...sigue a la segunda parte:
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Llunk’us.- Título honorífico que el pueblo llano ha conferido a la legión de serviles funcionarios, legisladores, opinadores y escribanos que defienden a capa y espada cualquier tropelía o metida de pata del soberano plurinacional. Sustancioso vocablo de origen quechua que define con precisión a todos aquellos chupamedias, lambiscones, palmeros, tirasacos, lamebotas y demás ridículos adulones del reino (véase también “amarrahuatos”).
Los Kjarkas.- Guitarreros
íntimos de S.E. que, por alegrarle la noche, tuvieron el privilegio de
compartir con él unos traguitos de su preciado Etiqueta Azul que guarda con
llave en Palacio Quemado. Ostentan, además, el papel de ser los principales
juglares del régimen, que no solamente amenizan veladas y almuerzos
protocolares sino que también acuden raudos a cierres de campaña y otras
concentraciones partidarias, sin cobrar un peso por ello, por su amor
incondicional al caudillo y a su revolución democrática-cultural. Por tan
solidarios artistas hay que sacarse el sombrero y hasta el corpiño si hiciera
falta.
MAS-IPSP.- Acrónimo
de Mafia Andina de Sinvergüenzas, aunque sus ardientes dirigentes argumentan
que se trata de una honorable organización nacida de las luchas sociales, recuperadora
de la dignidad nacional, inventora de la soberanía alimentaria y otros líricos
proyectos que responde al nombre de Movimiento Al Socialismo. Multicromática
cofradía de antiguos emenerristas, adenistas, miristas y otros neoliberales que
renegaron de sus credos para juntarse con marxistas-leninistas, kataristas y
otros indigenistas, guevaristas, pachamamistas, rastafaris y otros
paracaidistas, dejando a un lado sus insalvables diferencias ideológicas para
oportunísimamente crear un brazo operador que, de acuerdo a mis fuentes
palaciegas, es el Instrumento Para Saquear al Pueblo, oficialmente denominado
Instrumento Por la Soberanía de los Pueblos, eufemismo retórico para engañar
con el cuento del tío a la gran masa votante y deslumbrar a los amigos
internacionales que contemplan la revolución desde el sofá.
Masista.-
Fanático irremediable que defiende a ultranza el Proceso de Cambio y demás
ideología del partido, pese a todos los saqueos, escándalos y desmanes que
sacuden al régimen. Aplícase también a cualquier individuo de carácter cínico y
prepotente, sospechoso de robo o corrupción, degradación moral y otros
comportamientos repulsivos. El adjetivo es tan desprestigiante que algunos
miembros del partido y muchos simpatizantes prefieren calificarse como
“evistas” antes que “masistas”. Pero vistas las circunstancias, ambos términos
vienen a ser casi lo mismo.
Masistrado.- Sugestivo
nombre que el pueblo dio a los magistrados del Tribunal Supremo y otros altos
jueces elegidos entre las sombras por los jerarcas del partido, pero
ampliamente rechazados por el voto popular, pese al cual fueron posesionados
con todas las de la ley, dando supuestas lecciones al resto del planeta, por
ser los pioneros en haber efectuado ‘democráticas’ elecciones judiciales.
Mestizo.- Criatura
oficialmente extinta, como el tigre de Tasmania, que habitó el territorio
boliviano durante la época colonial y hasta los últimos años de la república. Exterminados
de un plumazo (Censo poblacional 2012, mediante), los mestizos, como no son ni
chicha ni limonada -pues no poseen territorio, cultura, idioma y religión
propios, según las brillantes deducciones del viceministro de Descolonización,
quien se define a sí mismo como “indio aymara en ejercicio” para certificar su
pureza racial-, hoy no cuentan estadísticamente para el régimen imperante, pues
no sabría dónde encajar una nación de mestizos en su originalísimo estado
plurinacional de 36 naciones originarias, más puras que el agua del nevado
Sajama.
