09 noviembre, 2016

2 Glosario plurinacional para iniciados (tercera parte)



...sigue a la segunda parte:
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Llunk’us.- Título honorífico que el pueblo llano ha conferido a la legión de serviles funcionarios, legisladores, opinadores y escribanos que defienden a capa y espada cualquier tropelía o metida de pata del soberano plurinacional. Sustancioso vocablo de origen quechua que define con precisión a todos aquellos chupamedias, lambiscones, palmeros, tirasacos, lamebotas y demás ridículos adulones del reino (véase también “amarrahuatos”).

Los Kjarkas.- Guitarreros íntimos de S.E. que, por alegrarle la noche, tuvieron el privilegio de compartir con él unos traguitos de su preciado Etiqueta Azul que guarda con llave en Palacio Quemado. Ostentan, además, el papel de ser los principales juglares del régimen, que no solamente amenizan veladas y almuerzos protocolares sino que también acuden raudos a cierres de campaña y otras concentraciones partidarias, sin cobrar un peso por ello, por su amor incondicional al caudillo y a su revolución democrática-cultural. Por tan solidarios artistas hay que sacarse el sombrero y hasta el corpiño si hiciera falta.

MAS-IPSP.- Acrónimo de Mafia Andina de Sinvergüenzas, aunque sus ardientes dirigentes argumentan que se trata de una honorable organización nacida de las luchas sociales, recuperadora de la dignidad nacional, inventora de la soberanía alimentaria y otros líricos proyectos que responde al nombre de Movimiento Al Socialismo. Multicromática cofradía de antiguos emenerristas, adenistas, miristas y otros neoliberales que renegaron de sus credos para juntarse con marxistas-leninistas, kataristas y otros indigenistas, guevaristas, pachamamistas, rastafaris y otros paracaidistas, dejando a un lado sus insalvables diferencias ideológicas para oportunísimamente crear un brazo operador que, de acuerdo a mis fuentes palaciegas, es el Instrumento Para Saquear al Pueblo, oficialmente denominado Instrumento Por la Soberanía de los Pueblos, eufemismo retórico para engañar con el cuento del tío a la gran masa votante y deslumbrar a los amigos internacionales que contemplan la revolución desde el sofá.

Masista.- Fanático irremediable que defiende a ultranza el Proceso de Cambio y demás ideología del partido, pese a todos los saqueos, escándalos y desmanes que sacuden al régimen. Aplícase también a cualquier individuo de carácter cínico y prepotente, sospechoso de robo o corrupción, degradación moral y otros comportamientos repulsivos. El adjetivo es tan desprestigiante que algunos miembros del partido y muchos simpatizantes prefieren calificarse como “evistas” antes que “masistas”. Pero vistas las circunstancias, ambos términos vienen a ser casi lo mismo. 
   
Masistrado.- Sugestivo nombre que el pueblo dio a los magistrados del Tribunal Supremo y otros altos jueces elegidos entre las sombras por los jerarcas del partido, pero ampliamente rechazados por el voto popular, pese al cual fueron posesionados con todas las de la ley, dando supuestas lecciones al resto del planeta, por ser los pioneros en haber efectuado ‘democráticas’ elecciones judiciales.

Mestizo.- Criatura oficialmente extinta, como el tigre de Tasmania, que habitó el territorio boliviano durante la época colonial y hasta los últimos años de la república. Exterminados de un plumazo (Censo poblacional 2012, mediante), los mestizos, como no son ni chicha ni limonada -pues no poseen territorio, cultura, idioma y religión propios, según las brillantes deducciones del viceministro de Descolonización, quien se define a sí mismo como “indio aymara en ejercicio” para certificar su pureza racial-, hoy no cuentan estadísticamente para el régimen imperante, pues no sabría dónde encajar una nación de mestizos en su originalísimo estado plurinacional de 36 naciones originarias, más puras que el agua del nevado Sajama.

