22 marzo, 2014

10 De hospitales y otros sitios hospitalarios


Hospital del Niño de Cochabamba, abandonado hace seis años

La primera vez que me topé con el vocablo italiano “ospedale”, me figuré automáticamente que significaba hostal, hospicio o alojamiento. Ni se me pasaba por la cabeza que era el equivalente exacto de hospital. Aunque, claro, en el sentido original supongo que hospital tiene que ver con un lugar de reposo o descanso, más que propiamente con un sitio donde sanar heridas. Por algo será que el adjetivo “hospitalario” está relacionado con una buena recepción a los visitantes, trato afable a los forasteros y demás cuestiones de buena voluntad. 

Digo esto porque cada vez que oigo noticias de nosocomios (fea palabreja, horrísona como manicomio) públicos distan mucho de ser amables noticias o, al menos, tranquilizadoras. Que el hospital Viedma colapsó por enésima vez por saturación de pacientes. Que les cortaron la atención a los adultos mayores por falta de pagos al seguro específico. Que no hay medicamentos porque no se ha hecho una nueva licitación. Que no hay suficientes especialistas. Que no hay gasolina o repuestos para las ambulancias. Que vayan a parir a otra parte porque las salas de parto no dan abasto. Que esto y que lo otro. El mismo drama en tiempos normales. Y estoy hablando principalmente del hospital más céntrico y completo de la ciudad ¿Qué será del resto? ¿Qué sería en caso de tragedia colectiva o catástrofe natural?

Sin embargo, la propaganda gubernamental nos machaca con imágenes de niños y viejos más felices que las perdices siendo atendidos por enfermeras sonrientes y  nos hablan de los innumerables seguros médicos que el gobierno del "preocupado" Morales ha creado, por poco hasta para las mascotas. Carajo, cualquiera diría que tenemos un estado de bienestar a la altura de los países nórdicos. Dan ganas de aplaudir por lo bien producidos que están esos spots, como si las estampas del realismo socialista se pasaran a la tele. 

Pero ahí está la patética realidad para darnos un sopapo en la cara. Ahí está el policía internado hace meses en una clínica privada con el abdomen hecho trizas por haber sido baleado en el cumplimiento de su deber, prácticamente abandonado por sus superiores y con una familia atribulada por las cuantiosas y numerosas facturas. ¿No que la clínica policial estaba bien provista y equipada o sólo sirve para la curación de magulladuras y otras pequeñas heridas de combate callejero? Lo mismo podría decirse de las otras Cajas de Salud sectoriales, con ínfimos presupuestos, instalaciones descuidadas y peligrosamente insalubres. 

Por otro lado, cual si fuera una epidemia, casi todos los días nos tenemos que enterar de que algún niño acaba de llegar al pabellón de quemados a consecuencia de un accidente doméstico. Lo de siempre, se manipulaba agua o aceite hirviendo o, en los casos más graves, por explosión de gas. Esta semana misma, casi al mismo tiempo se producían dos incidentes tremendos: una explosión de gas quemó seriamente a una joven madre de 17 años que calentaba leche para su bebé que también resultó herido. De un municipio del Chapare llegaron dos hermanitos menores de cinco años, con terribles quemaduras en casi todo el cuerpo. El director del pabellón explicaba a la prensa que el SUMI (seguro) solo cubría dos o tres dosificaciones de albúmina por paciente y, a uno de ellos ya se le habían suministrado casi diez unidades de esta carísima sustancia cuyo costo unitario rondaba los 50 euros, según el mismo médico.  

Hay un común denominador en estos casos: usualmente son accidentes de la pobreza, familias humildes que muchas veces tienen instaladas sus precarias cocinillas en el mismo dormitorio, ambiente propicio para cualquier desgracia, más aun cuando los padres se ausentan por trabajo y dejan a los menores a merced de la buena fortuna o al cuidado esporádico de algún vecino. A esto hay que añadirle el factor educativo, tal como explicaba el médico entrevistado, se invierte muy poco en campañas de prevención, a la gente con escasa formación escolar no se le puede regalar unos folletos para solucionar el asunto; hacen falta programas permanentes con demostraciones in situ, uso de diapositivas y demás herramientas de mayor calado pedagógico.