Ministra Paco.-
La ministra más ruda del gabinete, que no obstante su reducido tamaño es capaz
de tragarse entero a cualquier personaje o periodista que ose contradecirle. La esencia de la soberbia: "nosotros gastamos en lo que nos da la gana...¿y?" (en una interpelación por los gastos millonarios en propaganda). Desde su trinchera del ministerio de Comunicación lanza permanentes ataques
contra la oposición y otros pérfidos antipatriotas que se oponen al reinado
vitalicio de S.E. Conocida ampliamente por lucir hombrunamente sombreros
texanos y otros de corte europeo -en franca contradicción con su rabioso
discurso anticolonial-, de los cuales no se desprende ni al dormir, anda
amenazando con procesos judiciales a cualquier bicho que ironice respecto a su
particular atuendo, alegando connotaciones racistas y discriminatorias. Curiosamente, nadie se fija en el sombrero de
una colega suya, una elegante chola paceña que funge de ministra de Justicia.
Ministra Valdivia.-
Desconocida burócrata que dirigía la ASFI (organismo fiscalizador del sistema
financiero), que rápidamente saltó a la fama al defender celestinamente a S. E.
a raíz del affaire Zapata, en su nuevo papel de ministra de Transparencia y
Anticorrupción. Continuando con la sagrada misión de transparentar o lavar la
imagen del Jefazo, al poco tiempo se estrenó como escritora oficial publicando
un informe bautizado como “La gran estafa del 21-F: Caso Zapata”, que habrá ido
a engordar la biblioteca de la Vicepresidencia, para provecho de las polillas.
Ministro Arce
Catacora.- El todopoderoso jefe de las finanzas plurinacionales. Orondo burócrata
y antiguo empleado de gobiernos neoliberales, que gracias al liderazgo de S.E. decidió
convertirse al masismo y desde entonces cuida que al redentor plurinacional no
le falte la gasolina para su avión ni los viáticos en sus giras alrededor del
mundo, en su lucha jurada contra la dictadura del capitalismo. Al parecer,
mosqueado por desembolsar tanto dinero en viajes, hoteles, palacios, aviones,
helicópteros y coches lujosos para disfrute del caudillo y principales
jerarcas; decidió que ya era hora de participar del festín, mandándose a
construir un moderno palacete de cristal y acero, cuya obra fina demandó unos
módicos 100 millones de Bs.($us.14,5 millones) y no satisfecho con ello,
encargó la adquisición de exclusivas alfombras de Irán para su nuevo edificio,
amén de equipar sus oficinas con lujosos muebles importados, conjunto de gastos
que superaban los 2 millones de dólares. En estos coloridos afanes fue pillado
el nuevo Sultán del Altiplano (bautizo de las redes sociales) que, ante la
reacción pública, tuvo que frenar las compras a toda prisa y hurtar el
voluminoso cuerpo por algún resquicio de su despacho. Como siempre, el pato lo
pagaron unos subalternos, sospechosos de gustos orientales y otros
refinamientos.
Ministro Ferreira.-
Antiguo poeta, ensayista, profesor universitario, rector de una universidad
estatal, organizador de cumbres y no sé qué cosas más, que decidió cambiar sus apolillados
versos por los himnos y fusiles del ministerio de Defensa, que él
inexplicablemente confundió con la defensa a ultranza de los líos de alcoba del
caudillo, sumándose al equipo de barrenderos que pujaban entre sí por agradar
al amo a punta de papel y lápiz. De su pluma salió un engendro titulado “Caso
Zapata: la confabulación de la mentira”, donde acusaba a gil y mil por la
derrota del referendo del 21-F.
Ministro Romero.-
El más tolkeniano de los cortesanos de S.E., ¿la razón?, habría que preguntarles
a las redes sociales. Uno de los funcionarios inamovibles del primer gabinete que,
ni con la muerte del viceministro Illanes -quien le habría llamado pidiéndole
auxilio para que lo rescatara de las garras de sus captores en un conflicto
minero- cambió la expresión de su rostro ni peligró su puesto al mando del
ministerio de Gobierno. Todo el mundo se pregunta, si ha embrujado a S.E. para
gozar de su plena confianza.
Movimientos
Sociales.- Conjunto de sindicatos y otras agrupaciones, convenientemente
adoctrinados, que son conducidos de un lugar a otro y que, dependiendo de las
circunstancias, actúan ya sea como violentos grupos de choque, como instrumento
de presión, vigilia y amenaza a gobernantes opositores, o como material
masificador en las marchas y concentraciones a favor del régimen. La jerga
oficialista los denomina también como “soldados del Proceso de Cambio”,
revolucionario eufemismo con que disfraza su condición de carne de cañón a
cambio de algunos privilegios, casi exclusivamente aprovechados por los
caciquillos que los comandan. Entre estos grupos de guerreros escogidos figuran
los cocaleros, los Ponchos Rojos, las Bartolinas, las juventudes masistas y
otros.