Ministra Paco.- La ministra más ruda del gabinete, que no obstante su reducido tamaño es capaz de tragarse entero a cualquier personaje o periodista que ose contradecirle. La esencia de la soberbia: "nosotros gastamos en lo que nos da la gana...¿y?" (en una interpelación por los gastos millonarios en propaganda). Desde su trinchera del ministerio de Comunicación lanza permanentes ataques contra la oposición y otros pérfidos antipatriotas que se oponen al reinado vitalicio de S.E. Conocida ampliamente por lucir hombrunamente sombreros texanos y otros de corte europeo -en franca contradicción con su rabioso discurso anticolonial-, de los cuales no se desprende ni al dormir, anda amenazando con procesos judiciales a cualquier bicho que ironice respecto a su particular atuendo, alegando connotaciones racistas y discriminatorias.  Curiosamente, nadie se fija en el sombrero de una colega suya, una elegante chola paceña que funge de ministra de Justicia.

Ministra Valdivia.- Desconocida burócrata que dirigía la ASFI (organismo fiscalizador del sistema financiero), que rápidamente saltó a la fama al defender celestinamente a S. E. a raíz del affaire Zapata, en su nuevo papel de ministra de Transparencia y Anticorrupción. Continuando con la sagrada misión de transparentar o lavar la imagen del Jefazo, al poco tiempo se estrenó como escritora oficial publicando un informe bautizado como “La gran estafa del 21-F: Caso Zapata”, que habrá ido a engordar la biblioteca de la Vicepresidencia, para provecho de las polillas.

Ministro Arce Catacora.- El todopoderoso jefe de las finanzas plurinacionales. Orondo burócrata y antiguo empleado de gobiernos neoliberales, que gracias al liderazgo de S.E. decidió convertirse al masismo y desde entonces cuida que al redentor plurinacional no le falte la gasolina para su avión ni los viáticos en sus giras alrededor del mundo, en su lucha jurada contra la dictadura del capitalismo. Al parecer, mosqueado por desembolsar tanto dinero en viajes, hoteles, palacios, aviones, helicópteros y coches lujosos para disfrute del caudillo y principales jerarcas; decidió que ya era hora de participar del festín, mandándose a construir un moderno palacete de cristal y acero, cuya obra fina demandó unos módicos 100 millones de Bs.($us.14,5 millones) y no satisfecho con ello, encargó la adquisición de exclusivas alfombras de Irán para su nuevo edificio, amén de equipar sus oficinas con lujosos muebles importados, conjunto de gastos que superaban los 2 millones de dólares. En estos coloridos afanes fue pillado el nuevo Sultán del Altiplano (bautizo de las redes sociales) que, ante la reacción pública, tuvo que frenar las compras a toda prisa y hurtar el voluminoso cuerpo por algún resquicio de su despacho. Como siempre, el pato lo pagaron unos subalternos, sospechosos de gustos orientales y otros refinamientos.

Ministro Ferreira.- Antiguo poeta, ensayista, profesor universitario, rector de una universidad estatal, organizador de cumbres y no sé qué cosas más, que decidió cambiar sus apolillados versos por los himnos y fusiles del ministerio de Defensa, que él inexplicablemente confundió con la defensa a ultranza de los líos de alcoba del caudillo, sumándose al equipo de barrenderos que pujaban entre sí por agradar al amo a punta de papel y lápiz. De su pluma salió un engendro titulado “Caso Zapata: la confabulación de la mentira”, donde acusaba a gil y mil por la derrota del referendo del 21-F.

Ministro Romero.- El más tolkeniano de los cortesanos de S.E., ¿la razón?, habría que preguntarles a las redes sociales. Uno de los funcionarios inamovibles del primer gabinete que, ni con la muerte del viceministro Illanes -quien le habría llamado pidiéndole auxilio para que lo rescatara de las garras de sus captores en un conflicto minero- cambió la expresión de su rostro ni peligró su puesto al mando del ministerio de Gobierno. Todo el mundo se pregunta, si ha embrujado a S.E. para gozar de su plena confianza. 

