca ascendió a primera división.

En la ciudad de Potosí, se fundó en 1986 un equipo bajo la denominación de BAMIN Potosí, (acrónimo de Banco Minero), sin mucha suerte en el balompié nacional, hasta la llegada en los años noventa del empresario español Samuel Blanco, hincha acérrimo del equipo merengue, quien convenció a moros y cristianos de cambiar el nombre a Real Potosí. Blanco le dio nueva identidad a la institución (incluido colores y  escudo), reorganizándola hasta su ascenso a primera división en 1998, desde entonces el conjunto potosino se convirtió en pleno protagonista,(una suerte de Super Depor) disputando títulos a los más grandes como Bolívar u Oriente Petrolero. Hoy el equipo “realista” es muy querido y respetado por su espíritu aguerrido  y merecidamente, Blanco ya es parte del folclore potosino.

   

Años más tarde, en el departamento amazónico de Beni, caracterizado por la rotación esporádica de sus equipos que no duran mucho en primera división, surgió una escuadra bajo el denominativo de Real Mamoré (nombre de un rio que atraviesa todo el Beni y es el más imponente y caudaloso de Bolivia). ¿No hubiera sido más apropiado  y llamativo -hasta como reclamo turístico- bautizar el equipo como Rio Mamoré o Gran Mamoré, para homenajear a toda la región beniana?. Nunca he oído que a algún español se le haya ocurrido fundar un equipo como “Real Duero”, “Real Tajo” o “Real Guadalquivir”.

Siguiendo con esa ola realista, hace pocos años, se creó en mi ciudad una academia de fútbol, denominada “Real Cochabamba y de seguro habrá algunas réplicas en otras ciudades, aunque no me consta.

¿Por qué esta ceguera y falta de originalidad en la dirigencia local? Aclaro que no tengo nada contra el Madrid, pero en América-desde Alaska a la Patagonia-, la idea de realeza no cuaja en el sentimiento popular, fundamentado principalmente en el legado histórico de largos años de lucha por la independencia de las colonias de las monarquías europeas respectivas. Es así, que en casi todos los países futboleros del continente no existen equipos que lleven el pomposo nombre de “REAL”  y sólo en estas latitudes,  a los ‘creativos’ fundadores de nuevos equipos se les ocurre el uso gratuito, como si este título 'noble' les diera magnificencia, espectacularidad , prestigio o solera. 

A juicio personal, el único título bien llevado corresponde al  Oruro Royal (mira que es delicioso el nombre), equipo decano del fútbol nacional, fundado en 1896 por un grupo de entusiastas, alentados por ingenieros ingleses que vinieron a construir los primeros ferrocarriles del pais hace más de un siglo.  Leyenda y tradición que justifica sin duda el prestigio de portarlo. Cuando este equipo fue fundado, no existían aún ni el Madrid ni mi respetado Barça.

En otra época, también estuvieron de moda los equipos refineros, por el auge de la explotación carburífera: Chaco Petrolero, Independiente Petrolero, Petrolero y Oriente Petrolero, de los que queda solamente este último, siendo actualmente el más popular de Santa Cruz.

Como ahora está de moda, la idea monárquica, no sé, quizá a mí se me ocurra fundar un club como “Real Cantaritos” o “Real Limonada”, escucho sugerencias.

01 julio, 2011

1 ¿El rosa es para las niñas?

¿Por qué en estos tiempos llevar una corbata o una camisa rosa es sinónimo de ser cool, moderno o desprejuiciado?, sin embargo ningún ‘varoncito’ compra un teléfono móvil, un reproductor mp3 o una cámara de fotos de color rosa, ¿Por qué?, ¿porque es un color que usan las chicas o se presta a muchas interpretaciones?

Si el rosa es un color moderno o elegante, ¿por qué no vemos automóviles o motocicletas de ese color y si vemos alguno por casualidad, tachamos a su dueñ@ de ridículo o extravagante?

Cuando era un crío, se decía que no era un color para ‘hombrecitos’, iba siempre asociado a las muñecas barbies y otros juguetes de las hermanas o de las primas, a los vestidos de quinceañeras o resultado de la influencia de cierta película celebérrima, muchas adolescentes querían ser las pink ladies, emulando la rebeldía de sus heroínas. Me pregunto si Travolta hubiera parecido un sex symbol bailando con camiseta rosa.

¿Por qué este color va asociado a una vida ‘entre algodones’, de lujo y comodidades, a una vida de ensueño? , ¿por qué una y otra vez, dice la canción, “Así es la vida de caprichosa, a veces negra , a veces color rosa? ¿culpa de la publicidad, la televisión o la literatura?

Algunos gurús de la moda, sostienen que los colores no tienen género, la elección de ciertos colores es sólo cuestión de moda temporal, ¿o es que se han flexibilizado o relajado los criterios de moda?

Entretanto se alimente el debate, que de seguro no llevará a ninguna parte, dejemos que el tiempo sea juez dirimidor, quizá de acá a pocos años, el verde lima o el azul eléctrico sean los colores preponderantes. Mientras tanto, equipos de fútbol de primera división como el Palermo italiano o el Sport Boys de Perú, llevan con orgullo el rosa, aunque sean objeto de burla de las aficiones rivales. A mucha honra dicen ellos.

¿Quieren saber mi posición?, yo nunca llevaría una camisa o corbata rosa, no porque me parezca poco varonil, sino por ser un color demasiado llamativo al igual que otros colores chillones como el horroroso morado. Llámenme cavernícola o anticuado, me gustan los colores sobrios. Discreción ante todo.
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