Narco amauta.- Sumo
sacerdote que posesionó a S.E. como gobernante en 2006, entregándole el bastón
de mando bajo los ritos aymaras en el templo sagrado de Tiahuanaco. El amauta o
sabio era considerado el “líder espiritual del continente” o máximo
representante de la cosmovisión andina, algo así como el pope del Pachamamismo que,
de celebrar rituales con la hoja sagrada, descubrió que era más rentable
pasarse al negocio de la merca sagrada. Fue detenido en 2010, con las manos en
la masa (240 kilogramos de cocaína, apenitas) en un pequeño laboratorio de
cristalización que funcionaba en su domicilio.
Neoliberalismo.- Según
el vicepresidente García Linera, en Latinoamérica constituye hoy un “triste recuerdo
arqueológico”, sepultado por el despunte de los movimientos sociales que del
poder de las calles han pasado a detentar poder de Estado, encarnado por
supuesto en la figura de S.E., quintaesencia de la lucha social y azote del
imperialismo. Lo que no parece ver el marxista de los trajes Armani, es que a
los gobiernos de fachada socialista se les acabó el combustible para vivir del
cuento y, en consecuencia, la denostada derecha está volviendo a tomar las
riendas con cierta naturalidad (Argentina y Brasil como puntas de lanza),
sabedora de que las políticas neoliberales solo fueron camufladas con retórica
populista. La economía de mercado sigue más vigente que nunca en el continente,
y Bolivia no es la excepción.
Oposición.- Conjunto
de politiqueros dispersos -liderados por algunos dinosaurios que se niegan a
jubilarse-, que se ganan la vida disputándose famélicamente los restos que caen
de la piñata oficialista. Debido a sus intereses mezquinos, muchas veces se
prestan ingenuamente al triste papel de ser funcionales al gobierno y, dado su
comportamiento errático, gran parte de la opinión pública desconfía de ellos con
justa razón. Desempeñan, asimismo, el pobre rol de figurantes que sólo cobran
vida cuando el régimen necesita una diana a la cual dirigir sus dardos.
Orinoca.- Sitio sagrado por excelencia para todos los plurinacionales, pues producto de “esa agua, ese aire y esa tierra” ha nacido, entre llamitas y corderos, en una humilde cuna abrigada por pajas bravas, el salvador de la humanidad que más tarde sería conocido como Evaristo (o Cristo resucitado), para temor del imperialismo romano (yanqui, mejor dicho). Orinoca es una aldea pobre a orillas del lago de Galilea (¡demonios!, otra vez el corrector, “lago Poopó” debiera decir), en pleno desierto del altiplano orureño donde actualmente se está construyendo un elefantiásico museo que albergará desde los primeros p’olqos (zapatitos de lana) del redentor, pasando por su trompeta adolescente, la veintena de biografías que le han dedicado, hasta su colección de quinientos ponchos o más, que sus fans le regalan en sus recorridos a ritmo de avión y helicóptero por todo el territorio plurinacional.
Orinoca.- Sitio sagrado por excelencia para todos los plurinacionales, pues producto de “esa agua, ese aire y esa tierra” ha nacido, entre llamitas y corderos, en una humilde cuna abrigada por pajas bravas, el salvador de la humanidad que más tarde sería conocido como Evaristo (o Cristo resucitado), para temor del imperialismo romano (yanqui, mejor dicho). Orinoca es una aldea pobre a orillas del lago de Galilea (¡demonios!, otra vez el corrector, “lago Poopó” debiera decir), en pleno desierto del altiplano orureño donde actualmente se está construyendo un elefantiásico museo que albergará desde los primeros p’olqos (zapatitos de lana) del redentor, pasando por su trompeta adolescente, la veintena de biografías que le han dedicado, hasta su colección de quinientos ponchos o más, que sus fans le regalan en sus recorridos a ritmo de avión y helicóptero por todo el territorio plurinacional.
Pachakuti .- Nombre
solemne con que fue inaugurado el inicio de una Nueva Era, en diciembre de 2012,
de acuerdo a una antiquísima profecía que anunciaba el “cambio de la Tierra” o transformación
radical del modo de vida, justamente quinientos años después del arribo de los
conquistadores españoles, para presenciar el surgimiento de un nuevo esplendor
de la gloria de los antepasados. Ese día en que se alinearon los planetas y las
olas rebeldes del lago Titicaca, surgió como rayo de luz el portador del “fuego
sagrado cosmotelúrico” para redimir a todos los pueblos oprimidos del planeta.