Movimientos Sociales.- Conjunto de sindicatos y otras agrupaciones, convenientemente adoctrinados, que son conducidos de un lugar a otro y que, dependiendo de las circunstancias, actúan ya sea como violentos grupos de choque, como instrumento de presión, vigilia y amenaza a gobernantes opositores, o como material masificador en las marchas y concentraciones a favor del régimen. La jerga oficialista los denomina también como “soldados del Proceso de Cambio”, revolucionario eufemismo con que disfraza su condición de carne de cañón a cambio de algunos privilegios, casi exclusivamente aprovechados por los caciquillos que los comandan. Entre estos grupos de guerreros escogidos figuran los cocaleros, los Ponchos Rojos, las Bartolinas, las juventudes masistas y otros.  

Narco amauta.- Sumo sacerdote que posesionó a S.E. como gobernante en 2006, entregándole el bastón de mando bajo los ritos aymaras en el templo sagrado de Tiahuanaco. El amauta o sabio era considerado el “líder espiritual del continente” o máximo representante de la cosmovisión andina, algo así como el pope del Pachamamismo que, de celebrar rituales con la hoja sagrada, descubrió que era más rentable pasarse al negocio de la merca sagrada. Fue detenido en 2010, con las manos en la masa (240 kilogramos de cocaína, apenitas) en un pequeño laboratorio de cristalización que funcionaba en su domicilio.

Neoliberalismo.- Según el vicepresidente García Linera, en Latinoamérica constituye hoy un “triste recuerdo arqueológico”, sepultado por el despunte de los movimientos sociales que del poder de las calles han pasado a detentar poder de Estado, encarnado por supuesto en la figura de S.E., quintaesencia de la lucha social y azote del imperialismo. Lo que no parece ver el marxista de los trajes Armani, es que a los gobiernos de fachada socialista se les acabó el combustible para vivir del cuento y, en consecuencia, la denostada derecha está volviendo a tomar las riendas con cierta naturalidad (Argentina y Brasil como puntas de lanza), sabedora de que las políticas neoliberales solo fueron camufladas con retórica populista. La economía de mercado sigue más vigente que nunca en el continente, y Bolivia no es la excepción.

Oposición.- Conjunto de politiqueros dispersos -liderados por algunos dinosaurios que se niegan a jubilarse-, que se ganan la vida disputándose famélicamente los restos que caen de la piñata oficialista. Debido a sus intereses mezquinos, muchas veces se prestan ingenuamente al triste papel de ser funcionales al gobierno y, dado su comportamiento errático, gran parte de la opinión pública desconfía de ellos con justa razón. Desempeñan, asimismo, el pobre rol de figurantes que sólo cobran vida cuando el régimen necesita una diana a la cual dirigir sus dardos.

Orinoca.- Sitio sagrado por excelencia para todos los plurinacionales, pues producto de “esa agua, ese aire y esa tierra” ha nacido, entre llamitas y corderos, en una humilde cuna abrigada por pajas bravas, el salvador de la humanidad que más tarde sería conocido como Evaristo (o Cristo resucitado), para temor del imperialismo romano (yanqui, mejor dicho). Orinoca es una aldea pobre a orillas del lago de Galilea (¡demonios!, otra vez el corrector, “lago Poopó” debiera decir), en pleno desierto del altiplano orureño donde actualmente se está construyendo un elefantiásico museo que albergará desde los primeros p’olqos (zapatitos de lana) del redentor, pasando por su trompeta adolescente, la veintena de biografías que le han dedicado, hasta su colección de quinientos ponchos o más, que sus fans le regalan en sus recorridos a ritmo de avión y helicóptero por todo el territorio plurinacional.

Pachakuti .- Nombre solemne con que fue inaugurado el inicio de una Nueva Era, en diciembre de 2012, de acuerdo a una antiquísima profecía que anunciaba el “cambio de la Tierra” o transformación radical del modo de vida, justamente quinientos años después del arribo de los conquistadores españoles, para presenciar el surgimiento de un nuevo esplendor de la gloria de los antepasados. Ese día en que se alinearon los planetas y las olas rebeldes del lago Titicaca, surgió como rayo de luz el portador del “fuego sagrado cosmotelúrico” para redimir a todos los pueblos oprimidos del planeta. Ese Prometeo andino había sido, por supuesto, el predestinado cuyo nombre no puede invocarse en vano.