Y a todo esto, ¿acaso hay alguna secretaría o programa social del gobierno que atienda estos casos, aunque sea para los más graves? No, en absoluto. Los países civilizados tienen un despacho, generalmente a cargo de la primera dama para obras sociales. En el imperio plurinacional tal parece que los súbditos están más sanos que Su Majestad y a salvo de cualquier contingencia. De ahí que sea prioridad nacional organizar cumbres megalomaníacas como el G-77 que avanza a toda máquina y gastando una montonera de plata, incluyendo una avenida exclusiva hasta el aeropuerto; como ya es archiconocido el multimillonario gasto en autos blindados, aviones, helicópteros, coliseos, rallies, satélites y demás armatostes para privilegio de pocos. Por el contrario, la infraestructura pública carece de los más elementales servicios y se bate en condiciones deplorables. Como ilustración, ahí tenemos el Hospital del Niño que yace abandonado sin concluir hace seis años con la excusa de que pertenecía a otra gestión. Y aún más, y esto es imperdonable, se acaba de hacer público que el flamante Hospital del Norte, inaugurado hace dos años por Evo Morales y el pachanguero alcalde, no ha funcionado ni un solo día y actualmente permanece convertido en un depósito, sufriendo un rápido deterioro y con el patio colonizado por los yuyos y otras malezas. Ahí está el mejor testigo de la burla, la vistosa plaqueta en el frontis que, entre otras cosas, dice “gracias al hermano Evo Morales”. 

Como ven, nuestros hospitales están muy lejos de ser centros “hospitalarios”, más parecen sitios de concentración por la gran cantidad de enfermos que abarrotan sus pasillos y sus salas de espera. Otros son elefantes blancos, cerrados por falta de presupuesto. ¿No que decían que estamos mejor que nunca en la historia, a la altura del primer mundo, y que éramos los más dignos y soberanos de todo el universo?

Lo que está claro, es que los cincuenta delegados de los movimientos sociales que viajaron a Venezuela a “respaldar la revolución y apoyar al hermano Maduro” recibirán un trato más que hospitalario, aparte de los jugosos viáticos que salen de nuestros bolsillos. Como seguramente la pasará de maravillas la dirigente Leonilda Zurita que efectuará una gira por varios países europeos la próxima semana, para “fortalecer” al partido oficialista a nivel internacional. Porque una cosa es segura, los socialistas del siglo 21 jamás llegan a las casas de sus colegas marxistas, eso no es tan digno y acogedor como un hotel cinco estrellas.



10 comentarios :

  1. mio caro, per me la Sanità Pubblica è una delle basi, insieme alla Scuola, della Società Civile.io, quando vado all'estero, guardo per prima cosa come funzionano le cose pubbliche: Sanità, pensioni, scuola. Il resto è ininfluente. si può cambiare, ma la Sanità è la fiducia nello stato, i migliori medici devono lavorare nel pubblico. nella mia famiglia ci sono parecchi medici, mia sorella è anestesista a Prato, mio cognato a Firenze, etc. e debbo dire che la sanità oubblica è meglio della privata. le sofferenze della gente non vanno ignorate, il dolore è cosa che ci accomuna tutti. trovo sommamente VERGOGNOSO che uno stato spenda soldi in campi da calcio,e in altre idiozie e tralasci la sanityche DEVE essere PUBBLICA.
    scusami Josè, ma queste cose mi fanno infuriare!!!
    ciao ciao
    fiore

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    1. Comprendo perfectamente tu indignación, cara Fiore. Gran verdad esa de que los hospitales y escuelas públicas son la cara para mostrar el desarrollo de un país. Pero ya ves que aquí en Bolivia tiramos el dinero en la “era espacial” y otros millonarios caprichos. Incluso el caudillo divino está pensando en desarrollar tecnología nuclear para estar a la altura de las potencias, caramba!. Al contrario, da vergüenza ver el estado físico de los hospitales públicos y sobre todo ver la cara de esa gente humilde que tiene que ir a llorar a los programas de televisión para pedir ayuda para la curación de algún familiar. Es un espectáculo triste de todos los días. Como todos los burócratas, empezando por Evo, se hacen atender en clínicas privadas, no saben lo que es el real sufrimiento de la gente más pobre que ellos dicen defender.