Ese Prometeo andino había sido, por supuesto, el predestinado cuyo nombre no
puede invocarse en vano.
Pachamama.- La
divinidad mayor en la cosmogonía andina, una suerte de madre nutricia de todas
las criaturas que pueblan el planeta, en permanente comunión y relación de
dependencia con la naturaleza. Como se dice que está siendo destruida
paulatinamente por la voracidad del capitalismo, S.E. y otros escogidos que
escuchan su agonía, acusan al norte industrializado de ser el causante de la
catástrofe, por lo que se ha impuesto a sí mismo la misión de llevar hasta el
seno de la ONU una bellísima propuesta de reconocimiento de los Derechos de la
Madre Tierra, y que, según su concepción, son más importantes que los derechos
humanos. De ahí que aproveche todo foro internacional para vociferar su mantra
aleccionador de “¡Pachamama o muerte!”, mientras en su reino plurinacional las
petroleras meten tractor a los territorios indígenas (¿les suena la película
Avatar?) y sus inofensivos cocaleros arrasan con los parques forestales a punta
de machete y fuego purificador de alimañas.
Pachamámicos.- Seguidores
de una corriente new age bautizada
como pachamamismo, que tiene entre sus eximios profetas al esotérico canciller Choquehuanca
y a los amautas de zapatillas como sacerdotes oficiadores de los ritos. Esgrimiendo
su devoción a la Pachamama se han colado hasta los salones de Palacio Quemado,
donde hacen humear sus inciensos y otros sahumerios para espantar a los malos
espíritus y, de paso, dorar de espiritualidad a los solemnes actos de gobierno,
posesión de autoridades, inauguración de obras y diversos festejos.
Palacio Quemado.-
Edificio de estilo neoclásico que sufrió un incendio parcial durante una
revuelta en el siglo 19, y cuya atmósfera está plagada de pensamiento colonial
que tiene angustiado a S.E., sintiéndose prisionero de él, tanto que hace todo
lo posible para gobernar desde el aire, a bordo de su avión. Como el vetusto palacete
no alcanza ni para cobijar a los pajes y guardia pretoriana, además de que no
reúne ningún decorado plurinacional; se ha resuelto que será convertido en un
museo, al tiempo que se efectúan los preparativos para trasladar toda la corte
al palacio de inspiración tiahuanacota que se está construyendo unos metros más
allá, para envidia de Erdogan y otros sátrapas de Asia Central.
Papalisa.- Cierto
tubérculo de color amarillo-naranja y superficie lisa que los bolivianos
degustamos a menudo en sopas o guisos picantes, sin enterarnos de sus poderes
amatorios, que el místico Choquehuanca al parecer descubrió en las arrugas
(surcos) de la madre Tierra, recomendando su consumo para Vivir Bien...calentados.
Picante notición que ha repercutido en todas las embajadas y suscitado el
interés de las multinacionales farmacéuticas, se dice.
‘¡Patria o Muerte:
Venceremos!’.- Grito motivacional (como cuando uno se apresta a vencer en
una partida de cacho) con que S.E. saluda a las tropas uniformadas cuando pasa
revista en los cuarteles y otros actos protocolares de las Fuerzas Armadas
Antiimperialistas y demás fuerzas del orden. Por su recomendación, el lema
adorna los patios centrales de los recintos militares y policiales.
Pluris.- Mote cariñoso
y ahorrativo que los “neoliberales” y otros derechistas suelen dar a los
militantes del Proceso de Cambio ya que diferenciarlos entre masistas, evistas,
pachamamistas, etc., es un verdadero engorro.
Ponchos Rojos.- Uno
de los movimientos sociales más aguerridos, provenientes de Achacachi y otras comunidades
del altiplano que a punta de chicotazos suelen ejercer su particular democracia
comunitaria. Más indómitos que un guanaco, se rieron en los postulados de la
Pachamama, al degollar perros en público como advertencia a los opositores. Por
semejante demostración de valentía, desde entonces participan, codo a codo, con
tropas de élite en los desfiles patrióticos, ante la mirada atenta de S.E.