Pachamama.- La divinidad mayor en la cosmogonía andina, una suerte de madre nutricia de todas las criaturas que pueblan el planeta, en permanente comunión y relación de dependencia con la naturaleza. Como se dice que está siendo destruida paulatinamente por la voracidad del capitalismo, S.E. y otros escogidos que escuchan su agonía, acusan al norte industrializado de ser el causante de la catástrofe, por lo que se ha impuesto a sí mismo la misión de llevar hasta el seno de la ONU una bellísima propuesta de reconocimiento de los Derechos de la Madre Tierra, y que, según su concepción, son más importantes que los derechos humanos. De ahí que aproveche todo foro internacional para vociferar su mantra aleccionador de “¡Pachamama o muerte!”, mientras en su reino plurinacional las petroleras meten tractor a los territorios indígenas (¿les suena la película Avatar?) y sus inofensivos cocaleros arrasan con los parques forestales a punta de machete y fuego purificador de alimañas.

Pachamámicos.- Seguidores de una corriente new age bautizada como pachamamismo, que tiene entre sus eximios profetas al esotérico canciller Choquehuanca y a los amautas de zapatillas como sacerdotes oficiadores de los ritos. Esgrimiendo su devoción a la Pachamama se han colado hasta los salones de Palacio Quemado, donde hacen humear sus inciensos y otros sahumerios para espantar a los malos espíritus y, de paso, dorar de espiritualidad a los solemnes actos de gobierno, posesión de autoridades, inauguración de obras y diversos festejos.

Palacio Quemado.- Edificio de estilo neoclásico que sufrió un incendio parcial durante una revuelta en el siglo 19, y cuya atmósfera está plagada de pensamiento colonial que tiene angustiado a S.E., sintiéndose prisionero de él, tanto que hace todo lo posible para gobernar desde el aire, a bordo de su avión. Como el vetusto palacete no alcanza ni para cobijar a los pajes y guardia pretoriana, además de que no reúne ningún decorado plurinacional; se ha resuelto que será convertido en un museo, al tiempo que se efectúan los preparativos para trasladar toda la corte al palacio de inspiración tiahuanacota que se está construyendo unos metros más allá, para envidia de Erdogan y otros sátrapas de Asia Central.

Papalisa.- Cierto tubérculo de color amarillo-naranja y superficie lisa que los bolivianos degustamos a menudo en sopas o guisos picantes, sin enterarnos de sus poderes amatorios, que el místico Choquehuanca al parecer descubrió en las arrugas (surcos) de la madre Tierra, recomendando su consumo para Vivir Bien...calentados. Picante notición que ha repercutido en todas las embajadas y suscitado el interés de las multinacionales farmacéuticas, se dice.

‘¡Patria o Muerte: Venceremos!’.- Grito motivacional (como cuando uno se apresta a vencer en una partida de cacho) con que S.E. saluda a las tropas uniformadas cuando pasa revista en los cuarteles y otros actos protocolares de las Fuerzas Armadas Antiimperialistas y demás fuerzas del orden. Por su recomendación, el lema adorna los patios centrales de los recintos militares y policiales.

Pluris.- Mote cariñoso y ahorrativo que los “neoliberales” y otros derechistas suelen dar a los militantes del Proceso de Cambio ya que diferenciarlos entre masistas, evistas, pachamamistas, etc., es un verdadero engorro.  

Ponchos Rojos.- Uno de los movimientos sociales más aguerridos, provenientes de Achacachi y otras comunidades del altiplano que a punta de chicotazos suelen ejercer su particular democracia comunitaria. Más indómitos que un guanaco, se rieron en los postulados de la Pachamama, al degollar perros en público como advertencia a los opositores. Por semejante demostración de valentía, desde entonces participan, codo a codo, con tropas de élite en los desfiles patrióticos, ante la mirada atenta de S.E.

Proceso de Cambio.- Nombre oficial de la cleptocracia que se ha apoderado de Bolivia, pues más allá del cambio de nombre a las instituciones públicas (comenzando con el barniz de Estado Plurinacional para la República, Tribunal por Corte, Asamblea por Parlamento, Casa Grande por Palacio, etc), lo que verdaderamente ha ocurrido en la realidad  es el reemplazo de una oligarquía por otra de nuevo cuño, aun con mayor cinismo y codicia, a la que añadieron algunas figuras indígenas y obreras para simular una profunda transformación social. El resto es verso para consumo de los izquierdistas de salón alrededor del mundo.