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  2. Nuestros gobernantes necesitan una cadena contante de obras para inaugurar... Después de todo es casi todo lo que hacen. Después, la tarea de financiar y sostener esas obras públicas... Bueno, eso es tarea de otros. El caso del hospital que mencionas es un ejemplo muy bueno de esta grotesca procesión de impostores.

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    1. He ahí la cuestión, estimado Lalo, como estos majaderos gobernantes que tenemos nunca se hacen atender sus heridas o enfermedades en ningún hospital público, poco les importa saber de las condiciones como trabajan estos sitios. De ahí que les preocupa mas inaugurar cualquier cosa, mientras más grande mejor, aunque luego no sirva para nada. Hay demasiados ejemplos del programa Evo Cumple que ilustran esta situación: mercados, terminales provinciales de transporte, internados rurales, postas sanitarias, etc que no funcionan en absoluto y al poco tiempo se están cayendo a pedazos. Encima todo huele a negociado, porque los materiales son de pésima calidad.

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  3. La peor de todas las enfermedades es la miseria, apreaciado José. Y la miseria casi siempre es hija natural del egoísmo, que en nuestros paises está encarnado en las castas que han controlado durante siglos el poder político y económico. Si a eso le sumamos una corriente global en la que la salud dejó de ser un derecho para convertirse en un negocio, tenemos el resultrado de unos hospitales poco hospitalarios y unos pacientes que pierden la paciencia a la espera de una atención que casi siempre llega tarde.

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  4. Tan cierto es que el poder es siempre un sistema de castas, da lo mismo si son de izquierdas o de derechas. El hecho es que los politiqueros se organizan muy bien para usufructuar de los recursos del Estado. Solo que el gobierno actual tieien la gran fortuna de poseer ingentes recursos, resultado de los altos precios del petroleo y otras materias primas, y como en el caso de los nuevos ricos que toda su vida han sido pobres, estan despilfarrando el dinero y de paso se estan embolsillando el resto.

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  5. Pulcritud de peligroso -como debiera ser todo- periodista, estimado José..! Es q varias veces escuché decir a muchos y muchas orgullosos periodistos como el intragable presentador/mañanero agauchado de la red UNO y a orgullosas mamacitas comunicadoras como la célebre doctorita ph.D, aquello q en las aulas periodisticas, lo primero q se les enseña a mandar a la mierda es la "objetividad", porque un periodisto objetivo es un mito, decían... Y es q justamente ver las cosas, y decirlas -denunciarlas-, tal y como son, es lo q tanta falta hace ante tanta desfachatéz.
    Como d costumbre, no pude aguantar las ganitas d fisgonear en comentarios ajenos, y es agradable encontrar las palabras justas para describir la infamia: una "grotesca procesión d impostores" y "castas controlando el poder" y a cargo d las políticas d Salud...
    Hace unos meses hablaba en la tele un ex-director médico (reputado cirujano plástico, y consentido mirista) regional de la corupta Caja Nacional d Salud, y desembuchaba algo q es un secreto a voces: más del 90% d los dineros q disponen como Caja, se van en, a ver... sueldos..! Si esto es una verdadera maravilla..! Y los miristas (ahora seguro masistas solapados) no se han removido nadita d la CNS. Los doctorcitos q ya no están, es porque ya se jubilaron, pero eso sí: dejaron bien asegurado a sus hijitos el jugoso botín. Un paraíso d las castas..
    La cabal indignación d Fiore es como música a los oídos. Tiene toda la razón ella en esperar q el sistema público d salud debiera contar invarablemente con los mejores.., pero aquí en Bolivia, el pais d los mitos, ocurre algo aún más maravilloso: el sistema público y el privado está copado por los mismos doctorcitos. Familias enteras, dinastías d doctorcitos se nutren d las arcas de los hospitales públicos para erigir sus hoteles/hospital d 5 estrellitas. El inútil gordo cirujano del Viedma, al q casi Hyde asesinó hace casi ya un año exacto, es apenas un caso entre muchos: negligente, flojo, secuestrador d pacientes y parte d un exclusivo club d hampones doctorcitos en el q hábilmente se lucra con la trata y tráfico d pacientes ingénuos y desesperados. No es, por tanto, para nada sorprendente el lamentable estado d casi todos los servicios hospitalarios públicos a los q la gente pobre acude cual mendigos, José.
    Abrazos.
    ps: además del sitio imperdible de nuestro estimado Claudio, t invito a leer otros dos excelentes sitios hoy:
    http://lecoqenfer.blogspot.com/2014/03/el-derecho-la-defensa-contra-el.html
    http://plumaslatinoamericanas.blogspot.com.ar/search/label/Eduardo%20Molaro%20%28Argentina%29
    http://www.eldia.com.bo/index.php?c=Opini%C3%B3n&articulo=Maduro%2C-la-seduccion--del-tiranicidio&cat=162&pla=3&id_articulo=141289