Proceso de Cambio.-
Nombre oficial de la cleptocracia que se ha apoderado de Bolivia, pues más allá
del cambio de nombre a las instituciones públicas (comenzando con el barniz de
Estado Plurinacional para la República, Tribunal por Corte, Asamblea por
Parlamento, Casa Grande por Palacio, etc), lo que verdaderamente ha ocurrido en
la realidad es el reemplazo de una
oligarquía por otra de nuevo cuño, aun con mayor cinismo y codicia, a la que
añadieron algunas figuras indígenas y obreras para simular una profunda
transformación social. El resto es verso para consumo de los izquierdistas de
salón alrededor del mundo.
Rally Dakar.-
Competencia ruidosa de decenas de mamíferos rebosantes de testosterona que,
montados en sus carromatos mecánicos, vienen del hemisferio norte a hollar los
virginales caminitos del sur, dejando a su paso derrames de combustible, latas
de aceite, plásticos y otros desechos industriales para angustia de la Madre
Tierra que el hiperecologista líder plurinacional afirma defender. Principal
cometido del ministerio de Culturas que despilfarrando unos buenos millones en
colmar de mimos a los pilotos y dueños del circo, se asegura que los turistas
van a llegar a raudales, porque “Bolivia está en los ojos del mundo” durante
esos barrosos días.
Redes Sociales.- El único sector de la opinión pública que aun
no ha sido domesticado por el régimen. Pero poco a poco se estrecha el cerco,
pues se las considera como las grandes culpables de haber inducido a la población
a votar en contra de la sagrada reelección de S.E., acusación inverosímil
considerando que poco más que el 10% de la población tiene acceso a
internet. Como sea, los sectores adictos
al oficialismo claman por una urgente ley que amordace su campo de acción y
castigue a los contados tuiteros que tuvieron la osadía de cuestionar la
divinidad del amado líder.
Referendo del 21 F.-
Conocido también como el día más luctuoso (algo así como la Noche Triste del
evismo) de la historia plurinacional, pues en esa infame fecha del 21 de febrero
de 2016, las fuerzas oscuras de la derecha, bajo directrices de la embajada
norteamericana, atentaron contra la infabilidad de S.E al vencerle en las
urnas, tal como estuvieron celebrando hasta altas horas de la madrugada. Otros
cronistas señalan que más bien al pueblo boliviano le dio un ataque de dignidad
ante los intentos desesperados de la camarilla reinante para atornillarse al
poder y seguir gozando del expolio impunemente.
Revolución
Democrática y Cultural.- Rutilante etiqueta oficial que resume el modo de
ejercer la política dentro de las fronteras del Estado Plurinacional. Ha de ser
revolución la sistemática destrucción del tejido institucional, a través del
nombramiento discrecional de directores y otros altos funcionarios burlando la
normativa vigente; el asalto a los otros poderes del Estado para que sean
funcionales al Ejecutivo; el descabezamiento de gobernaciones y alcaldías rivales
bajo cualquier pretexto; la cooptación de la Central Obrera y otros gremios de
reivindicaciones laborales; el silenciamiento de los medios de comunicación a
través de la compra forzada o la permanente extorsión con amenazas de
cierre y; como broche de oro, la persecución judicial de todos los enemigos
del régimen (al día de hoy centenares de políticos, periodistas y otros, viven
exiliados en los países vecinos, muchos más que en gobiernos de dictadura). A
eso le llaman cínicamente construir la revolución en democracia. En el camino,
mientras tanto, arman las tarimas del espectáculo con que distraer a las
grandes multitudes. Pan y circo a título de despertar cultural.
Sacha Llorenti.-
Burócrata de triste recuerdo, que durante el auge de gobiernos neoliberales fue
un acérrimo defensor de Derechos Humanos, papel por el cual se ganó la simpatía
de emergentes líderes sindicales como el cocalero Evo Morales, que una vez en
el poder decidió nombrarlo como ministro de Gobierno, para que en poco tiempo
se estrenara como enérgico represor de los derechos humanos de los indígenas
del Tipnis. Con todos estos méritos, hoy funge como embajador ante la ONU,
donde no tiene mayor inconveniente en participar de foros sobre la misma
temática y otros derechos civiles.