Rally Dakar.- Competencia ruidosa de decenas de mamíferos rebosantes de testosterona que, montados en sus carromatos mecánicos, vienen del hemisferio norte a hollar los virginales caminitos del sur, dejando a su paso derrames de combustible, latas de aceite, plásticos y otros desechos industriales para angustia de la Madre Tierra que el hiperecologista líder plurinacional afirma defender. Principal cometido del ministerio de Culturas que despilfarrando unos buenos millones en colmar de mimos a los pilotos y dueños del circo, se asegura que los turistas van a llegar a raudales, porque “Bolivia está en los ojos del mundo” durante esos barrosos días.

Redes Sociales.-  El único sector de la opinión pública que aun no ha sido domesticado por el régimen. Pero poco a poco se estrecha el cerco, pues se las considera como las grandes culpables de haber inducido a la población a votar en contra de la sagrada reelección de S.E., acusación inverosímil considerando que poco más que el 10% de la población tiene acceso a internet.  Como sea, los sectores adictos al oficialismo claman por una urgente ley que amordace su campo de acción y castigue a los contados tuiteros que tuvieron la osadía de cuestionar la divinidad del amado líder.

Referendo del 21 F.- Conocido también como el día más luctuoso (algo así como la Noche Triste del evismo) de la historia plurinacional, pues en esa infame fecha del 21 de febrero de 2016, las fuerzas oscuras de la derecha, bajo directrices de la embajada norteamericana, atentaron contra la infabilidad de S.E al vencerle en las urnas, tal como estuvieron celebrando hasta altas horas de la madrugada. Otros cronistas señalan que más bien al pueblo boliviano le dio un ataque de dignidad ante los intentos desesperados de la camarilla reinante para atornillarse al poder y seguir gozando del expolio impunemente.

Revolución Democrática y Cultural.- Rutilante etiqueta oficial que resume el modo de ejercer la política dentro de las fronteras del Estado Plurinacional. Ha de ser revolución la sistemática destrucción del tejido institucional, a través del nombramiento discrecional de directores y otros altos funcionarios burlando la normativa vigente; el asalto a los otros poderes del Estado para que sean funcionales al Ejecutivo; el descabezamiento de gobernaciones y alcaldías rivales bajo cualquier pretexto; la cooptación de la Central Obrera y otros gremios de reivindicaciones laborales; el silenciamiento de los medios de comunicación a través de la compra forzada o la permanente extorsión con amenazas de cierre  y; como broche de oro,  la persecución judicial de todos los enemigos del régimen (al día de hoy centenares de políticos, periodistas y otros, viven exiliados en los países vecinos, muchos más que en gobiernos de dictadura). A eso le llaman cínicamente construir la revolución en democracia. En el camino, mientras tanto, arman las tarimas del espectáculo con que distraer a las grandes multitudes. Pan y circo a título de despertar cultural.

Sacha Llorenti.- Burócrata de triste recuerdo, que durante el auge de gobiernos neoliberales fue un acérrimo defensor de Derechos Humanos, papel por el cual se ganó la simpatía de emergentes líderes sindicales como el cocalero Evo Morales, que una vez en el poder decidió nombrarlo como ministro de Gobierno, para que en poco tiempo se estrenara como enérgico represor de los derechos humanos de los indígenas del Tipnis. Con todos estos méritos, hoy funge como embajador ante la ONU, donde no tiene mayor inconveniente en participar de foros sobre la misma temática y otros derechos civiles.

Satélite Túpac Katari.-  Juguete de manufactura china que costó más de 300 millones de verdes billetitos, con el que supuestamente Bolivia entró en el exclusivo club de potencias espaciales, y mediante el cual el país adquirió soberanía tecnológica y otras mandangas. Su lanzamiento provocó más audiencia que la llegada del hombre a la luna y auténticas muestras de emoción de diputadas, cuyas lágrimas se perdieron en la lluvia de ese día tan históricamente glorioso.