    bon appétit!

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    1. No es necesario ser ningún “magister” en comunicación o periodismo para darse cuenta de la realidad y dar a conocer cualquier injusticia con un mínimo de objetividad. Los hechos cantan por si solos. Desgraciadamente los medios locales son mas faranduleros que cualquier programa del corazón, prefieren mostrarnos los platitos de cualquier feria culinaria, o el reciente lanzamiento de un grupo cumbiero antes que centrarse en lo que realmente importa, los problemas básicos de la sociedad. Tal vez me he metido en tus dominios, y como tal no estoy muy enterado de lo que se cuece en el gremio médico. Pero me da mucha rabia ver estos días a los adultos mayores haciendo fila desde las 3 o 4 de la mañana en las puertas del Viedma solo para reservar una ficha de atención, sabrá dios en qué horarios tendrán que volver para que los atiendan. Por otro lado que la alcaldía y la gobernación se pasen la pelotita acerca de la administración de los hospitales es también indignante, gran responsabilidad del descalabro tienen esos mafiosos metidos a “servidores públicos”. El dato que aportas sobre las familias de doctorcitos que son como sanguijuelas en el sistema de salud es muy revelador. Así, tenemos un ejército de médicos mediocres enchufados por las influencias familiares. Con razón se quejan los pacientes del maltrato generalizado, y la mala praxis, con honrosas excepciones, en todos los nosocomios. Cuantas veces habré oído a familiares asegurados que iban por alguna dolencia ante el especialista y este descaradamente les decía que si querían una buena atención, deberían visitarlo en su consultorio privado. Con sueldo estatal y todo, siguen lucrando por su cuenta, con la excusa de que sus sueldos son bajos. Todo el sistema está podrido. Gracias por los links. Un abrazo.

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  6. josè, che mi dici della sanità USA??? penso che sia ancora peggio.se non hai un'assicurazione sei morto. un amico in usa si ruppe un braccio, non aveva assicurazione nè dinero, lo misero nella sanità pubblica dove lavorano.STUDENTI, gli rovinarono il braccio, in Italia dovette andare in ospedale a farsi rimettere a posto.negli USA la discrimanazione è enorme. puoi morire.e poi si dice paese civile!!!!!! warnig! atention! che sia peggio di quella di EVO???????
    è possibile? incredibile ma penso che sia così.

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    1. Es prácticamente un caso único en el primer mundo la problemática de la salud en EEUU, y no porque lo diga Michael Moore con sus imágenes tendenciosas y manipuladas de sus documentales, pero en el fondo tiene razón al denunciar los absurdos y abusos del sistema sanitario. Es tan poderoso el gremio de compañías farmacéuticas y aseguradoras que ni el mismo Obama ha podido llevar adelante su promesa de reformar la seguridad social, pues no le conviene políticamente. La salud es un negocio multimillonario que toca muchos intereses y su lobby es muy influyente en los pasillos de la Casa Blanca y del Congreso. De ahí que la atención medica sea muy costosa e inaccesible en muchos casos, lo mas pobres la tienen muy dificil, el sistema es tan cruel que hasta veteranos de la guerra de Irak son abandonados a su suerte con todo tipo de secuelas de la guerra. Es una terrible paradoja que el país más rico del mundo no pueda ni proporcionar servicios públicos de calidad a sus ciudadanos.

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