Satélite Túpac
Katari.- Juguete de manufactura
china que costó más de 300 millones de verdes billetitos, con el que
supuestamente Bolivia entró en el exclusivo club de potencias espaciales, y
mediante el cual el país adquirió soberanía tecnológica y otras mandangas. Su
lanzamiento provocó más audiencia que la llegada del hombre a la luna y
auténticas muestras de emoción de diputadas, cuyas lágrimas se perdieron en la
lluvia de ese día tan históricamente glorioso.
Satucos.-
Pandilla de activistas del masismo que se autodefinen como Colectivo de
Pensamiento Político, que supuestamente busca formar ideológicamente a las clases
medias urbanas que coquetean con el partido. Más allá de sus actividades
proselitistas, se les ha visto amedrentando a un documentalista australiano por
la osadía de filmar una movilización de discapacitados que rogaban por un bono
asistencial.
Soberanía alimentaria.-
Otro de los floridos intentos con que el Gobierno disfraza su incompetencia
para aumentar la productividad del agro, para no depender de la importación de
alimentos. Curiosamente, en el régimen que se apoya en el campesinado como una
de sus bases más importantes, el país depende más que nunca de productos
foráneos para llenar su canasta básica de alimentos. Productos tan típicos como
las papas y el maíz provienen a menudo de los países vecinos. Y dale que dale
con el verso de la soberanía.
Socialismo
Comunitario.- Paparruchas de reciente creación, tal vez en las trasnochadas
del clarividente García Linera, que refieren a un modelo de “socialismo a la
boliviana”, en palabras de un estudioso del fenómeno. Según el vicepresidente,
principal teórico del socialismo rosa que sirve de sustrato ideológico a la
farsa conocida como Proceso de Cambio, se viene una “comunitarización” universal
de las relaciones humanas y de los seres humanos con la naturaleza, que marcará
un Horizonte de Época, que más temprano que tarde habrá de materializarse a
escala global, y a consecuencia de ello sustituirá al capitalismo como sociedad.
“Y es este socialismo democrático
comunitario del vivir bien la única esperanza real para…” (mejor ahí la paro que estoy a punto de dormirme).
Socialistos o
sociolistos.- Conjunto de diversos burócratas como directores de organismos
de segunda categoría, gerentes y ejecutivos de empresas estatales, mandos
medios del partido, periodistas de opinión que subsisten del auspicio
gubernamental, y los numerosos “intelectuales orgánicos” que están al servicio
del régimen, beneficiados con sueldos sustanciosos y otros premios como viajes
al exterior, nombramiento en cargos medios de embajadas, etc.
Tiahuanaco o Tiwanaku.-
Formidable ciudadela lítica perteneciente a una civilización desconocida, que
prosperó en cercanías del lago Titicaca, mucho más antigua que la incaica que,
por el grado de complejidad arquitectónica alcanzado, suscita la admiración de
propios y extraños. Pero gracias al empuje de los pachamámicos el sitio ha sido
convertido en un escenario de espectáculos variopintos, desde comerciales
ceremonias neoincaicas hasta grotescas bodas de la nueva realeza plurinacional.
Y eso que sus sacerdotes juran y recontrajuran que el lugar es sagrado.
Tipnis.- Territorio
indígena perteneciente a pueblos amazónicos, que cobró relevancia en 2011 ante
los planes maquiavélicos del Gobierno de construir una carretera asfaltada por
el corazón de la selva, sin importarle el impacto medioambiental y sociocultural
que iba a ocasionar entre los habitantes de la zona, cada vez más avasallados
por los cocaleros del trópico cochabambino que buscan aumentar sus áreas de
cultivo a toda costa. Ante la negativa
de los indígenas, el régimen envió a las fuerzas represivas a apalearlos con
dureza en la localidad de Chaparina cuando se dirigían en una marcha rumbo a La
Paz.
Túpac Katari.- Caudillo
indígena de origen aymara, ajusticiado en la época colonial por rebelarse
contra la corona española. Tótem del katarismo y otras corrientes indianistas
que el masismo ha intentado apropiarse de manera sistemática para decorar su
impostura con rasgos de indigenismo, telurismo y otras manifestaciones que le
son ajenas.
Valverde, el Pelado.-
Periodista cruceño que andaba incordiando el reinado feliz de S.E. con
permanentes denuncias de corrupción, una especie de Lanata boliviano que cometió
el pecado de revelar el Caso Zapata que, por las implicancias de salpicar
directamente al caudillo, le iniciaron procesos de todo tipo, a tal punto que
tuvo que refugiarse en Argentina por falta de garantías.