Satucos.- Pandilla de activistas del masismo que se autodefinen como Colectivo de Pensamiento Político, que supuestamente busca formar ideológicamente a las clases medias urbanas que coquetean con el partido. Más allá de sus actividades proselitistas, se les ha visto amedrentando a un documentalista australiano por la osadía de filmar una movilización de discapacitados que rogaban por un bono asistencial.

Soberanía alimentaria.- Otro de los floridos intentos con que el Gobierno disfraza su incompetencia para aumentar la productividad del agro, para no depender de la importación de alimentos. Curiosamente, en el régimen que se apoya en el campesinado como una de sus bases más importantes, el país depende más que nunca de productos foráneos para llenar su canasta básica de alimentos. Productos tan típicos como las papas y el maíz provienen a menudo de los países vecinos. Y dale que dale con el verso de la soberanía. 

Socialismo Comunitario.- Paparruchas de reciente creación, tal vez en las trasnochadas del clarividente García Linera, que refieren a un modelo de “socialismo a la boliviana”, en palabras de un estudioso del fenómeno. Según el vicepresidente, principal teórico del socialismo rosa que sirve de sustrato ideológico a la farsa conocida como Proceso de Cambio, se viene una “comunitarización” universal de las relaciones humanas y de los seres humanos con la naturaleza, que marcará un Horizonte de Época, que más temprano que tarde habrá de materializarse a escala global, y a consecuencia de ello sustituirá al capitalismo como sociedad.  “Y es este socialismo democrático comunitario del vivir bien la única esperanza real para…”  (mejor ahí la paro que estoy a punto de dormirme).

Socialistos o sociolistos.- Conjunto de diversos burócratas como directores de organismos de segunda categoría, gerentes y ejecutivos de empresas estatales, mandos medios del partido, periodistas de opinión que subsisten del auspicio gubernamental, y los numerosos “intelectuales orgánicos” que están al servicio del régimen, beneficiados con sueldos sustanciosos y otros premios como viajes al exterior, nombramiento en cargos medios de embajadas, etc.   

Tiahuanaco o Tiwanaku.- Formidable ciudadela lítica perteneciente a una civilización desconocida, que prosperó en cercanías del lago Titicaca, mucho más antigua que la incaica que, por el grado de complejidad arquitectónica alcanzado, suscita la admiración de propios y extraños. Pero gracias al empuje de los pachamámicos el sitio ha sido convertido en un escenario de espectáculos variopintos, desde comerciales ceremonias neoincaicas hasta grotescas bodas de la nueva realeza plurinacional. Y eso que sus sacerdotes juran y recontrajuran que el lugar es sagrado.

Tipnis.- Territorio indígena perteneciente a pueblos amazónicos, que cobró relevancia en 2011 ante los planes maquiavélicos del Gobierno de construir una carretera asfaltada por el corazón de la selva, sin importarle el impacto medioambiental y sociocultural que iba a ocasionar entre los habitantes de la zona, cada vez más avasallados por los cocaleros del trópico cochabambino que buscan aumentar sus áreas de cultivo a toda costa.  Ante la negativa de los indígenas, el régimen envió a las fuerzas represivas a apalearlos con dureza en la localidad de Chaparina cuando se dirigían en una marcha rumbo a La Paz.

Túpac Katari.- Caudillo indígena de origen aymara, ajusticiado en la época colonial por rebelarse contra la corona española. Tótem del katarismo y otras corrientes indianistas que el masismo ha intentado apropiarse de manera sistemática para decorar su impostura con rasgos de indigenismo, telurismo y otras manifestaciones que le son ajenas.   

Valverde, el Pelado.- Periodista cruceño que andaba incordiando el reinado feliz de S.E. con permanentes denuncias de corrupción, una especie de Lanata boliviano que cometió el pecado de revelar el Caso Zapata que, por las implicancias de salpicar directamente al caudillo, le iniciaron procesos de todo tipo, a tal punto que tuvo que refugiarse en Argentina por falta de garantías.