Vendepatrias.- Apelativo
más gráfico con que el masismo señala a los "privatizadores”,
"neoliberales” y otras pulgas molestosas que cometen la herejía de pensar
diferente u oponerse a los planes totalitarios del régimen. Pero para muestra,
mejor citar la lección que el vicepresidente brindó a unos escolares: “¿Niños,
ustedes saben quiénes son los vendepatrias? …los que venden a los extranjeros, los
que han regalado nuestro gas, los que han regalado nuestras tierras, los que
han regalado nuestra electricidad, los que han regalado nuestra agua, nuestros
minerales, esos se llaman vendepatrias; y esos vendepatrias, toda la plata de
Bolivia lo entregaban a los gringos y no había Juancito Pinto (bono)”.
Viceministerio de
Descolonización.- Insólita repartición del Estado, sin parangón en el mundo
entero, dirigida por un funcionario que se dice aymara puro, que anda husmeando
en la televisión y otros medios para detectar posibles casos de racismo, sin
que a él le tiemble efectuar, a su vez, declaraciones racistas como las dirigidas
a los mestizos. Es tan puntilloso el burócrata que anda amenazando con procesos
a todo aquel blancoide que se niegue a saludar o dar la mano a S.E, entre otras
faltas de respeto, según su interpretación, cargadas de racismo y discriminación.
No se le conocen mayores resultados de su gestión, salvo en la reciente cuasi-condecoración
que hizo a la ministra de Comunicación como
reconocimiento a su ferviente lucha dialéctica contra las redes sociales que le
obsequian memes por sus omnipresentes sombreros.
Vivir Bien.- Dolce
far niente al estilo plurinacional, que se resume en el permanente disfrute
de los privilegios que dispensa el poder: aviones, coches lujosos, viajes y
hospedajes en hoteles cinco estrellas, amén de la celebración de continuos
banquetes con invitados especiales donde no se escatiman en gastos de toda
índole, con danzas y cantores folclóricos animando las veladas. Todo en nombre
de los pobres, mientras estos tienen que conformarse con bonos y otras migajas.
Aunque de forma lírica, se anda promocionando el concepto como horizonte de
vida, en el “sentido moral de vivir correctamente”, de acuerdo a prácticas y
tradiciones indígenas basadas en el comunitarismo y armonía con la Pachamama.
Bonita filosofía que no la cumplen ni los pachamámicos.
Wiphala.- Emblema
que se dice “sagrada y milenaria”, adoptada por los ideólogos del Reich aymara para
que flamee otros mil años, y así descolonizarse de una vez por todas, para lo
cual han metido con calzador en la nueva Carta Magna como símbolo oficial, obligando
a su izado hasta en tierras orientales, en una muestra de colonialismo interno
ejercido por la supremacía aymara sobre las otras 35 naciones que contempla el
Estado Plurinacional. Eso sí, reputados historiadores peruanos como María Rostworowski,
aseguran que en la América prehispánica no se conoció el concepto de bandera y
que no corresponde con el contexto histórico; por tanto, la mal llamada bandera
del Tahuantisuyo es una invención tardía del siglo XX, creada al calor de las corrientes
indianistas.
¿Quién copió a quién?: "Wiphalas" en el arte colonial: ángel de templo de Calamarca (izq) y ángel de la escuela cuzqueña. |
FIN
Por aquí anduvieron en Pereira los tan mentados Kjarkas, apreciado José. Ignoraba su condición de juglares del régimen.
ResponderEliminarInsisto: este glosario suyo es intercambiable y adaptable a nuestro continente entero. Basta con cambiar nombres y situaciones y tenemos un mosaico de este varipinto, doloroso y errático mundo nuestro, esquilamdo una y otra vez por pillastres cuya ideología, se sitúe a la izquierda, la derecha o el cómodo centro, es apenas otro pretexto para saquear las arcas públicas y concederse lujos de nuevo rico.
Efectivamente, amigo Gustavo, los Kjarkas son unos grandes artistas, pero del camuflaje, que se mueven según soplan los vientos. Bien recuerdo que muchos años atrás, antes de la irrupción de Evo Morales, su líder fue candidato a diputado uninominal por el MNR, el principal partido de derecha de entonces. Y verlos hoy, posando en las antípodas y declarándose como artistas revolucionarios, es para matarse de risa.
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