Vendepatrias.- Apelativo más gráfico con que el masismo señala a los "privatizadores”, "neoliberales” y otras pulgas molestosas que cometen la herejía de pensar diferente u oponerse a los planes totalitarios del régimen. Pero para muestra, mejor citar la lección que el vicepresidente brindó a unos escolares: “¿Niños, ustedes saben quiénes son los vendepatrias? …los que venden a los extranjeros, los que han regalado nuestro gas, los que han regalado nuestras tierras, los que han regalado nuestra electricidad, los que han regalado nuestra agua, nuestros minerales, esos se llaman vendepatrias; y esos vendepatrias, toda la plata de Bolivia lo entregaban a los gringos y no había Juancito Pinto (bono)”.

Viceministerio de Descolonización.- Insólita repartición del Estado, sin parangón en el mundo entero, dirigida por un funcionario que se dice aymara puro, que anda husmeando en la televisión y otros medios para detectar posibles casos de racismo, sin que a él le tiemble efectuar, a su vez, declaraciones racistas como las dirigidas a los mestizos. Es tan puntilloso el burócrata que anda amenazando con procesos a todo aquel blancoide que se niegue a saludar o dar la mano a S.E, entre otras faltas de respeto, según su interpretación, cargadas de racismo y discriminación. No se le conocen mayores resultados de su gestión, salvo en la reciente cuasi-condecoración que  hizo a la ministra de Comunicación como reconocimiento a su ferviente lucha dialéctica contra las redes sociales que le obsequian memes por sus omnipresentes sombreros.

Vivir Bien.-  Dolce far niente al estilo plurinacional, que se resume en el permanente disfrute de los privilegios que dispensa el poder: aviones, coches lujosos, viajes y hospedajes en hoteles cinco estrellas, amén de la celebración de continuos banquetes con invitados especiales donde no se escatiman en gastos de toda índole, con danzas y cantores folclóricos animando las veladas. Todo en nombre de los pobres, mientras estos tienen que conformarse con bonos y otras migajas. Aunque de forma lírica, se anda promocionando el concepto como horizonte de vida, en el “sentido moral de vivir correctamente”, de acuerdo a prácticas y tradiciones indígenas basadas en el comunitarismo y armonía con la Pachamama. Bonita filosofía que no la cumplen ni los pachamámicos.

Wiphala.- Emblema que se dice “sagrada y milenaria”, adoptada por los ideólogos del Reich aymara para que flamee otros mil años, y así descolonizarse de una vez por todas, para lo cual han metido con calzador en la nueva Carta Magna como símbolo oficial, obligando a su izado hasta en tierras orientales, en una muestra de colonialismo interno ejercido por la supremacía aymara sobre las otras 35 naciones que contempla el Estado Plurinacional. Eso sí, reputados historiadores peruanos como María Rostworowski, aseguran que en la América prehispánica no se conoció el concepto de bandera y que no corresponde con el contexto histórico; por tanto, la mal llamada bandera del Tahuantisuyo es una invención tardía del siglo XX, creada al calor de las corrientes indianistas. 

¿Quién copió a quién?: "Wiphalas" en el arte colonial: ángel de templo de Calamarca (izq) y ángel de la escuela cuzqueña.


 FIN

2 comentarios :

  1. Por aquí anduvieron en Pereira los tan mentados Kjarkas, apreciado José. Ignoraba su condición de juglares del régimen.
    Insisto: este glosario suyo es intercambiable y adaptable a nuestro continente entero. Basta con cambiar nombres y situaciones y tenemos un mosaico de este varipinto, doloroso y errático mundo nuestro, esquilamdo una y otra vez por pillastres cuya ideología, se sitúe a la izquierda, la derecha o el cómodo centro, es apenas otro pretexto para saquear las arcas públicas y concederse lujos de nuevo rico.

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    1. Efectivamente, amigo Gustavo, los Kjarkas son unos grandes artistas, pero del camuflaje, que se mueven según soplan los vientos. Bien recuerdo que muchos años atrás, antes de la irrupción de Evo Morales, su líder fue candidato a diputado uninominal por el MNR, el principal partido de derecha de entonces. Y verlos hoy, posando en las antípodas y declarándose como artistas revolucionarios, es para matarse de risa.

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